Si bien menos del 3% de escasos confirmados en menores entre 0 y 18 años, requirieron hospitalización en unidades críticas las cifras ponen en alerta ante una insistente e inminente vuelta a clases mientras enfrentamos el rebrote.

Natalia Sánchez Concejala Antofagasta por el Partido de trabajadores Revolucionarios, Médico del Hospital Regional de Antofagasta y parte de la Agrupación de Trabajadores de Salud "Abran Paso"
Domingo 21 de febrero de 2021
Si bien menos del 3% de los 57.000 casos confirmados hasta noviembre 2020 (73.000 a la fecha) en menores entre 0 y 18 años, requirieron hospitalización en unidades críticas - demostrando la baja virulencia del nuevo coronavirus en las y los jóvenes - las cifras ponen en alerta ante una insistente e inminente vuelta a clases mientras enfrentamos el rebrote.
Aunque el cabecilla del ministerio de salud, Enrique Paris, insistió el pasado lunes que "los niños transmiten muy poco el coronavirus, por lo que no hay temor respecto a eso” refiriéndose a la eventual vuelta a clases y la vacunación de los trabajadores de la educación, la evidencia lo contradice.
Y es que, hasta la fecha la situación a nivel internacional es incierta, sugiriendo lo inseguro que sería aún tomar la decisión de volver a clases incluso con protocolos. Demostrando lo apresurado y poco preparado que sería la política pública de una vuelta a clases, sin completar la vacunación de profesores o incluso sin haber agotado otras instancias como preparar realmente la “aula online” distribuyendo los implementos tecnológicos a quienes no han podido acceder correctamente durante todo un año en vez de gastar $300 millones en campañas publicitarias para conseguir el retorno a toda costa.
La verdad es que, la insistencia de los ministros Paris (salud) como Figueroa (educación), ha demostrado su desinterés en la seguridad de los jóvenes y sus familias, así como de las y los trabajadores de la educación. Motivos que apoyan la idea de que debieran ser estudiantes, profesores, asistentes de aula, apoderados quienes tomen esta decisión de conjunto a medida que avanza el control de la pandemia.
Formulando comités de higiene y seguridad, donde se puedan detectar a tiempo los síntomas más frecuentemente notificados (dolor de cabeza intenso (cefalea 38,4%); tos (36,6%); fiebre (34,4%); dolor muscular (mialgia 26%), y dolor en la garganta al tragar sólidos o líquidos (odinofagia 24,9%), que puedan realizar la trazabilidad y control dentro de la comunidad educativa. Pero con un acento en el plan de vacunación que garantice las dos dosis correspondientes antes del inicio de las clases presenciales.
(PARIS, no mostró “supercontagio” por parte de los niños, encontrando en casi todos los casos un adulto como caso índice)
(AUSTRALIA, mostró casos índices dentro de los centros educacionales tanto de niños como de adultos - trabajadores de la educación - pero con una rápida respuesta se lograron controlar dentro de las primeras 24-48 hrs)
(UK, RINOVIRUS, mostró que la vuelta a clases aumento la recirculación de otros virus)