Alberto Fernández inauguró el año legislativo con un discurso electoral. Sin cambiar el rumbo, en 2021 habrán aumentos de tarifas, y negociación con el FMI para pagar un endeudamiento maratónico y fraudulento. Insistió con el pacto social que le ponga techo a los salarios, que cada vez compran menos.

Guadalupe Bravo Economista | @GuadaaBravo
Lunes 1ro de marzo de 2021 23:57
Sergio Massa Presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Fernández Presidente de la Nación y Cristina Kirchner vice Presidenta de la Nación, durante el inicio de sesiones legislativas para el año 2021. Lunes 1/03//2021, Ciudad de Buenos Aires. Prensa Presidencia.
Otro inicio de sesiones ordinarias legislativas, la número 139, esta vez encabezada por Alberto Fernández, quien expuso un discurso minuciosamente preparado. Muchos analistas señalaron el carácter defensivo del mismo, ya que ante la ausencia de resultados positivos para mostrar, hizo eje en culpabilizar a la pandemia y la herencia macrista. Este es un año electoral, lo que explica la dedicación a ensanchar la grieta con la oposición de derecha.
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La deuda con el FMI que creció estrepitosamente bajo el macrismo, y el descongelamiento tarifario de la energía, fueron dos ejes centrales de un discurso con sabor a ajuste. Repasamos las principales propuestas en materia económica presentadas por Fernández:
*Acuerdo de precios y salarios: "para nosotros la recuperación de los ingresos reales constituye un elemento fundamental para el crecimiento, esta recuperación es un objetivo prioritario para 2021", sostuvo Fernández. Entre las promesas de campaña y la necesidad de aumentar el consumo, según datos oficiales en el primer año de gestión del Frente de Todos los salarios acumularon una suba de 33%, por detrás del nivel general de precios medido por el IPC que fue de 36,1 %.
Si comparamos el promedio salarial entre 2020 versus 2019, los resultados acreditan que la caída para trabajadores privados registrados fue de 1,5%, para sector público la baja fue de 6,2%, el total registrados cayó 3,3%, y el no registrado tuvo una pérdida de 5,2%. El salario mínimo, vital y móvil que a partir de marzo es de $21.600 traspasó la línea de la indigencia que según el Indec fue de $ 23.722 en enero.
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El mandatario agregó "queremos hacer que los salarios crezcan y los precios se estabilicen". Para lograrlo insisten con la necesidad de poner en pie un pacto social entre empresarios y representantes sindicales. Pero los acuerdos de precios se mostraron insuficientes para frenar la suba inflacionaria, como el de la carne: “el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina) midió en la primera y segunda quincena de enero una suba de la carne del 73% en 12 meses. Todo esto pese a la vigencia de precios cuidados, precios máximos y las inspecciones de la secretaría de Comercio”, señalaba a este medio el periodista Juan Manuel Barca.
La única receta del gobierno para frenar la dinámica de precios es anclar los salarios, buscan paritarias atadas a metas presupuestarias del 29 % que están muy por detrás de las proyecciones privadas que llegan al 50 %. Ni hablar de recuperar lo perdido bajo el macrismo, los trabajadores no pueden seguir pagando el costo de esta crisis. Según la estimación que realizan los trabajadores de la Junta Interna de Ate Indec en enero el salario debería ser de $ 85 590 para cubrir los consumos mínimos de una familia.
*Tarifas: ¿Qué va a pasar con la dinámica de precios cuando el descongelamiento tarifario se complete? Probablemente como sucedió bajo el macrismo, esto retroalimente la suba del nivel general de precios. Aun en pandemia y ante una delicada situación social para las amplias mayorías, Alberto Fernández confirmó que se vienen aumentos. Las subas serían segmentadas, el presidente se refirió a una situación de” emergencia energética”, a la necesidad de “desdolarizar” las tarifas de la energía y todo esto estaría contenido en un proyecto de ley con detalles aún desconocidos.
Y sostuvo: “Entre 2016 y 2019 el aumento de las tarifas de luz y de gas se convirtieron en un verdadero martirio para los argentinos. Las empresas productoras, transportadoras y distribuidoras obtuvieron cuantiosas ganancias que en muchos casos acabaron en el bolsillo de los accionistas sin que el Estado les exigiera un plan de inversiones para sostener la calidad de los servicios”.
Sin embargo, la semana pasada la Secretaría de Energía emitió la resolución 131/2021 que dispuso un aumento en las tarifas de electricidad para empresas y comercios que rondan el 89% para 2.900 grandes consumidores. La privatización de los servicios públicos y la dolarización de las tarifas en los noventa, bajo el menemismo siguen siendo una pesada herencia que ningún gobierno revirtió. Alberto Fernández no cuestiona el modelo privatista y no está dispuesto a retrotraer los tarifazos del macrismo, un saqueo al bolsillo de los trabajadores que se mantiene. El acceso a los servicios es un derecho esencial, no puede seguir siendo una actividad administrada en función de lucro capitalista.
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*Deuda y FMI: el momento más álgido de la jornada estuvo relacionado al escandaloso endeudamiento macrista con el Fondo Monetario Internacional, por el préstamo Stand By de 44.000 millones de dólares. “La mayor administración fraudulenta de la historia” exclamaba el presidente, quien también señaló que gran parte de esa deuda se usó para financiar la campaña electoral de Cambiemos. Y, aunque el Fernández lo omitió, gran parte de esos dólares fueron a financiar la fuga de capitales que constantemente llevan adelante los empresarios de la burguesía nacional, las multinacionales y los especuladores.
Alberto Fernández anunció que iniciará una querella contra el ex presidente Macri y los funcionarios responsables de llevar adelante esta estafa en tiempo récord. No podía estar por detrás del propio FMI que el mismo lunes anunció una investigación sobre la millonaria suma entregada al país en 2018. El nivel de repudio sobre el fraudulento proceso de endeudamiento es contradictorio con la resolución de seguir pagando cada dólar. La diputada del FIT Myriam Bregman sacaba a la luz un dato clave: ya existen sobradas denuncias sobre ex presidente por el proceso de endeudamiento con el FMI como la causa radicada en el Juzgad Federal N°5 expediente 3561/19 “Macri y Otros s/Defraudación por administración fraudulenta” y conexas. La realizada por la diputada del Frente de Todos, Fernanda Vallejos (Expediente original 3613/2019) denunciando a Macri, Peña, Dujovne, Sandleris, Lagarde, Lipton, Werner, y Cardarelli. El dirigente social del CTEP, Juan Grabois presentó ante la justicia una denuncia (Expediente original 5658/2019) contra Macri, Dujovne, Lagarde, Lipton, por delitos de administración fraudulenta, asociación ilícita e incumplimiento deberes. En el mismo sentido, el presidente del Banco Nación, Claudio Lozano radicó una denuncia (Expediente original N° 8.853/2019) contra Macri, Dujovne, Sandleris. ¿No lo sabían? Una real investigación sobre la deuda odiosa se vuelve imprescindible, para terminar con el flagelo que causa sobre el pueblo trabajador continuar negociando con el FMI. Pero Alberto Fernández no tiene eso en mente, remarcó que no piensa “incumplir” y que seguirá negociando para llegar a un acuerdo con el Fondo.
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La única deuda es con los trabajadores
Un reciente informe de Manzanelli y Garriga en Cifra-CTA confirma que “entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2020, la mitad de los trabajadores tuvieron caídas superiores al 19%". Pero no todos perdieron en esos años, en el mismo informe señalan que mientras los costos laborales se achicaban "se incrementaron considerablemente los márgenes de ganancia en el sector privado, especialmente entre 2017 y 2020. En esos años la participación del excedente bruto en el valor agregado del sector privado ascendió del 46,4% al 50,4%, lo que equivale a un incremento del 8,7%".
El primer año de gestión de Alberto Fernández implicó pésimos resultados para los trabajadores y sectores vulnerables, mostrando sus prioridades. La imagen de topadoras destruyendo casillas en Guernica, en la toma de tierras producto del urgente problema de vivienda que sufren muchas jóvenes madres solteras no se borra. Un Gobierno que no habla de recuperar lo perdido los años previos a la pandemia ni en términos de poder de compra, ni de tarifazos. No están dispuestos a tocar los intereses de los capitalistas, haciendo que el peso de la crisis recaiga sobre los mismos de siempre, trabajadores, jubilados, las mujeres y la juventud.
Proponen seguir negociando el pago de una deuda fraudulenta tomada contra los intereses del pueblo trabajador, hipotecando el futuro de nuevas generaciones, como hicieron con los bonistas privados. Se necesitan salidas de fondo para terminar de una vez con las condiciones de atraso y dependencia que se profundizan con la deuda externa. Un desconocimiento soberano y echar al FMI.
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Guadalupe Bravo
Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.