El Gobierno, a través de su ministro de Defensa, indemnizará a 25 militares que habían sido pasados a retiro por declaraciones a favor de la dictadura.
Lunes 5 de noviembre de 2018 11:16
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, anuló una resolución de 2010 que había pasado a retiro a 25 militares firmado por la ex ministra de esa cartera bajo el kirchnerismo, Nilda Garré. Los 25 militares eran familiares de genocidas.
Según explicó la titular del Ministerio de Defensa en varios medios, la decisión la habían tomado junto a la ex presidenta, por no “manifestar conductas democráticas”.
La ex ministra se refería a situaciones como la del teniente coronel Roberto Augusto Vera, quien reivindicó en un acto ante soldados, la lucha “contra el terrorismo apátrida que pretendía cambiar la bandera por un trapo rojo” y otras declaraciones de estos militares reivindicando la dictadura.
De todas formas, no hay que dejar de resaltar la doble vara del kirchnerismo que, mientras pasaba a retiro a estos militares y juzgaba a algunas figuras icónicas del terrorismo de estado, promovía como jefe del Ejército a un militar acusado de crímenes de lesa humanidad, César Milani. A la vez que durante 12 años de gobierno se negó sistemáticamente a abrir los archivos de la dictadura para condenar a todos los militares, eclesiásticos y empresarios que participaron del golpe, a la vez que poder obtener información sobre el paradero de los cientos de chicos y chicas expropiados por los militares.
Ahora el Ministerio de Defensa pretende anular aquella resolución e indemnizar al grupo de 25 militares y reconocerles estos 8 años de retiro y la compensación inmediata del dinero que les hubiese correspondido de haber seguido en funciones.
Aguad afirmó que anuló la resolución porque era “ilegitima”, un “acto irregular” y un acto de “populismo del anterior gobierno”. Pero el ministro no dijo nada respecto a las declaraciones pro-dictadura de los oficiales.
Pero detrás de este “acto simbólico” (como dijo el propio ministro) se esconde un discurso que pretende relegitimar a las Fuerzas Armadas y que pretende avanzar en la impunidad de los militares que llevaron adelante el genocidio en los años ’70.
En el marco del ajuste brutal que lleva adelante el Gobierno y los gobernadores junto al FMI, ajuste que sólo se profundizará, el macrismo pretende fortalecer a los militares por si la situación se sale de control y la rabia de los trabajadores y el pueblo inunda las calles.
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El “nuevo rol” que pretende darle el gobierno a las FF.AA no es más que reorganizarlo para la represión interna, algo con lo que ya cuenta con una parte del peronismo, comoMiguel Ángel Pichetto que dijo que había que reconstruir al ejército.
El reciente acenso de Bolsonaro en Brasil, donde las fuerzas armadas del país vecino tienen ahora uno rol más preponderante en la política nacional brasileña, va alentando a que los sectores más conservadores y pro militares en nuestro territorio vayan levantando la cabeza.