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Red Internacional
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EXPLOTACIÓN. Adicción al tramadol en la industria maquiladora mexicana

La adicción como un engranaje más de la explotación capitalista, para soportar jornadas extenuantes.

Miércoles 1ro de noviembre de 2017 16:42

¿Qué es el tramadol?

Según la industria farmacéutica el tramadol es un analgésico de tipo opiáceo que actúa específicamente en la médula espinal y en el cerebro para aliviar el dolor. Inhibe la captación de serotonina y neropinefrina y actúa en los neurotransmisores.

El tramadol es de muy fácil acceso. Es un elemento a favor para que puedas volverte adicto. Su potente y rápido alivio es el detonante que sea un problema en la maquila de exportación, en Coahuila es un problema de altas dimensiones.

El New York Times destapó la crisis del tramadol y su uso en animales. En la Iditarod, una carrera de perros de alta exigencia, varios perros en la contienda dieron positivo al opiáceo.

El tramadol es de venta libre, se vende sin receta. Según estudios de salud si se toma por más de dos semanas produce el mismo efecto de adicción que la heroína y el crack.

Su adicción presenta brotes psicóticos pues desajusta fuertemente los cuadros nerviosos. Los maquiladores, por ejemplo en Coahuila, la compran en la línea de producción. La necesitan para aguantar la jornada laboral y estar activos en la industria.

La explotación: causa de la adicción

La maquila no sólo es un complejo de industria que exporta mercancías de ensamble a Estados Unidos. La maquila no sólo aumenta la cadena de valor de la industria de inversión extranjera. Podemos decir que en la maquila no sólo hay una extracción desmedida de plusvalía. Es más complejo: reduce al mínimo vital social del sujeto.

Karl Marx escribió que el obrero en el capitalismo se convierte en “un simple apéndice de la máquina” y el proceso de trabajo no sólo es la de extracción de plusvalía sino de deshumanización permanente. Felix Guattari en Revolución Molecular llamó a este complejo fenómeno como “aumento de la cualificación media del trabajo colectivo que reduce el mínimo vital humano: aumentó la productividad del trabajo pero reduce el vital humano social”.

Entonces la máquina, la maquila, reduce al mínimo el vital humano que se expresa en múltiples dimensiones: la calidad del sueño, la capacidad de reponerse, la calidad de la vista, el tacto, la memoria, la proyección de futuro, el modo de sentir, hasta el lenguaje como cualidad. La tasa de explotación no se mide sólo en la cantidad de plusvalor que se queda el patrón sino también en la reducción al mínino del vital humano del obrero y con ello de toda la sociedad.

Expliquémonos. La maquina absorbe la vida del obrero y este debe permanentemente asimilar su cuerpo a la industria. Jornadas de más de 8 horas diarias, ininterrumpidas, sin descanso, reiteradas, sin hablar con nadie más que con la máquina. El cuerpo, la vista, el tacto, los músculos, la tracción corporal, debe permanentemente asimilarse al ritmo de la máquina. En ese proceso el cuerpo reduce su mínimo vital: al terminar nuestra jornada quedamos exhaustos y queremos sólo ir a dormir, relajarnos y descansar. Este efecto, de la explotación, es la esencia de la industria maquiladora.

En Italia, en la FIAT de los años setenta, la patronal cambiaba la línea de producción y la máquina como modo de disciplinamiento político del activismo. Mario Tronti, contaba en Obreros y Capital, que la patronal modificaba el ritmo de producción como represalia política. En medio de la reducción del mínimo vital de la explotación del capital es que los obreros requieren, para poder soportar la relación que les impone la patronal con la máquina, de tramadol y otras drogas.

La adicción: el caso de Coahuila

En Coahuila el uso del tramadol es un problema de graves consecuencias. Un estudio reveló, con encuestas, que se usa y se consigue en la propia línea de producción. En este mes se realizó un robo masivo de Tramadol en el Hospital General de la Secretaría de Salud. Dicho cargamento llegó a la maquila de Piedras Negras.

Según el DIF “Algunas empresas están muy preocupadas por esta situación y han tomado cartas en el asunto estableciendo programas, contratando gente nueva, despidiendo a quienes son detectados con el problema y canalizándolos para que reciban ayuda; a quienes aceptan rehabilitarse se les da un tiempo prudente y luego vuelven a ser contratados".

Aunque la verdad es que las empresas están inmiscuidas en la venta de la píldora. En otra nota de un diario local se informa “en casi todas las empresas maquiladoras de Piedras Negras existe el problema de la venta de drogas al interior de las mismas”. Se explica "Hemos tenido casos de personas que se desmayan e incluso alguien que convulsionó", dijo uno de los obreros. Tan sólo su línea de trabajo, dijo, por lo menos la mitad de sus compañeros utilizan ya sea regular u ocasionalmente estas pastillas.”

Se toma en las líneas de producción con una bebida energética o con algún refresco de cola para que surta el efecto deseado.

La lucha por el aumento mínimo vital es una lucha política

Guattari escribió en su texto, ya citado, Revolución Molecular, que la lucha por el aumento del mínimo vital social es una lucha política. Si la causa de la adicción al Tramadol es la explotación debemos pelear por reducirla.

Esto se mide por la reducción de la jornada de explotación en la fábrica. La consigna de “Nuestras vidas valen más que sus ganancias” concentra la idea de aumentar la calidad de vida de quienes hacemos que este mundo gire, se levante y actúe todos los días.

Los trabajadores debemos pelear por aumento de salario. Sí. Pero también por reducir el ritmo de trabajo, por días de descanso, por guarderías, mejores condiciones de salud, días de asueto obligatorio, tiempo de descanso para ir a comer, por detener el ritmo acelerado de producción, por reducir el ritmo de la línea. No queremos ser unas máquinas. Queremos una vida digna.

Nuestra vida vale más que las ganancias de los capitalistas.