Desde La Izquierda Diario conversamos con el periodista Alejandro Rebossio, quien nos dio su mirada sobre lo que puede pasar con la economía en el segundo semestre y el año próximo.
Esteban Mercatante @EMercatante
Domingo 31 de julio de 2016 00:00
Para seguir analizando lo que va a pasar con la economía en el segundo semestre, conversamos con Alejandro Rebossio, periodista de La Nación y corresponsal de Deutsche Welle (DW), especializado en temas económicos. Acá compartimos las impresiones que nos dejó sobre el complejo panorama que atraviesa el gobierno de Macri.
Se han ido corriendo los horizontes de expectativa para que la economía muestre alguna recuperación. En su momento no sólo Macri, sino también Scioli o Massa pensaban que el 10 de diciembre llegaban al poder, iban a llegar dólares y se iban a solucionar todos los problemas de la economía. Las pruebas están a la vista de que aunque ganó el que quizás era el candidato más “market friendly” de los tres, eso no ha ocurrido. La inversión real está cayendo todavía, y mucho. El dato de junio de caída del 5,3 por ciento es bastante alto.
Un escenario posible que con la política de mayor vuelco de recursos que está definiendo el gobierno con la obra pública y otras medidas que significan poner dinero en la economía, haya alguna recuperación en 2017. Pero se trataría de una recuperación lenta. Para darse una idea, Luis Pagani de Arcor señaló hace un tiempo que en tres o cuatro años recién el poder de compra recuperaría los niveles que tenía en 2015. Es decir que la recuperación que puede haber no va a estar acompañada de una recuperación del poder de compra.
Te puede interesar: ¿Segundo semestre de infelicidad?
El otro escenario es que en lugar de haber una recuperación se retroalimenten estas expectativas frustradas y termine habiendo una profundización de la recesión. Algo parecido a lo que pasó en el año 2000 con el impuestazo de De la Rúa, que genera una contracción económica a partir de una situación que ya venía mal pero que con la serie de ajustes fue cayendo cada vez más.
A mí uno de los datos que me preocupa es la recaudación, que está creciendo alrededor de 25 % al mismo tiempo que tenés una inflación que está en 45 % anual. Los ingresos del Estado crecen cada vez más por debajo de lo que lo hace la inflación. Esto si sigue así va a llevar a que el gobierno tenga que acelerar los ajustes. Acá hay una cuestión clave. Los que esperaban que este gobierno ajustara la economía, se ven desilusionados porque ven que este gobierno no puede hacer el ajuste que ellos esperaban, por las tensiones políticas, los amparos judiciales. Eso también me parece que va demorando la inversión, sobre todo en el sector energético que es donde el gobierno más esperaba inversiones. Todo es una manta corta.
Por otro lado creo que algunos sectores del gobierno, o voceros como González Fraga, dicen “ahora más que el déficit fiscal hay que apostar a ganar las elecciones del año que viene”. En ese caso, quizá en vez de preocuparse por la inversión van a concentrarse en la obra pública y tratar de estimular el consumo, compensando acá la caída que se está produciendo. La pregunta es cómo se va a financiar, porque si hoy en día ya tenés un déficit fiscal alto y una recaudación en caída, de dónde vas a sacar la plata para la obra pública. Está bien que hay que hacerla, pero cuando arranque va a subir mucho más el déficit.
Sobre el blanqueo
El blanqueo ¿va a servir para todo? Para pagar a los jubilados, la obra pública, etc. Yo creo que va a entrar más plata que en lo que fueron los blanqueos del kirchnerismo, en términos de recaudación. Después, no creo que vayan a entrar capitales a la Argentina, algo que incluso el Banco Central no quiere que suceda porque podría hacer caer el dólar y encarecer aún más la producción en la Argentina. Yo creo que están en esa dicotomía, entre una recuperación lenta para 2017, o una retroalimentación de la recesión.
América Latina en la tormenta
Hay que tener en cuenta además la situación internacional. Brasil está en una crisis económica muy importante, donde sin duda no se ve “la luz al final del túnel”, y también los precios de los commodities, para los que el ciclo de los precios altos está terminado. Esto impacta sobre el sector petrolero y torna menos atractivo el sector agrario para la inversión. Simultáneamente, como en ningún país latinoamericano no hay ningún plan de desarrollo de otro sector que no sea las materias primas, quizá van a apostar a sacarle las últimas gotas a la explotación de commodities. Un integrante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) me señalaba que veía un recrudecimiento de la lucha por la tierra en América Latina.
Es como rascar la olla, aunque los precios no son tan atractivos no hay otra fuente de ingresos equivalente, así que se tiran de cabeza a lo poco que queda con alguna riqueza.
La incertidumbre que ven los inversores
Muchos inversores miran con incertidumbre qué va a pasar en la Argentina en 2017 y en 2019. Se preguntan cuánto podrá avanzar Macri, que evidentemente no ha podido hacer el ajuste fiscal ni la apertura económica, de importaciones, tan sideral como algunos preveían. Ajustó, pero se encontró con frenos al tarifazo. También ocurre algo similar con las importaciones. Hay gente del gobierno que le gustaría liberar todo el comercio exterior de un día para el otro. Pero el secretario de Industria de Macri es un hombre de la Unión Industrial Argentina. Entonces hay tensiones entre sectores. En este camino de reformas que está haciendo Macri, muchos inversores se preguntan “¿por qué voy a poner plata ahora si en 2019 van a cambiar las reglas del juego de vuelta?”. Esto puede alentar inversiones, pero que tengan alta rentabilidad y rápida. No necesariamente invertir capital sino comprar empresas, en sectores como la minería o el agro, que en principio no generan tampoco mucho empleo.
Te puede interesar: Vaca Muerta. El sueño de un boom petrolero argentino, de Alejandro Bercovich y Alejandro Rebossio