Gabriel Sánchez Zinny, ministro de Educación de Vidal, informó que se echará a miles de trabajadoras y trabajadores porque no cuentan con “título docente”. Pero él no tiene título alguno en la materia.
Jueves 28 de diciembre de 2017 10:06
Foto Contexto
La Dirección General de Cultura y Educación publicó el 26 de diciembre en su portal ABC un comunicado que informa que dejará cesantes a miles de trabajadoras y trabajadores de la educación porque no cuentan con título docente. Pero según consta en su curriculum de perfil empresarial, el director general de Cultura y Educación Gabriel Sánchez Zinny tampoco lo tiene.
El comunicado argumenta que a partir de ahora se efectuará “la aplicación de los artículos del Estatuto del docente 109, inciso c) y 110 inciso c) del Anexo Único de la Ley 10.579 modificada por la Ley 10.614 y sustituidos por la Ley 13.170”.
Los artículos 109 y 110 establecen que el personal docente provisional y-o suplente cesará: “inc C) (Texto según Ley 13170) Al finalizar las tareas correspondientes a cada curso escolar, en los casos que el docente no haya contado, en el momento de su acceso con título habilitante para el cargo, horas cátedras o módulos, que desempeña”.
Estos artículos del Estatuto no venían aplicándose; la falta de docentes y la no creación de cargos de planta permanente impusieron en los hechos la continuidad de miles de trabajadoras y trabajadores de la educación provisionales y suplentes que realizan su tarea y sostienen la escuela pública sin estabilidad laboral.
Si, como afirma el comunicado, la medida persigue incentivar a que las y los docentes terminen sus carreras ¿por qué cierran los Centros de Formación Docente donde se realizan también los trayectos pedagógicos? Las trabajadoras y los trabajadores de la educación vienen exigiendo la capacitación permanente y en servicio a cargo del Estado.
Por otro lado, no es argumento válido que se trate de priorizar a los docentes con título. Es claro que los docentes que ingresan al Listado Oficial, son los únicos que acceden a la titularización, y tienen prioridad sobre todas las vacantes a partir de las acciones estatutarias como Mad, Acrecentamiento, Servicios Provisorios, y reubicaciones.
“Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”
El requisito que exige el Gobierno de Vidal, y que usa para dejar a miles de docentes sin trabajo y miles de chicos sin maestros y profesores, no lo cumple el mismo funcionario que está a cargo de la cartera de educación.
Gabriel Sánchez Zinny no tiene estudios universitarios en materia educativa. Se graduó en economía en la Universidad de San Andrés con un posgrado en políticas públicas.
Con un perfil claramente empresarial, que se aleja de las necesidades educativas de la población trabajadora, desde 2015 y con Cambiemos en los gobiernos nacional y bonaerense Sánchez Zinny se posicionó como la mano derecha de Esteban Bullrich (con lo que eso significa).
Hace unos años generó un emprendimiento personal y fundó Edunexo, empresa del cual fue CEO. Sánchez Zinny la calificó como una “empresa de software educativo, dedicada a proveer servicios a escuelas y universidades y soluciones digitales para gobiernos, con presencia en cinco países y cincuenta empleados”.
También tuvo su anclaje internacional, cuando se desempeñó como consultor del Ministerio de Educación de República Dominicana, que le abrió las puertas para fundar otra empresa desde la que brindó cursos de educación online. Otra muestra de cómo busca precarizar más la docencia remplazando docentes por “software educativo”.
Es necesario un verdadero plan de lucha para defender miles de puestos de trabajo. La agrupación Marrón de docentes bonaerenses y el Movimiento de Agrupaciones Clasistas reclaman que no se lleve adelante ningún cese y que los miles de trabajadores alcanzados por la medida cuenten con dos años a partir del 28 de febrero para terminar la carrera.
Además es necesario que se cree un sistema de becas para poder terminar de estudiar.
Desde las seccionales combativas de Suteba se exige a Baradel y el FUDB (Frente de Unidad Docente Bonaerense) la convocatoria a un congreso provincial de delegados para votar un plan de lucha y poner la fuerza de los más 300 mil docentes de la provincia de Buenos Aires en la calle, en unidad con los trabajadores estatales que vienen sufriendo despidos, para defender todos los derechos e ir por un aumento salarial acorde a la canasta familiar.
No alcanza con declaraciones y presentaciones legales. La fuerza para ganarle a Vidal está en la calle.