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Red Internacional
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Catalunya. Acuerdo de ERC y Comuns para salvar unos presupuestos neoliberales: hay que enfrentarlos en la calle

Días de negociaciones frenéticas para evitar la reprobación de los presupuestos catalanes. El Govern está dividido y ERC anuncia un preacuerdo con los Comuns.

Guillermo Ferrari Barcelona | @LLegui1968

Lunes 22 de noviembre de 2021

La dirección de la CUP ha anunciado este sábado que mantiene la impugnación a los presupuestos presentados por el gobierno de ERC y JxCat. La diputada Eulàlia Reguant lo anunció después de negociar todo lo que ha podido unos presupuestos completamente liberales, defendidos por Jaume Giró.

Esquerra Republicana ha anunciado que ha llegado a un preacuerdo con los Comuns para la aprobación de los presupuestos. A pesar de que en un primer momento Junts se había desmarcado. De hecho, este mismo domingo, Jordi Sánchez hizo una rueda de prensa para anunciar que no aceptarán ningún cambio sustancial al proyecto presentado. ¿Qué pasará? ¿Aceptará JxCat este preacuerdo?

La crisis ya está servida. Otra crisis más del Govern. Esquerra Republicana y los herederos de la antigua Convergencia están gobernando desde aquel híbrido que se denominó “Juntos pel Sí”. Incluso, Esquerra Republicana, apoyó previamente en dos ocasiones los presupuestos de Artur Mas que preservaban los recortes.

Estas dos organizaciones están “condenadas” a estar juntas puesto que el pueblo catalán expresó masivamente y en muchas ocasiones su deseo de autodeterminación.

Pero al mismo tiempo luchan entre sí por cuotas de poder. Si hablan de independencia no es porque lo sean -independentistas-, sino porque fue y es la forma de evitar ser tragados por la oleada independentista que amenazaba su existencia.

Hay que luchar contra los presupuestos neoliberales

La CUP ha estado exigiendo durante estos meses al Govern y a los partidos del procés unos “presupuestos sociales”. Cómo si ya no se estuvieran configurando los presupuestos neoliberales, con “cara progre”, combinados con los de los convergents de siempre.

¿Qué tiene que pasar para que la CUP reconozca que no se puede pedir aquello imposible a los partidos capitalistas? Lo que hacía falta, una vez más, era desarrollar una política independiente, de clase y combativa contra estos partidos.

Llevamos cuatro años de “política de gestos” completamente vacía, si sumamos la legislatura de Quim Torra y lo que llevamos de la de Pere Aragonès. Están haciendo, y han hecho, todo lo posible para desviar el movimiento catalán.

Lo mismo que hicieron Junqueras y Puigdemont después del 1O. Ha quedado claro que hay un 52% de votantes que quizás quieran la independencia, pero no así de diputados catalanes. Estos últimos ahora se están peleando en el Parlament por los fondos europeos y cómo lo hacen llegar a las grandes empresas.

Es mentira eso de que “tres de cada cuatro euros” van a gasto social. Porque los diferentes gobiernos catalanes utilizaron millones de euros de la educación y la sanidad públicas para financiar las empresas privadas de estos sectores. Esto es lo que se llama capitalismo de “amiguetes”. Y esto es lo que el Govern está negociando con el reparto de los fondos europeos: beneficiar a las grandes empresas y macro proyectos.

Más allá de cómo avancen las negociaciones de los presupuestos, la crisis de Govern está servida. No se sabe si esto compromete la legislatura o si será otra crisis más superada. Pero lo que queda claro es que la política de Pere Aragonès y Jordi Sánchez va en contra del pueblo trabajador y a favor de las grandes empresas catalanas.

Y, en este sentido, están negociando los presupuestos neoliberales con la fuerza de Jèssica Albiach y Ada Colau. De hecho, Ernest Maragall ya ha anunciado que apoyará los presupuestos de la ciudad de Barcelona de Ada Colau y el PSC como agradecimiento.

Ya veremos cómo puede afectar las negociaciones de los presupuestos catalanes también a los presupuestos generales del Estado (PSOE-UP). Pero lo que está claro es que ERC y JxCat se encuentran en un proceso de restauración autonomista y han dejado de banda el deseo de autodeterminación del pueblo catalán.

En frente a todo esto, ¿cuál es la alternativa anticapitalista y de izquierdas para hacer frente a unos presupuestos que continuarán atacando a las clases trabajadoras y populares?

La CUP tiene que romper con el Govern y llamar a la movilización para enfrentar estos presupuestos

El “no” a los presupuestos de la CUP se debe al hecho de que tienen tantos sapos por tragarse que no se podían votar por una formación anticapitalista. Pero es que ERC y JxCat son herederos de Artur Mas i Jordi Pujol. Están haciendo políticas económicas autonomistas a favor de las mismas empresas que a partir del 3O sacaron su domicilio social de Catalunya ante el referéndum del 1O, la gran huelga de trabajadores del 3O y el llamamiento del “a por ellos” del Rey.

Si la dirección de la CUP quiere ser consecuente con su rechazo a los presupuestos, tiene que romper con el Govern que nunca tendría que haber votado.

Los presupuestos son la ley más importante del año, puesto que condensa la política que tiene que desarrollar el Govern. Y si un grupo no está de acuerdo, quiere decir que no está de acuerdo con su política. La pregunta es, ¿cómo puede la CUP mantener su apoyo entonces al Govern de ERC y JxCat?

Si la CUP está en contra de los presupuestos de verdad, tendría que prepararse para luchar contra su aplicación y hacer un llamamiento urgente por la movilización en las calles. Estos presupuestos no contemplan el “¡Fijos ya!” que piden miles de trabajadores interinos.

Incluso Esquerra Republicana pidió dinero para pagar indemnizaciones de los interinos que despedirán. Si pensamos que hay jueces que dan “el fijo” en esta cuestión, vemos que ERC se pone a la derecha del poder judicial (!!!).

Estos presupuestos sirven para financiar a las grandes empresas que pagan sueldos de miseria, subcontratan y precarizan a las mujeres y a la juventud. Por lo tanto, no es suficiente que los diputados voten en contra de los presupuestos dentro de la cueva de ladronas que son los parlamentos burgueses.

Hay que poner todas sus fuerzas en la calle, junto a los estudiantes y los trabajadores, preparados para poder encender la chispa de la lucha por los derechos de los trabajadores, el pueblo y el derecho democrático a la autodeterminación.