En el marco del 50 aniversario de la muerte de Alberto Greco que se cumplirá el futuro 12 de octubre del corriente año, se está llevando a cabo en la fundación Klemm una exposición, destacando principalmente su obra "Besos Brujos". Entrevistamos a Adriana Lauria, curadora de la muestra.
Natalia Rizzo @rizzotada
Martes 28 de julio de 2015
Fotografías: Fernando Lendoiro
Alberto Greco murió un 12 de octubre a sus 34 años. Intentó convertir su muerte en una obra. Al tiempo de haber escrito su novela plástica “Besos Brujos”, el artista le escribió a sus conocidos avisando que se iba a suicidar. Tomó una gran dosis de barbitúricos. Luego de eso, fue encontrado en su casa, rodeado de lápices y carbonillas. En la palma de su mano izquierda había escrito la palabra “Fin”, y sobre la pared “Esta es mi mejor obra”.Es internado y luego termina falleciendo en el hospital.
La curaduría de la muestra homenaje, estuvo a cargo de Adriana Lauria, curadora del Centro de Arte Virtual de Arte Argentino y profesora adjunta en de Historia del Arte Argentino II (Moderno y contemporáneo) entre lo que podemos destacar de su extenso curriculum.
Adriana le contó a La Izquierda Diario cómo se fue dando todo el proceso de selección de las obras y sobre las investigaciones que llevó a cabo sobre el artista.
"Lo primero que surgió fue la idea de hacer una exposición en torno a ’Besos Brujos’, que sería como el núcleo desde el cual se abrió todo lo demás que pasó después. Fotografiamos toda esta obra para ver la forma completa, luego me pareció que tenía que haber otras obras alrededor, hechas durante esos años de producción, piezas que tuvieran que ver con la escritura, la acción, lo plástico. En ’Besos Brujos’ se suceden: la escritura de la novela, el pastiche, las citas, la plástica y la didascalia de mencionar como puestas en escena. Todo esto, tomado por un buen teatrista sería un espectáculo maravilloso."
Nos describe Adriana con total pasión y de forma exhaustiva, deteniéndose en cada detalle de ‘Besos Brujos’: "Son varios relatos que van en paralelo. Hay uno que podríamos decir, que es el principal, que es el autobiográfico, el verano en Ibiza, su reencuentro con ’Claudio’ su pareja, que parece que habían tenido una ruptura no hace mucho. En la novela hay cosas que parecen muy autobiográficas pero que pueden ser ficción. Mucho detalle de situaciones, citas y transcripciones de medios como las de la revista “Fans”, una revista española que se dedica a la música popular, el rock y la música juvenil de los años 60 con reportajes a los referentes del momento como ‘Gianni Morandi’, ‘Beatles’, ‘Rolling Stones’. Además transcribe letras de canciones que son los hits del momento, con un alto nivel de popularidad. El construye su versión del Pop, su propia popularidad. También transcribe novelas gráficas, la pista a mi me la dio porque hallar la frase "los espías mueren solos" que es el título de una de esas novelas gráficas muy populares. Transcribe otras de distintos géneros, del lejano oeste, policiales, adaptaciones de novelas clásicas como ‘Los tres mosqueteros’, hace como resúmenes ilustrados, cita onomatopeyas, después hay artículos periodísticos con respecto a Ibiza, de corridas de toros, de fútbol, horóscopos, correo de lectores de distintas revistas, siempre en alguna parte se mete Greco o el relato de él con ‘Claudio’ ”.
“En ‘Besos Brujos’ aparece la marca "Suavex" marca de heladeras. Mi hipótesis -no verificada-, es que pone esa marca por ser un competidor de Di Tella. Se quedó con una cosa muy atragantada que fue no ganar el primer premio del Di Tella de 1960, que lo gana Mario Pucciarelli con el que estableció una rivalidad absoluta, a muerte y no hay nada que lo vincule al Di Tella.” Continúa detallando.
En 1954 expone por primera vez en la galería La Roue de París. A mediados de 1959, Greco se unió al Movimiento Informalista de Buenos Aires. Luego vivió en París. Su primera muestra de arte vivo fue “Curatella Manes y treinta argentinos de la Nueva Generación”, su obra estaba conformada por 30 ratones blancos: “Treinta ratones de la nueva generación”.
En 1962, Greco anunció la Primera exposición de arte vivo, ‘Vivo Dito’, en la que le escribió su firma al escultor argentino Alberto Heredia. Llegó a firmar toda una serie de vendedores ambulantes, gente en situación de calle, ancianos e incluso cabezas de vacas. En otra oportunidad fue él mismo objeto de su propio arte, se ubicó en la muestra sin haber sido invitado a exponer, con un letrero que decía: ‘Alberto Greco, obra de arte fuera de catálogo’. En su paso por Italia, en la Bienal de Venecia lanzó un puñado de ratas a los pies del presidente del país. En Roma se vistió de monja durante el Concilio Ecuménico II, e hizo obras de teatro muy críticas contra la Iglesia, que la marcó como ofensiva a los valores cristianos y desencadenó en que el gobierno lo expulsara del país.
“Me pareció importante contextualizar la obra ‘Besos Brujos’, tratamos de incorporar todos los antecedentes a esta obra, entonces la decisión de poner ‘Piedralaves’…” Obra que lleva el título de una localidad española, donde vivió algún tiempo. Allí hizo sostener pancartas a los habitantes del pueblo que decían: “esto es un Alberto Greco”, “obra de arte señalada por Alberto Greco”. Para señalar que el pueblo completo era una obra de arte. La acción fue documentada por el fotógrafo Montserrat Santamaría.
"Poner los afiches del ‘61 en Buenos Aires con ‘Greco, que grande sos’ fotografiados por Makarius". Sus obras son autorreferenciales. “El uso de su nombre como parte constitutiva fundamental de la obra, que en todo caso garantiza la artisticidad de esa acción porque en definitiva está pegando carteles publicitarios en la calle. Utiliza un verso de la marcha peronista que estaba prohibida en ese momento, se pone en el lugar de Perón. Hay un anhelo de toda esa generación de los artistas de ser populares, de metabolizar el pop, usar cosas que son laterales o marginales para la obra como lo es la firma. Una operación ya realizada por Duchamp con la fuente. Donde usa un objeto encontrado de la industria, le pone título y lo firma con el nombre de un artista ficticio, luego lo manda al Salón. Ahí no hay escultura pero hay obra de arte y usa todo lo que una obra tiene. Greco hace lo mismo con su nombre. A partir de ese anhelo de hacer inseparable el arte y la vida, la vida que está implicada es la suya.”
Luego nos sigue contando sobre el resto de las obras que componen la muestra. “Agregamos el primer núcleo con obras de los años 50, más informalistas que implican acciones, donde por ejemplo, él hacía caminar gallinas por arriba de la obra para que marquen las pisaditas, en base a su costumbre de usar métodos aleatorios como el informalismo mismo implicaba, sobre superficies más o menos pictóricas. Eso me llevo a incluir las Gouache de Paris, alguna obra de Río de Janeiro, esas tablas que no se habían mostrado nunca en ninguna exposición. Él retoma la figuración en el ’61, entonces incluí una obra fechada y firmada donde hay unos cabezones medio monstruosos, aparecen los monstruos, luego el libro ‘Fiesta’ de 1950 que es escritura pero plástica. Greco era poeta, pintor, actor.”
Al mismo tiempo que el artista realizó de sus intervenciones en el espacio público, hacía dibujos, collages y pinturas que mezclan elementos del art-brut, el dadaísmo y el tachismo (movimiento francés equivalente al informalismo). En una ocasión, llevó unos troncos quemados de la calle al “Salón de Arte Nuevo”, al grito de: ¡Encontré una escultura informalista!.
“ ‘Besos brujos’ es una consagración de todas esas disciplinas y el pastiche. El pastiche como estética posmoderna absoluta” dice Adriana.
“Lo que él hizo para todo el arte argentino es esta delimitación de géneros y disciplinas, la hibridación, las estrategias de la cita y la apropiación, el arte de acción y la utilización de los medios, lo conceptual. Nos legó el arte contemporáneo. Después los muchachos del Di Tella tomaron la posta y extremaron recursos como en el caso del ‘Hapenning para un jabalí difunto’, que nunca existió, ver como los medios de comunicación podían crear un hecho en el imaginario social que en verdad nunca había existido. Pero todos estos gestos en una muy corta trayectoria y vida están iniciados por Greco. Es una figura fundamental para el arte contemporáneo y sin duda fundacional”.
LID: ¿Cuando crees que se termina de legitimar la obra de Greco en argentina?
“Mi relación con la obra es a partir de la década del 80, y a partir de que se conformara la cátedra de ‘Arte argentino y contemporáneo’ iniciada por López Anaya para la carrera de artes en la facultad de Filosofía y Letras. Fui parte de esa cátedra como ayudante y para mi, si bien Greco ya tenía entidad porque yo ya trabajaba en el ´83 en el Museo de Arte Moderno que tiene muchas obras de él, creo que conceptualmente fue a partir de las teóricas de López Anaya. Nosotros empezamos a trabajar con su obra en las clases desde el ‘87 con lo cual para mí si entró a la facultad, estaba más que consagrado de antes. Pero entró a la academia y era un tema muy importante, era uno de los temas gordos de la cursada, el comienzo del arte de acción con Greco como única figura que en ese momento lo estaba desarrollando. Hay momentos importantes como la gran muestra retrospectiva que hizo el ICI España en el IVAM en el 91, de la mano de Quico Rivas. En el momento en él hacía su obra era tildado como un "loquito”.
Hablamos sobre sus influencias: “El se auto-titula discípulo de Yves Klein, que lo debe haber seguido en su etapa parisina, y a su vez maestro de Ben Vautier. Klein en París y Piero Manzoni en Italia, en los 50 estuvo en Italia. Su base de operaciones era París anduvo mucho por Europa, puede haber visto muchas cosas, también sabemos que hubo recepción de sus obras de abstracción libre porque se han encontrado reseñas donde aparecían sus obras”. Concluye.
LID:¿Cuál creés que es el rol del arte en la sociedad? ¿O el de los artistas?
“La tarea de los artistas cotidiana por lo que yo tengo entendido es sobrevivir (risas) -Greco vivió mucho tiempo de hacer dibujos por encargo y al paso utilizando la más increíble y variada gama de recursos- .Yo creo que a veces es pensar en imágenes, a veces es atreverse a hacer lo que el resto del mundo no se atreve a hacer, a veces es dar a conocer costumbres, modalidades, posturas, elecciones que circulan por el underground o por los ámbitos privados y ponerlas en escena. Funcionan a veces como espejos reflexivos me parece y expresivos, las dos cosas, es muy raro lo que sucede con un objeto al que consagramos como artístico porque es una materia cualquiera: tinta, madera, piedra, lata, lo que quieras, que se carga de un contenido espiritual que como res extensa, como cosa, no tenía. Es muy bueno lo que sucede ahí yo creo que ahí se crea el fenómeno. Puedo hacer la comparación con el tema de la alquimia, que es un buen recurso, o bien con el chaman. En Greco, cuando hace su acción un ‘vivo dito’ el trabaja como un chaman, enviste de artisticidad una cosa que hasta ese momento no la tenía”.
La muestra se puede visitar en Fundación Federico Klemm, Marcelo T. de Alvear 626, Lunes a viernes de 11 a 20 hs, durante Junio y Agosto.
El día 29 de Julio a las 18 hs la artista Ariadna Pastorini realizará una “Performance de citas” en homenaje a Alberto Greco. “Lo conozco a Usted? No pero yo sí lo conozco.”
Natalia Rizzo
Artista Visual, nacida en 1980, oriunda de Villa Luro. Es profesora Nacional de Bellas Artes y realizó la Maestría en Artes Electrónicas de la UNTREF. Miembro de Contraimagen y del equipo de diseño e ilustración de Ideas de Izquierda.