Lo afirmó la directora de la Organización Panamericana de la Salud a raíz de la reanudación de pruebas en humanos que se habían detenido por reacciones adversas en un voluntario.
Jueves 17 de septiembre de 2020 00:30
La vacuna más prometedora hasta el momento, desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, volvió a retomar las pruebas en humanos tras haber sido suspendidas a causa de un voluntario que tuvo reacciones adversas.
Pero la buena noticia pronto fue matizada por Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En conferencia de prensa virtual, la funcionaria sostuvo que “Aunque el mundo entero se apresura a desarrollar nuevas herramientas para prevenir y curar la COVID-19, una vacuna segura y eficaz que pueda fabricarse y distribuirse a gran escala no está a la vuelta de la esquina”.
La experta advirtió igualmente que en la última semana el continente americano "alcanzó dos hitos sombríos: más de medio millón de muertes y casi 15 millones de casos” positivos confirmados.
También señaló que la propagación del virus ha cedido en algunos puntos de la región, como en Estados Unidos, tras largos meses de colapso sanitario por la desidia del presidente Trump. No obstante, Etienne aclaró que todavía hay zonas del país en las que se están registrando “incrementos preocupantes” contagios.
“La situación en otros países es incluso más compleja”, puntualizó, al mencionar cómo en algunas zonas de Colombia fronterizas con Venezuela. Allí se ha visto que los casos han aumentado “diez veces” en los últimos 15 días, y alertó de “patrones similares” en Argentina y de “incrementos drásticos” de casos en Jamaica, Bahamas y República Dominicana.
En el caso de México, apuntó, las tasas de mortalidad están “aumentando en algunas zonas”, al igual que en Ecuador, Costa Rica y Bolivia. Hay que recordar que estos países andinos también tuvieron enormes brotes y un colapso sanitario hace pocos meses, de los que no se han recuperado ya que sus gobiernos persisten en la desfinanciación de los sistemas públicos de salud, mientras que el sector privado especula para obtener mayores ganancias.
Etienne aludió también a la decisión de muchos países de la región de reanudar la vida social y pública por razones que consideró “comprensibles”, como la necesidad de que los niños estudien, que las familias perciban recursos y que se no detenga para “siempre” el comercio mundial. Sobre este particular, alertó que abrir demasiado pronto, le da “más espacio” al virus para propagarse y poner a las poblaciones en riesgo.
“No hay que mirar más allá de Europa, donde varios países que anteriormente aplanaron sus curvas están viendo ahora un resurgimiento de las infecciones”, sentenció Etienne, quien llamó a llevar la vida diaria “de una nueva manera”, manteniendo la distancia social y con espacios públicos adaptados, entre otros.
De igual forma se dirigió a Bolivia, Brasil, Chile y EE.UU., países que se preparan para celebrar elecciones y los invitó a tener una “planificación cuidadosa” para prevenir la propagación de la enfermedad. Al concluir, llamó a las autoridades a no equivocarse, ya que si sus sistemas de salud no están preparados “no es el momento de reabrir”.