Su libro sobre las desapariciones forzadas en Argentina durante la “democracia” es de lectura obligada para entender varios de los dispositivos estructurales del aparato represivo del Estado, gobierne quien gobierne. Aquí conversa sobre cuánto “garpa” la mano dura en la campaña de las coaliciones gobernantes, qué efectos nocivos tienen las ambigüedades progresistas y cuán indispensable es la lucha desde abajo.
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Daniel Satur @saturnetroc
Miércoles 12 de julio de 2023 09:04
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Foto Camila Meconi | archivo Anccom
Adriana Meyer es madre de mellizos. Le apasionan el mar, los gatos y el jazz. Y es periodista. Redactora de la sección Política del diario Página|12, columnista del programa “Marca de Radio”, colaboradora de La Izquierda Diario, Cítrica, Perycia, Acción y Presentes. Y además es docente en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
En 2021 salió a la luz su libro Desaparecer en Democracia. Cuatro décadas de desapariciones forzadas en Argentina (Marea Editorial). Se trata de una obra de lectura obligada para entender una historia acallada por todos quienes condujeron el régimen constitucional desde la posdictadura hasta hoy. Una investigación de años que se plasma en capítulos separados según cada período de gobierno, desde Raúl Alfonsín a Alberto Fernández, a lo que se suma un apartado especial dedicado a las desapariciones de miembros de comunidades indígenas.
En esta conversación, Meyer habla desde su experiencia propia, cubriendo infinidad de casos de desapariciones, muertes bajo custodia, gatillo fácil y causas penales donde la violencia del Estado está a la orden del día. Un “balance” de la gestión del Frente de Todos, el papel que juega Sergio Berni en el oficialismo frente a la agenda represiva de la oposición de derecha y la necesidad de la coordinación por abajo de quienes luchan realmente contra la represión y la impunidad.
La entrevista es parte de un dossier especial que presentamos en La Izquierda Diario , junto a otras dos entrevistas. En una, Ricardo Ragendorfer habla desde su investigación sobre Bullrich, plasmada en su libro Patricia. De la lucha Armada a la Seguridad. En la otra Carla Lacorte, víctima de gatillo fácil y referente del PTS en el Frente de Izquierda-Unidad, describe su mirada a partir de ser autora de La disciplina de las balas. Análisis en primera persona del gatillo fácil y la represión de la protesta en Argentina. Con visiones que se encuentran en algunos puntos y difieren en otros, este dossier propone un “diálogo” virtual entre las tres entrevistas.
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Mirando a lo que está pasando en Jujuy, donde el represor Morales es potencial futuro vicepresidente, y del otro lado viendo a Berni como cabecera de lista de diputados de Unión por la Patria en una sección electoral importante de la Zona Norte, ¿qué relación ves entre la agenda represiva y las elecciones?
A diferencia de lo que se podría razonar sobre que en tiempos electorales se cuidarían más, veo que es al contrario. Como aparentemente da rédito electoral reprimir la protesta social, hoy veo que se intensifican las declaraciones y los gestos con los que buscan mostrarse más “feroces”. En el caso de Morales directamente lo pone en práctica sin ningún pudor contra la pueblada que se le planta y hasta debe considerar como cucardas que se le cuelgan los repudios de diversos organismos y hasta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Pero, más en general, veo un vínculo entre todas las expresiones políticas de la supuesta “grieta”, donde supuestamente garpa a nivel electoral esa apostura. En la provincia de Buenos Aires vimos que aquellas cuestiones que “cruzan la línea”, como por ejemplo fue la desaparición forzada de Facundo Castro, dicen ’bueno, démosla vuelta, hagamos relato y tratemos de ensuciar a las personas que actuaron en la causa, ensuciemos a los familiares y digamos que Facundo de ahogó solo, igual que Santiago Maldonado’. Relato ficción, ¿no? No relato político. Lo cual coloca a quienes operan en ese sentido, política y periodísticamente, en la misma actitud que el gobierno de Mauricio Macri y Patricia Bullrich cuando fue lo de Santiago Maldonado.
Parece que hoy por hoy, para los partidos mayoritarios, rinde más exhibir mano dura que el clientelismo y las prebendas tradicionales en tiempos de campaña, como repartir subsidios, difundir obras, largar líneas de crédito barato y otras.
Si tuvieras que hacer un “balance” de la gestión del Frente de Todos en este tema, ¿qué elementos te parecen más críticos o preocupantes? ¿Qué podés decir de la violencia estatal en general, de las desapariciones forzadas, el gatillo fácil, etc.?
Vuelvo al ejemplo de la desaparición y muerte de Facundo Castro. Salvo pequeños matices, la actitud de la gestión del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires no varió demasiado de la actitud que tuvo el anterior gobierno ante las desapariciones que ocurrieron en ese período. Y también tuvimos la desaparición de Luis Espinoza en Tucumán, que también se dio en el contexto de la cuarentena y el aislamiento social, preventivo y obligatorio con la excusa de “cuidarnos”. Ése caso lo seguí de cerca y ahí vi que hubo cierto accionar de algunos funcionarios del área de Derechos Humanos presionando para que el caso se resolviera medianamente rápido. De hecho el cuerpo de Espinoza no estuvo meses desaparecido sino una semana e, incluso, están siendo enjuiciados los policías involucrados. O sea que, cuando hay decisión política, se puede por lo menos esclarecer más rápido.
Vos también seguís de cerca la criminalización de los pueblos originarios. ¿Cómo ves ese "balance" en este aspecto?
En tu libro recorrés los cuarenta años de “democracia” y hay casos ocurridos recientemente que no se diferencian mucho de otros de años atrás. ¿Cómo vez en perspectiva tanto el flagelo de las desapariciones forzadas como de otras tantas violencias del Estado?
Decía que en el caso de Luis Espinoza en Tucumán se vio que si hay decisión política es posible esclarecer rápido un caso. Ahora bien, evitar las desapariciones forzadas y bajar las cifras de muertos es otra cosa. Al contrario, lo que vemos es que aumentan, independientemente del gobierno de turno.
Volviendo a Berni, ¿por qué creés que se da la aparente “contradicción” entre la gestión “proge” del Frente de Todos en PBA y el sostenimiento de un ministro derechista y complicado en varios casos de encubrimiento de crímenes atroces?
Me parece que esa anécdota explica la inexistente contradicción de las gestiones “progres”. Casi parafraseando a Groucho Marx, para un grupo tienen determinados principios y para otros grupos tienen otros. Pueden presentarse como los grandes defensores de los derechos humanos y al mismo tiempo reprimir en Guernica. Por supuesto, para justificar que son el “Estado bueno” y defienden los derechos humanos, a los pobres de Guernica tienen que criminalizarlos porque “seguramente están cometiendo algún delito y merecen ser reprimidos”. Aquella respuesta de Néstor hoy es replicada por Kicillof y por Cristina en el caso de Berni.
Berni no es sólo lo que vemos hoy. Él se convirtió durante muchos años en un funcionario que “sí funcionó”, y mucho, en favor de los intereses de los Kirchner. Hace tres décadas se hizo fue el médico que se infiltró entre los mineros de Río Turbio, para espiarlos, cuando estaban haciendo una importante protesta. Se hizo pasar por alguien que iba a ayudarlos profesionalmente. Bueno, ése es Sergio Berni. Además de haber sido carapintada, es decir alguien de convicciones democráticas muy flojas.
Estuviste el viernes pasado en una Audiencia Pública sobre estos temas convocada por las bancas del FITU en la Legislatura Bonaerense. ¿Cómo ves a la organización popular que tenemos en estos momentos, en cuanto a instancias de frente común para luchar y reclamar verdad y justicia?
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Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc