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Red Internacional
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El escenario desnudo. Adiós a Peter Brook, el creador de El espacio vacío

Actrices, actores, directores y amantes de las artes escénicas despedimos hoy al inmenso hombre de teatro que fue, con el eterno agradecimiento al enorme legado de innovación y reflexión que nos dejó

Domingo 3 de julio de 2022 18:06

Foto reciente del director teatral (Foto AFP)

Leí por primera vez a Peter Brook en el Conservatorio de Arte Dramático, siendo una joven estudiante de actuación. Su frase “Puedo tomar cualquier espacio vacío y llamarlo un escenario desnudo. Alguien camina por ese escenario vacío mientras otro lo observa, y esto es suficiente para que se inicie el acto teatral” marcó a generaciones enteras de artistas. Que el encuentro, el llamado “convivio” entre actores y espectadores en un mismo tiempo y espacio sea la única condición para que se produzca el fenómeno teatral, significó un antes y un después en las muchas reflexiones sobre este arte ancestral y ritual. Peter Brook fue un hombre que hizo con sus obras y su pensamiento una verdadera revolución escénica en las formas de pensar y concebir el teatro.

Nació en Londres en 1925 y murió en París el sábado 2 de julio de 2022. Fue uno de los grandes maestros de las artes escénicas. Su enorme compromiso social y estético con los escenarios fue galardonado con los Premios Princesa de Asturias de las Artes; Tony; entre otros. Perseverante y amante de la innovación, se instaló en París en la década del ´70 y trabajó en versiones revolucionarias de obras clásicas, y también como crítico teatral, cinematográfico y operístico. Fue el teórico e investigador más renombrado del último siglo, sus conceptos y reflexiones han influido en muchas generaciones de hacedores teatrales del mundo entero. Sus conocimientos generaron intercambios muy fructíferos en las culturas de Europa, África, Asía y América. Dirigió a la francesa Jeanne Moreau, al enorme Orson Welles y al británico Laurence Olivier. Con sus 97 años, dejó un legado extraordinario que llevará años de lecturas y relecturas. “El resto es silencio” junto a un enorme agradecimiento a la conmoción social por su pérdida, publicó en las redes sociales su hija Irene Brook ante la noticia de su muerte.

“Cuando se nos induce a creer en esta verdad, entonces el teatro y la vida son uno. Se trata de un alto objetivo, que parece requerir duro trabajo. Interpretar requiere mucho esfuerzo. Pero en cuanto lo consideramos como juego, deja de ser trabajo. Una obra de teatro es juego.”

Hoy, despedimos al fundador del “Centre international de recherche théatrale”, al hijo de inmigrantes judíos, al padre de Simón e Irina, al gran teórico sólo comparable a la figura de Konstantin Stanislavsky, al dramaturgo, director, adaptador y maestro más importante de los últimos tiempos. Para quienes nos hemos conmovido con sus obras y para las generaciones que lo hemos leído, visto y valorado, sabemos que el teatro universal hoy está de luto. El silencio de su ausencia significará el espacio vacío más extenso para los escenarios del mundo.

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[1El espacio vacío, Arte y Técnica del teatro fue uno de sus libros célebres publicado en 1968.