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Red Internacional
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La Plata. Ajuste a trabajadoras de dispositivos contra la violencia de género

Entrevistamos a las profesionales que trabajan en la única casa-refugio en la ciudad con más femicidios del país. A sus previas condiciones de precarización laboral suman una nueva quita de derechos, ajuste salarial y despidos en el municipio de Alak que desde la oposición también aplica la motosierra.

Lunes 15 de abril de 2024 17:43

Forman un equipo interdisciplinario de diversas profesiones (Abogacia, Lic.en Psicologia y Lic. en Trabajo Social). Todas trabajan en el único dispositivo que existe en la ciudad de La Plata para albergar mujeres y diversidades víctimas de situaciones graves de violencia por razones de género. "Vienen con situaciones de extrema violencia y mucha vulnerabilidad, sin ingresos socio económicos, precariedad en los vínculos y redes afectivas. Muchas veces con padecimiento de salud mental y consumos problemáticos”. Por motivos de seguridad de la institución no transcribiremos sus nombres.

-¿En qué consiste su trabajo?

S: Es un dispositivo donde trabajamos con situaciones de violencias por razones de género de alto y altísimo riesgo. En una población etaria entre los 20 y 50 años de edad, donde también se reflejan padecimientos de salud mental y consumos problemáticos, saber esto es muy importante por los efectos que generan las características del dispositivo cerrado diseñado para proteger a las mujeres. Nuestras estrategias profesionales consisten en acompañarlas, escucharlas y asesorarlas; son relatos muy fuertes, de mucho sufrimiento. Hacemos un trabajo minucioso con el objetivo de identificar vínculos que puedan contenerlas, y es muy difícil de encontrar ya que sabemos que uno de los mecanismos propios de los agresores es aislarlas.Paralelamente a dicho trabajo, se realiza asesoramiento jurídico solicitando medidas de protección a partir de la evaluación del riesgo.

T: En nuestra experiencia laboral tenemos sistematizado aproximadamente 200 mujeres desde que existe el dispositivo inaugurado en 2017. Cuando hablamos de la implementación de la política pública damos cuenta de esto, que son mujeres de sectores populares, la mayoría no pudo terminar el nivel educativo primario, en muy raras excepciones finalizaron el nivel secundario. Nosotras propiciamos -en función de su deseo y en abordaje interdisciplinario- la continuidad pedagógica de ellas y sus hijes a partir de estrategias en corresponsabilidad con las instituciones educativas.

- ¿Es una política municipal?

T: Si, y a su vez el dispositivo está inmerso en la red de hogares a nivel provincial. Estamos en esta corresponsabilidad por depender de la Secretaria de Políticas de Género y diversidad de la Municipalidad de La Plata, y por supuesto nos solidarizamos con los Servicios Locales perteneciente a la Dirección de Niñez y Adolescencia que también sufrieron las situaciones de despidos masivos que están haciendo en la ciudad, nosotras articulamos con los profesionales que trabajan con las niñeces. Decimos esto ya que las políticas, Programas y Becas son insuficientes por lo que nos vemos en la necesidad permanente de redoblar el esfuerzo en el diseño e implementación de las intervenciones profesionales. Actualmente, continuamos en un proceso de transición sin una autoridad oficial responsable del dispositivo.

S: Como parte del proceso de salidas de las violencias construimos un taller semanal donde se abordan diferentes situaciones, en particular las trayectorias de vida, deseos, intereses y la planificación de un egreso institucional libre de violencias. Allí las mujeres empiezan a pensarse en su singularidad paradójicamente estando en esa situación. Vale mencionar que no realizamos tratamientos, por lo que articulamos con efectores de salud cercanos que propicien un tratamiento psicológico en un abordaje integral.

-¿Cuánto cobra una profesional por hacer todo ese trabajo?

S: Estamos por debajo de la línea de pobreza, nuestros salarios oscilan en los 200 mil pesos al mes. Somos planta temporaria desde que ingresamos, respecto a las condiciones edilicias no contamos con una oficina, ni un lugar mínimamente iluminado y con ventilación. Además es un lugar que no está separado del hogar y esto no es menor porque necesitamos una distancia operativa que separe la convivencia ya que las mujeres llegan con muchas necesidades, una carga importante de sufrimiento y eso genera demandas ilimitadas y nosotras tenemos que poner un límite a esa demanda para poder trabajar, alojarlas y ver qué estrategias diseñamos, necesitamos silencio y un lugar adecuado para realizar los informes con el aporte de las distintas disciplinas, nos moviliza el deseo de no realizar prácticas profesionales Iatrogénicas.

T: Podemos mencionar también que no tenemos computadora, usamos nuestras cosas personales; sin agua para tomar y el baño en condiciones de mucha precariedad; la luz es de emergencia y el lugar se inunda, tiene filtraciones en las paredes.

  •  ¿Tenían expectativas en el cambio de gobierno municipal de la gestión de Cambiemos a Unión por la Patria?

    S: Como equipo teníamos muchísima expectativa en la gestión del 2024 hasta el duro golpe que tuvimos con los despidos este año. No solo no mejoró nada sino que empeoró la situación. Estuvimos despedidos en febrero, cosa que antes no había pasado, antes por lo menos cobrábamos todos los meses en la misma fecha.

    T: Veníamos muy esperanzadas con el cambio de gestión además por un gobierno que hizo campaña con las políticas de género. Siendo asi, integrantes del Equipo interdisciplinario, del Equipo técnico y el chofer (que es con quien hacíamos todas las salidas en territorio y hasta la delegada de ATE fueron despedidos). Hicimos retención de tareas, garantizando guardias mínimas, nos organizamos y conseguimos revertir este atropello, pero fue un momento muy duro ya que somos madres y sostén de hogar.

    -Empezaron a organizarse contra esos despidos. ¿Ahora por qué pelean?

    T: Todos los días garantizamos como equipo un acompañamiento y sabemos que cuando las mujeres egresan se encuentran en absoluta soledad, por eso la importancia de visibilizar estas situaciones. No da lo mismo que exista o no exista el dispositivo. Es el único en la ciudad y recibe personas de Berisso, Ensenada y de la provincia de Buenos Aires. Conocemos lugares que son de mucha precariedad, desolación y la situación de las compañeras de los otros equipos no son distintas de lo que nosotras vivimos. Por eso también es el malestar que tenemos porque sabemos que es un lugar imprescindible para las intervenciones que se realizan, y tenemos un interés genuino.

    S:No se trata sólo de un problema de bajos salarios sino de las condiciones y el bajo presupuesto que se destina, lo cual habla sobre la indiferencia que se le está dando a una problemática de violencia de género con toda la complejidad que tiene y la cantidad de situaciones graves que existen.

  •  ¿A quién responsabilizan por esto?

    T: Nosotras estamos indignadas con el gobierno nacional por todos los recortes de presupuestos de la política pública dando de baja programas que son imprescindibles para la vida de las mujeres y las personas con las que intervenimos, nuestra labor depende también de Desarrollo Social y el Ex Ministerio de las Mujeres –hoy secretaría de Capital Humano-. Estas medidas en detrimento de los derechos conquistados las esperamos respecto al gobierno nacional, pero cuando analizabamos la gestión en la ciudad de La Plata pensábamos que por lo menos estaríamos mejor que en la gestión de J. Garro, sin embargo podemos constatar que nuestras condiciones laborales empeoraron en extremo. Ni Garro se animó a echar a cuatro trabajadores en un dispositivo, una de ellas delegada gremial.

    -¿Qué es el “burnout” y qué tiene que ver con el ajuste de Alak?

    S: Es un síndrome causado por los efectos nocivos que genera trabajar con situaciones extremas de vulnerabilidad y sufrimiento, sumado a las condiciones laborales. Este síndrome se evidencia en síntomas producto del desgaste mental, desde crisis de ansiedad, fatiga crónica, palpitaciones hasta vivencias de insomnio, entre otros. Estos efectos podemos verlos incluso en el espacio mismo de trabajo, en cada una de nuestras compañeres. Dado el bajo salario y las condiciones de extrema precarización, esta gestión de Alak viene en detrimento de los derechos laborales y las conquistas que ya teníamos como el día de burnout, (antes llamado “día de toxicidad”) que lo tienen trabajadores del municipio de áreas sensibles y también en provincia.

    T: Tenemos un máximo de 24 horas semanales de trabajo, sin embargo ahora nos están diciendo que nos sacarían ese día por burnout, percibiendo el mismo salario y sin mejoras en nuestros derechos laborales; mencionar también que se burocratizó la presentación de carpetas médicas, lo cual dificulta las licencias médicas y las tareas de cuidado, no tenemos derecho a enfermarnos; se suma también la amenaza constante del control biométrico.

    T: Nuestro salario es muy a la baja, de indigencia, por esta razón todas tenemos pluriempleo para llegar a cubrir la canasta básica que es de 700 mil pesos. Ahí radica el mecanismo perverso. Para ejemplificar queremos mencionar que tenemos un compañero, el chofer del lugar con quien hacíamos visitas e intervenciones domiciliarias de alto y altísimo riesgo.Ese compañero velo por nuestra integridad física cuando en un procedimiento un agresor apuntó con un arma de fuego en un barrio periférico de la ciudad. Hicimos la denuncia correspondiente, en la actualidad ese compañero está despedido.

    -¿Qué hacen los sindicatos respecto de todo esto?

    S: Consideramos que reciben nuestra demanda, pero se encuentran en internas políticas ajenas a los trabajadores, lo cual genera que se disipen nuestros reclamos, sin un plan de lucha que los garantice.

    - Cómo les gustaría terminar esta entrevista?

    T: Visibilizando la gran contradicción en la gestión municipal entre propiciar discursivamente y llevar como estandarte la perspectiva de género y movimiento feminista, mientras que en los hechos se generan despidos, violencia institucional, discriminación por género y hostigamiento a trabajadores de áreas tan sensibles como la nuestra.

    S: La única alternativa en estos cuatro meses consiste en la solidaridad entre trabajadores. No somos “ñoquis”, ese es un sentido común que pretende instalar el diario El dia en la ciudad. Por el contrario, somos quienes sostenemos la institución y queremos seguir brindando nuestros aportes para cambiar la historia en una sociedad desigual.