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Red Internacional
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Adiós al ferrocarril en La Pampa: despidos y clausura definitiva del servicio de pasajeros

A partir de diciembre darán de baja a 21 contratados de Ferrobaires que garantizaban mantenimiento de estaciones y patrimonio ferroviario en la Provincia. Pasividad cómplice de la Unión Ferroviaria.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Viernes 10 de noviembre de 2017 13:16

Diversos medios provinciales dieron cuenta en el día de ayer de una noticia que conmovió a La Pampa: los 21 trabajadores ferroviarios que resguardaban y mantenían estaciones, material rodante (locomotoras y vagones), vías y predios ferroviarios serán despedidos –o dados de baja, porque se encuentran contratados-, situación que significa el fin del sueño de la vuelta del ferrocarril a esa provincia.

Los empleados, que forman parte de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Ferrobaires, a cargo del servicio de trenes de Once a Santa Rosa y General Pico desde 1994), serán cesanteados a partir del 1º de diciembre, sin indemnización. Aunque paulatinamente se fue levantando el servicio, 17 empleados ferroviarios en General Pico, 3 en Santa Rosa (capital provincial) y 1 en Toay, eran la garantía de que aún podía recuperarse el servicio ferroviario. Con estos despidos, se evapora la última esperanza: se trata de conductores, mecánicos, electricistas, boleteros y administrativos, incluyendo un jefe de estación a punto de jubilarse. Aunque el servicio de trenes de carga –en manos de Ferroexpreso- se mantiene sin cambios, esta noticia significa el fin del servicio de pasajeros.

Pasividad cómplice de la Unión Ferroviaria

En conferencia de prensa, Javier Thomsen (secretario administrativo de la seccional La Pampa de la Unión Ferroviaria) explicó que la noticia fue adelantada a los empleados en una reunión con la empresa y que aunque aún no están los telegramas, la decisión ya es un hecho porque “no les interesa el tren a La Pampa, sino los hubieran pasado a SOFSE” y aseguró que la baja sería sin indemnizaciones. “Es para achicar el déficit del Estado, parece que los trabajadores somos el problema de la Argentina”, declaró el sindicalista y refiriéndose al proyecto de reforma laboral agregó que “Es preocupante no sólo por esta gente que ahora se quedan sin trabajo sino por los que todavía lo tienen”, indicó como si se tratara de un panelista de “Polémica en el Bar” y no de un dirigente gremial en condiciones de tomar medidas o exigirle a la conducción nacional de la Unión Ferroviaria que tome cartas en el asunto.

“Hubo gobiernos anteriores que trabajaron de una forma y ante la gente perdieron credibilidad, como de mi partido el peronismo, y (la gente) pensó en un cambio porque se cansó (…) y no pensó en este tipo de situaciones que hoy nos toca vivir. Esperemos que se vaya encaminando, nadie quiere que a este Presidente le vaya mal”, concluyó con su resignado análisis. Consultado por periodistas locales sobre los próximos pasos, Thomsen fue lapidario: “Estamos permanentemente reunidos, pero ya es caso cerrado”.

Incremento de despidos mientras dirigentes sindicales se sacan “selfies” con la gerencia

La ubicación pasiva de la conducción del principal gremio ferroviario no es nueva y es la expresión que tiene en el ferrocarril la tregua ofrecida por las conducciones sindicales al gobierno macrista. Pero se torna escandaloso porque se produce ante un aumento de la cantidad de despidos, refuerzo en mecanismos de control a los trabajadores y aprietes encubiertos para bajar el índice de accidentados y enfermos, entre otros problemas.

La problemática de los despidos se agrava en el gremio ya que comenzaron a efectuarse despidos sin causa, es decir con indemnización pero con el objetivo de desafectar a personal que la gerencia considera “no redituable” o “poco productivo” por padecer afecciones o muchos días de baja por ART. En la línea Roca se constataron una decena. También pende la amenaza sobre trabajadores tercerizados, como denuncian ferroviarios de la contratista Ci5 en la línea Sarmiento.

Ante este panorama, la respuesta de la cúpula nacional de la Unión Ferroviaria (comandada por la pedracista Lista Verde de Sergio Sasia) es de amistosa convivencia con funcionarios del Ministerio de Transporte y la gerencia de Trenes Argentinos.

Una de las principales referentes del gremio, la excandidata por las listas de Florencio Randazzo en Buenos Aires Karina Benemérito, publicó “selfies” paseando sonriente por la línea Roca junto a Marcelo Orfila (presidente de SOFSE-Trenes Argentinos). Sólo sectores opositores y antiburocráticos alzan su voz ante el avance del ajuste en el ámbito ferroviario y comienzan a organizar la pelea contra los despidos y la tercerización, una forma de –como demuestra el caso de La Pampa- defender al ferrocarril como servicio público.