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Red Internacional
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Barcelona. Ada Colau destinará 20 millones de euros al Mobile World Congress

El Ayuntamiento de Barcelona destinará cinco millones al año al Mobile Word Congress. La precariedad y la explotación laboral son la otra cara mayor congreso de telefonía del mundo.

Martes 19 de junio de 2018

Foto: Sergi Alcàzar

El Ayuntamiento de Barcelona destinará 20 millones de euros al Mobile World Congress (MWC) durante los próximos cinco años. El acuerdo se hizo público el jueves pasado días después de que se reunieran la alcaldesa Ada Colau y el primer teniente alcalde, Gerardo Pisarello, junto a John Hoffman, el director del mega evento de telefonía móvil Mobile World Congress y consejero delegado de la GSMA, una asociación que agrupa a más de doscientas empresas de telefonía móvil.

El MWC es el congreso de telefonía más importante del mundo, un verdadero nicho para el negocio de los grandes empresarios. En su pasada edición atrajo a nada más y nada menos que a 108.000 visitantes y generó más de 470 millones de euros de ventas. Sin embargo, como dice el refrán, “no es oro todo lo que reluce”.

Del otro lado del evento están los más de 13.000 puestos de trabajo temporales y precarios que afectan principalmente a jovenes, mujeres o inmigrantes. Ni las azafatas de congresos, ni las camareras de pisos ni el personal de mantenimiento en los hoteles se aprovechan de los cientos de millones que facturan las empresas. No lo hiceron el año pasado, ni el anterior, ni lo harán este.

El nuevo acuerdo significa que el consistorio donará al evento un total de cinco millones de euros al año entre 2019 y 2023. No es la primera vez que el Ayuntamiento de Colau llega a un acuerdo de estas características. La última vez lo hizo rodeada de enormes críticas. En 2015, cuando Barcelona en Comú estaba a punto de asumir el mando de la ciudad, apoyó la firma del ex alcalde de Convergència i Unió, Xavier Trias.

Esto ocurrió en plena huelga de los trabajadores y trabajadoras de Telefónica-Movistar, quienes pedían al autodenominado “Ayuntamiento del Cambio” que no firmara el Mobile como una muestra de rechazo al entramado de explotación y precariedad del que se nutre para darle forma a los bollantes beneficios económicos de este enorme holding empresarial del que, además, Telefónica salía y sale abundantemente beneficiada.

Aquella firma, que la alcaldesa consideró una “gran noticia”, significó una gran decepción para muchos trabajadores y trabajadoras, que veían con indignación la dirección del nuevo consistorio. Aquella sensación hoy vuelve a confirmarse.

En los últimos años Barcelona en Comú ha demostrado con eventos como el MWC el fracaso de su proyecto de "gestionar de forma más humana capitalismo”. De su discurso de aceptar este tipo de acuerdos para que la riqueza generada repercuta en la ciudadanía tan solo quedan ecos en el viento.

A día de hoy la clase trabajadora, las mujeres, los y las inmigrantes, el conjunto de los sectores populares de la ciudad de Barcelona saben bien lo que se esconde tras los discursos que celebran estos exuberantes negocios.

Vuelven para llenarse los bolsillos los empresarios hoteleros y las gestoras de pisos turísticos, las empresas de trabajo temporal que con ferias como estas hacen su particular “agosto”, aterrizan vestidos de traje representantes de grandes multinacionales que se lucran cada día con la precariedad laboral. Y como no podía ser de otra forma, los acompaña el jugoso reclamo de la prostitución, que en esos pocos días multiplica en cinco veces su facturación.