La Izquierda Diario conversó con el padre de Darío Santillán, el joven asesinado junto a Maximiliano Kosteki hace trece años en el Puente Pueyrredon. Su opinión sobre el nuevo “ascenso” de Aníbal Fernández, quien fue secretario general de la Presidencia de Eduardo Duhalde cuando mataron a su hijo.
Daniel Satur @saturnetroc
Viernes 27 de febrero de 2015
Foto: Indymedia Argentina
En lo que hace al asesinato de mi hijo, a él le cabe la misma responsabilidad que al resto de los funcionarios de aquel gobierno. Es uno de los tantos personajes sueltos que son culpables de las muertes de Darío y Maxi y siguen enquistados en el poder.
El pensamiento que tengo sobre él es el mismo que tengo sobre este gobierno. Yo estuve reunido con Néstor Kirchner, que se comprometió a investigar y no lo hizo. Así que en ese sentido este gobierno ha sido cómplice del asesino Duhalde.
Es otra de las tantas vergüenzas de este gobierno. Uno se pregunta cómo carajo pueden mantener a personajes como Boudou como vicepresidente. Y esa soberbia que no les permite reconocer el más mínimo error frente a tantas cagadas que se mandan.
Aníbal Fernández no sólo no tendría que estar ahí, ocupando ese puesto, sino que debería, cuanto menos, estar siendo investigado por la responsabilidad que le cabe en la Masacre de Avellaneda.
Duhalde, por ejemplo, ya casi no está. ¿Pero por qué Reutemann ahora vuelve a aparecer, con todas las responsabilidades que le caben por lo del 19 y 20 de diciembre de 2001 y por las inundaciones en Santa Fe? Con tanta gente inocente que murió. Y sin embargo vuelve a estar enroscado con el resto. Esta política les permite eso, decir una cosa y hacer otra.
El papel que cumplió en su momento el fiscal (Miguel Ángel) Osorio, que ahora está ascendido, tuvo el objetivo de entorpecer las investigaciones. Lo mismo le cabe al juez Ariel Lijo, con quien tuve una charla y me reconoció que archivó la causa por pedido del fiscal sin siquiera haberla leído. Una causa con una enorme cantidad de irregularidades, brutalidades e hijaputeses, con pruebas que desaparecieron, conversaciones de la SIDE perdidas y tantas otras cosas. Yo no soy un letrado pero cuando vi todo eso me dí cuenta de cómo no fueron capaces de investigar y llegar hasta donde tenían que llegar.
Además está el hecho de que la acusación que tuvieron Fanchioti y Acosta (los policías condenados por apretar los gatillos, NdR) no es la misma que hay para Ruckauf, Duhalde y compañía. En el caso de los policías es “homicidio agravado por alevosía”, lo que permitió que los condenaran a perpetua. En cambio la carátula contra los políticos es “homicidio simple”. Y también está el tiempo que corre y puede terminar haciendo que la causa prescriba.
Nosotros estamos tratando de que, primero, cambie la carátula. Y en segundo lugar que quede determinado como un delito de lesa humanidad, porque el mismo Estado que supuestamente te tiene que proteger es el que te mata. Esta causa no tiene que prescribir y por eso seguimos luchando.
Si no hubiese sido por las fotos que sacaron “Pepe” Mateos y Sergio Kovalevsky, que se las dieron a Página/12 porque tenían miedo que nunca salieran a la luz, todo se hubiera cajoneado y hubiese quedado como un enfrentamiento entre piqueteros.
Por eso la complicidad entre la Justicia, la política y la policía existe siempre.
En ese momento las palabras de Kirchner fueron que él se comprometía a llegar hasta las últimas consecuencias. A mí me pasó la mano por el hombro y me dijo “Santillán, quédese tranquilo, que a mí no me importa el político de que se trate pero si es responsable de la muerte de su hijo y de Maximiliano, lo vamos a condenar”. Una gran mentira.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc