El pasado viernes 14 de febrero el Presidente de la Nación se hizo presente en la inauguración de un nuevo sector de la sede Origone de la Universidad de Hurlingham. Nuevamente dijo que "la deuda es con el pueblo”
Lunes 17 de febrero de 2020 00:38
Alberto Fernandez en la inauguración de un nuevo ala de la UNAHUR
El pasado viernes 14 se realizó la inauguración de un nuevo sector de la Universidad de Hurlingham de la sede Origone. En el acto inaugural hicieron uso de la palabra, el rector de la UNAHUR, Jaime Perczyk, el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta y el Presidente de la Nación Alberto Fernández, que aprovechó la oportunidad para adelantar, el anuncio que horas después hiciera respecto de las jubilaciones.
Frente a un público compuesto en su mayoría por la militancia peronista de la universidad y la intendencia de Hurlingham, se inauguraron las obras realizadas el año pasado, que cuentan con nuevas oficinas, aulas, sanitarios, auditorio, buffet-comedor, un lactario y laboratorios para ingeniería metalúrgica y eléctrica. Cuya inversión fue realizada con presupuesto de la universidad, por 40 millones de pesos, según informaba la conductora del acto.
“La deuda es con el pueblo”... de eso no caben dudas.
El presidente realizó un relato sobre la historia de las universidades, desde la reforma universitaria de 1918, reivindicando a Alberdi, Sarmiento y Perón como los “héroes” de la educación, hasta llegar a las creaciones de las universidades del conurbano.
Aludiendo a un cartel que bregaba “La deuda es con el pueblo”, se refirió a los derechos, “No renunciemos a más derechos. Vamos a darles cada vez más derechos a la gente…”
Finalizando el discurso, hizo mención a los anuncios que después realizó desde la Casa Rosada, respecto de las jubilaciones. Y cerraba diciendo “Hoy disfrutemos. Así entre todos poco a poco vamos a hacer la argentina que nos merecemos”.
Sin embargo horas después se conoció la verdad y no es para disfrutar. La nueva jubilación mínima será de $ 15.891,49. Con el aumento por movilidad hubiese sido de $ 15.694,18. La diferencia entre uno y otro son sólo $ 197 más. Pero además las jubilaciones y pensiones que estén por encima de los $ 16.000 van a perder con respecto a la ley de movilidad. De conjunto, unos 2 millones de jubilaciones y pensiones sufrirán un recorte. El gobierno se ahorra así $ 5.100 millones al mes, lo que resultará en un ajuste de $ 15.500 millones entre marzo y mayo, cuando volverá a impactar un nuevo aumento.
Te puede interesar: Del Caño: "Para qué se suspendió la movilidad, para aumentarles menos a los jubilados"
Te puede interesar: Del Caño: "Para qué se suspendió la movilidad, para aumentarles menos a los jubilados"
Está claro para todos que la deuda es con el pueblo. En estos días, murieron 7 niñas y niños wichis en Salta por desnutrición y deshidratación. La juventud, incluso la que puede haciendo malabares estudiar, sufre la precarización, seis de cada diez jóvenes no consiguen trabajo formal y más del 40% es pobre. Comer y viajar es cada vez más caro y se sienten los despidos.
Entonces, es imposible pagar la deuda que además es una estafa, si no es a costa de ajustar a los jubilados, a los trabajadores y pueblo.
Estos dos meses no dejan mentir, es lo que pasa con los ya vapuleados jubilados, lo que sucedió en la provincia cuando Kicillof optó por pagar el bono a los buitres postergando el magro aumento que ya estaba pautado para diciembre a los docentes. E incluso, el pedido del gobierno a los sindicatos de quitar la “cláusula gatillo”, o el llamado del Ministro de Educación Nicolás Trotta, a limitar con “responsabilidad” el reclamo docente ante las paritarias, por la difícil situación fiscal. Ni hablar de la falta de presupuesto para los comedores escolares y para resolver las paupérrimas condiciones de infraestructura escolar.
Bajo el argumento de la “solidaridad con los más pobres”, se le quita a quienes están mal para darles a los que están peor. Pero no se le toca un peso a los grandes ganadores de la “tierra arrasada”, a los banqueros, especuladores y capitalistas, que se fugaron toda la plata. Por el contrario, se quitó las retenciones a las petroleras y mineras, que además son responsables por la destrucción ambiental ¿Entonces, quienes van a pagar la crisis?
En campaña dijeron que los bancos nunca iban a estar por encima de los jubilados. Pero la verdad es que de cada diez dólares que entraron al país, nueve se fugaron, pero la solidaridad se la piden a los abuelos y abuelas.
¿Porque el pueblo tiene que pagar una “deuda odiosa” que no utilizó?
El miércoles pasado, el ministro de Economía Martín Guzmán expuso en la Cámara de Diputados sobre el “plan” del Gobierno para la renegociación de la deuda con el FMI, donde Juntos por el Cambio se llamó a silencio para no asumir la responsabilidad por el endeudamiento del país. Pero el ministro no respondió a las preguntas de los diputados del Frente de Izquierda Unidad Nicolás del Caño (PTS) y Romina del Plá (PO), cuestión que le valió la crítica de periodistas reconocidos como la de Alejandro Bercovich y Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos.
Creo que la posición de la izquierda respecto de la deuda merece ser escuchada y tenida en cuenta. Acá la expone con claridad y síntesis la diputada @myriambregman. https://t.co/eUXjZL4be8
— Alejandro Bercovich (@aleberco) February 13, 2020
Las repercusiones de este contrapunto con Guzmán tuvieron amplia repercusión, y es porque el Frente de Izquierda es la única voz que con sólidos argumentos y sin ambigüedades plantea consecuentemente que es necesario investigarla y hacer un “desconocimiento soberano de la deuda” por ilegal y fraudulenta.
Te puede interesar: Deuda: importante repercusión de los planteos del Frente de Izquierda ante Guzmán
El Frente de Izquierda plantea que lo mínimo que se podría hacer es investigarla, lo cual demostraría el fraude y eso haría que se caiga la obligación de pagarla. Pero además, Nicolás del Caño planteó en la sesión, el concepto de deuda odiosa, que fue acuñado en el derecho internacional para dar cuenta no solamente de aquellas deudas ilegítimas contraídas por gobiernos dictatoriales, sino también por gobiernos constitucionales, cuando se la toma en beneficio de otros intereses que no son los del estado ni de la población.
“En el caso del endeudamiento del gobierno de Macri es algo que está a la vista que fue contra los intereses del pueblo y que los acreedores conocían la situación cuando prestaban ese dinero.” dijo Nicolás del Caño en aquella sesión. “Los buitres sabían que venían a hacer negocios y que significaba la fuga de capitales” decía Myriam Bregman en una entrevista en C5N.
Te puede interesar: Myriam Bregman, la deuda, la crisis y un interesante contrapunto en C5N
Te puede interesar: Myriam Bregman, la deuda, la crisis y un interesante contrapunto en C5N
Las preguntas también apuntaron a poner en cuestión quienes van a pagar la crisis que los ricos generaron. “Es raro este concepto de ‘solidaridad’, donde en realidad no se toca a los grandes. ¿Qué necesidad popular llevó al Gobierno a tomar la medida de bajar las retenciones a las mineras o las petroleras? Ninguna, obviamente. ¿Por qué no se tocan los intereses de los bancos y sí, por ejemplo, se perjudica a los hipotecados UVA?
Contrario a la resignación que se propone, el PTS en el Frente de Izquierda plantea en serio dar prioridad a las grandes mayorías. Por ejemplo solo con los 64 mil millones que habría que pagar en 2020 a los buitres, se podrían aumentar las jubilaciones y pensiones 28 mil pesos, construir 485 hospitales con 200 camas, 74 mil jardines de infantes o más de 1 millón de viviendas.
Seguir reconociendo una deuda odiosa y fraudulenta, que además es impagable, es lo que acerca el fantasma del default y la catástrofe económica y social del 2001. Por el contrario, el desconocimiento y el repudio de la deuda tiene que ser el inicio de un plan de conjunto para que esta crisis no la paguen los trabajadores y el pueblo sino que la paguen los que la generaron. Tomando medidas de defensa nacional, como la nacionalización de la banca y el comercio exterior, para que no se fuguen todo el dinero del país, son medidas elementales de defensa de la “soberanía nacional”, entre otras que junto a la movilización en las calles, puede impedir el saqueo y el hundimiento de millones nuevamente en la miseria.