Explicó que tanto él, como Cristina Kirchner, como Martín Guzmán desean pagar la deuda, en relación a la polémica abierta por las declaraciones de la vicepresidenta. También habló sobre las tarifas y la inflación.

Matías Hof @HofMatias
Domingo 28 de marzo de 2021 20:26
Foto: Télam
“¿Qué posibilidad tenemos nosotros de pagar 18 mil millones de dólares?. Ninguna. La deuda que heredamos en los términos como está es impagable. Estamos viendo cómo negociar con el Fondo para obtener las mejores ventajas. En eso Martín (Guzmán) está trabajando mucho y a mi juicio lo está haciendo muy bien” dijo Alberto Fernández resumiendo la política del Gobierno en relación al préstamo acordado entre la gestión de Cambiemos y el FMI. El objetivo es seguir pagando y solo están negociando cómo hacerlo dados los límites del Estado inmerso en una profunda crisis económica.
El presidente eligió el programa de Horacio Verbitsky para dar su visión de la situación económica durante más de una hora de charla amistosa. Una decisión llamativa, teniendo en cuenta que fue el “Perro” quien dio inicio a la crisis del “vacunagate”.
Esta semana las declaraciones de Cristina Kirchner habían desatado polémica: “No podemos pagar la deuda, no tenemos la plata”, había exclamado. En relación a las distintas interpretaciones sobre el discurso de la vicepresidenta, Alberto expresó la suya: “En todo caso son modos de decir las cosas. Yo lo digo de un modo, quizá Cristina de un modo más riguroso y Martín de otra. Pero hablamos de lo mismo. Nuestro deseo es poder pagar en condiciones de desarrollo, de crecimiento. Nadie ha hablado de no pagar.”
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En cierto sentido, es cierto lo explicado por el Presidente; Cristina había desarrollado su visión: “Qué vamos a decir de no pagar, si nuestro espacio político fue el único que no se endeudó y pagó las deudas de todos los gobiernos, de todos”. Nadie en el Frente de Todos plantea desconocer la fraudulenta deuda externa, las diferencias son discursivas.
Pero tantas palabras, aclaraciones y operaciones mediáticas reflejan un problema. La campaña electoral del peronismo había tenido como uno de sus ejes la denuncia de la deuda tomada por el macrismo, convencer de reconocerla y pagarla no es tarea fácil. Más aún cuando la pobreza ya supera el 40 % y la inflación sigue avanzado sobre el salario de los trabajadores. Necesitan uno o varios discursos para cubrir la sumisión al FMI.
En concreto Alberto Fenández informó que espera no pagar nada este año al FMI y poder rediscutir también lo del Club de París, en referencia a los vencimientos de septiembre y diciembre con el Fondo y en mayo con el organismo europeo, que en total suman más de siete mil millones de dólares. Además agregó que: “estamos muy avanzados en firmar un acuerdo de facilidades extendidas para pagar en 10 años”. Queda claro que están negociando los plazos y como en toda negociación pueden tirar un poco de la cuerda, pero la prioridad sigue siendo cumplir con el FMI.
Consultado sobre la posibilidad de reestatizar servicios públicos Alberto respondió que “no es algo que estemos viendo” y que “no todas las empresas son lo mismo”. Avalando así las privatizaciones realizadas durante el menemismo que son la razón de fondo de las altas tarifas y los problemas de abastecimiento de luz y gas. Servicios que volverán a aumentar en abril.
Las previsiones para la inflación de marzo rondan el 4 % y llegar a fin de mes es cada vez más difícil para millones de familias. El Presidente intentó justificarse: “Nosotros decíamos que la inflación en Argentina está determinada por un sinfín de causas, eso (emisión y déficit) y la especulación de muchos y hasta una suerte de psicosis en argentina que en el mundo llaman ’inflación autoconstruida’, esa psicología que hay en muchos que dicen: ’Vamos a prevenirnos antes que me maten a mi, yo aumento los precios antes que me ganen de mano’". Deslindando así la responsabilidad del Estado que al devaluar la moneda y destinar los dólares al pago de la deuda, es el principal responsable de la inflación, junto a los grandes empresarios. Haciendo que las moderadas medidas de control de precios queden muy lejos de poder evitar la pérdida de poder de compra de los salarios.
Dejar al país atado, por lo menos diez años más al FMI es imposible sea compatible con que los costos no los terminen pagando las millones de familias trabajadoras. No hay negociación posible con el FMI que permita sacar al país del atraso y la dependencia. Si “no pagar no es una opción”, se está optando por continuar generando pobreza. Para salir de la crisis es necesario investigar la deuda y determinar un desconocimiento soberano.
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