×
×
Red Internacional
lid bot

Precarización. Adultos mayores regresarán a trabajar de manera precaria en Walmart

Luego de diversas protestas, Walmart anuncia que el acuerdo con el INAPAM de dejar trabajar a adultos mayores en sus sucursales sigue en pie.

Jueves 1ro de julio de 2021

El pasado 18 de junio, adultos mayores marcharon al Zócalo exigiendo que Walmart les regrese el trabajo que perdieron al inicio de la contingencia sanitaria por COVID-19.

Semanas antes, el Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores (INAPAM) había anunciado que las personas de la tercera edad podrían regresar a sus trabajos como empacadores a los supermercados, pero Walmart había roto dicho acuerdo.

El descontento no sólo era porque dicho sector llevaban más de 15 meses sin recibir ingresos, sino porque lo único que hizo Walmart fue darles mil pesos y una despensa. Ante el cinismo revelado en las redes sociales, y después de las declaraciones de AMLO donde dijo que haría un llamado a la empresa para que ayudase, la cadena de supermercados no tuvo de otra más que ceder ante las exigencias y regresarle sus puestos de trabajo a los "cerillitos" en aquellos lugares donde hay semáforo verde.

Sin embargo, aunque esta nueva medida implementada por Walmart fue producto de la presión que ejercieron adultos mayores, quienes decidan aceptar regresar a trabajar, lo harán en las condiciones en las que lo han hecho siempre: sin salario ni contratos y a expensas de las propinas de los clientes. Lo que está de fondo, en realidad, es que este tipo de trabajos, ultrapecarios, sea lo único a lo que pueden acceder las personas mayores de 60 años porque no cuentan con una pensión digna después de haber trabajado toda su vida.

¿Qué hacer?

Los empacadores de Walmart no fueron las únicas personas que perdieron sus empleos durante la pandemia, a esas decenas de miles podemos sumar millones de trabajadores informales que perdieron su fuente de ingresos, e incluso trabajadores formales que fueron despedidos.

Mientras millones de personas se quedaban sin ingresos, millones de trabajadores salían día con día a viajar en transporte público, expuestos totalmente al virus, rumbo a sus centros de trabajo para alimentar a sus familias o pagar los estudios, producto de la reactivación económica, que fue una política del gobierno para que los intereses de los dueños de las grandes empresas no se vieran afectados.

Esto nos muestra la necesidad de que la demanda que alzaron los adultos mayores para que les regresaran sus trabajos, en realidad tiene que avanzar en exigir pensiones dignas para que no tengan que trabajar y menos expuestos al Coronavirus. Sin embargo, miles de personas mayores se ven obligados a tener dichos trabajos para contar con un ingreso, ante la falta de pensiones y jubilaciones dignas. Ser empacador, o cualquier otro trabajo, debería de contar con plenos derechos laborales y un salario que rinda para cubrir como mínimo la canasta básica.

A la par de exigir derechos laborales, es necesario la construcción de comisiones de salud que gestionen lo necesario para que ningún empleado de supermercado esté expuesto a enfermarse de COVID-19, y que los gastos de los insumos corran por cuenta de la patronal.