Entre hoy y mañana, se pondrá a votación, en el Congreso, el acuerdo que cerró el Gobierno con el FMI. Se trata de un programa de facilidades extendidas que incluye la refinanciación de la deuda y un plan de ajuste con imposiciones del FMI sobre el país.
Jueves 10 de marzo de 2022 11:36
Después de las negociaciones a contrarreloj entre Sergio Massa, los legisladores de Juntos por el Cambio lograron imponerle al Gobierno que se modificara la redacción de los artículos de la ley, para poder votar solo la refinanciación de la deuda odiosa contraída en el gobierno de Mauricio Macri. De esta manera se desentienden de legitimar en el Congreso el plan económico que acordó Martín Guzmán con el Fondo Monetario Internacional: el Memorandum de Políticas Económicas y Financieras y Memorandum de Entendimiento Técnico entre Argentina y el FMI.
Pero lo que es cierto es que la refinanciación de la deuda está atada al plan económico de ajuste y las imposiciones del organismo: así funcionan los programas de facilidades extendidas, como el que negoció el Gobierno con el FMI. Por lo que apoyar el acuerdo de refinanciación, es apoyar el memorandum de entendimiento. Entoncés, ¿qué es este programa?
El programa de facilidades extendidas -del inglés Extended Facility Fund (EFF)- es traducido por el FMI como un "Servicio Ampliado" y lo describe así:
"Cuando un país se enfrenta a graves problemas de balanza de pagos a mediano plazo debido a deficiencias estructurales que tardarán tiempo en resolverse, el FMI puede brindar asistencia a través del Servicio Ampliado del FMI (SAF). En comparación con la asistencia proporcionada en el marco de un Acuerdo de Derecho de Giro (Acuerdo Stand-By), los SAF se caracterizan por la participación en un programa y períodos de reembolso más largos".
El tipo de acuerdo Stand By es el que tomó el macrismo. La refinanciación de esta deuda odiosa se hará vía crédito del propio organismo, tomando nueva deuda para pagar la vieja deuda. Cada nuevo desembolso se pagará durante diez años, con un período de gracia de cuatro años y medio, en un cronograma de pagos que empieza en 2026 y termina en 2034.
El FMI seguirá bien de cerca los resultados del plan económico estipulado en el memorandum, para asegurarse de que el Gobierno cumpla con los pagos de esta estafa, monitoreando las políticas económicas cada tres meses.
Por definición general del FMI: “Cuando un país obtiene crédito del FMI, el gobierno se compromete a ajustar la política económica para superar los problemas que le llevaron a solicitar asistencia financiera a la comunidad internacional. Las condiciones de estos préstamos también sirven para garantizar que el país será capaz de reembolsar los recursos al FMI.” Son estas condiciones las que el Gobierno está buscando legitimar con la votación en el Congreso, también por un pedido del organismo.
¿Cuáles son los puntos generales de este acuerdo?
La receta para juntar dólares en las reservas para pagar deuda incluye: ajuste fiscal; reducir el financiamiento del déficit con emisión monetaria del Banco Central y aumentar el financiamiento a través del capital financiero local (deuda privada); aumento de la tasas de interés (restricción del consumo).
- El ajuste se ve en las metas fiscales, que buscan reducir el déficit primario hasta 0,9 % del PIB en 2024. Es una reducción drástica en comparación con el 3 % del PIB esperado para este año que ya implica un ajuste en relación a años previos.
- La inflación será el mecanismo privilegiado del ajuste sobre el presupuesto y los ingresos de las mayorías trabajadoras.
- La economía tendrá un “aterrizaje suave” con tasas de crecimiento cada vez más chicas (entre 2,5 % y 3 %) hacia 2024.
Por lo pronto, el nuevo ajuste pactado en el memorandum, afectará en lo inmediato el bolsillo del pueblo trabajador y las mayorías populares.
- Para las tarifas de gas y luz que se mantengan subsidiadas, habrá aumentos entre un 20% y un 40%, según el esquema de segmentación. Aunque en el nuevo escenario mundial de guerra disparó el precio de los combustibles, por lo que estas metas se desarrollan en un terreno incierto.
¿Y las reformas?
El FMI define que, en este tipo de acuerdo, los ajustes incluyen también reformas profundas: “Los criterios de ejecución estructurales son medidas de reforma cruciales para el cumplimiento de las metas del programa”. Estas pueden ser: reforma previsional (subir la edad de la jubilación y/o reducir el monto de las mismas); reforma laboral (eliminar los convenios colectivos de trabajo, aumentar la flexibilización laboral, bajar los salarios); reforma impositiva (puede ser, por ejemplo, aumentar el IVA); privatizaciones (como las aplicadas durante el menemismo).
Por eso, aunque el pacto de ajuste que el Gobierno terminó de cerrar no incluye reformas estructurales (o contrarreformas) en lo inmediato, el FMI monitoreará cada tres meses el resultado del programa económico y las contrarreformas son un as bajo la manga del organismo.
Algunos de los aspectos estructurales mencionados en el memorandum que se votará en el Congreso son: el sistema energético, el control tributario de la AFIP y "revisar" el sistema previsional.
Sobre esto último, se está hablando de la "extensión voluntaria de la edad jubilatoria" y un "estudio de los regímenes especiales". Como viene denunciando Nicolás del Caño y los demás diputados del Frente de Izquierda Unidad: con los haberes de miseria que cobran jubiladas y jubilados, no queda mucho margen para la decisión "voluntaria" de continuar trabajando; además, buscan atacar los derechos laborales de jubilación ganados en algunos "regímenes especiales" -al igual que vienen haciendo con la flexibilización laboral por convenios, que prepara el terreno para una contrarreforma laboral más estructural.
Enfrentar el pacto con el FMI
"Si este acuerdo es tan bueno. ¿Por qué hay tanto lío en el bloque oficialista? ¿Por qué hay un sector tan importante que no quiere votar a favor de este acuerdo?" -interpeló Nicolás del Caño en el recinto.
No cabe duda de que este acuerdo traerá mayores padecimientos para el pueblo trabajador y las mayorías populares, como así también un mayor sometimiento del país al imperialismo yanqui, que domina a través del FMI.
Pero las "voces discidentes" dentro del Frente de Todos, continúan alineadas al Gobierno y no solo no convocaron medidas de lucha continundentes para oponerse a este pacto, si no que no es seguro que voten en contra en el recinto. Es muy probable que se abtengan para dar vía libre a la mayoría simple y que de esta manera se legitime la estafa y la entrega.
La verdadera oposición al pacto con el FMI se está expresando desde la mañana de este jueves en las calles, frente al Congreso. Es la tercera gran movilización de frente único, impulsada por el Frente de Izquierda Unidad y convocada por cientos de organizaciones, bajo el lema: No al FMI, no al ajuste, las estafas no se pagan. En las calles y dentro del recinto con los diputados, la posición del FIT-U de rechazar el pacto de ajuste y entrega, es clara y contundente.
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Redacción
Redacción central La Izquierda Diario