Conversamos con Alejandro Schneider, Doctor en Historia, docente e investigador de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad de Buenos Aires, sobre el impacto social y político de la pandemia.
Domingo 19 de abril de 2020 10:40
¿Que reflexiones tenés sobre la crisis que abre la pandemia y su impacto social, político y económico?
Claramente va a generar mayor desocupación y pobreza, no solamente lo plantean los datos básicos que uno podría observar. Uno rápidamente al ver la cantidad de personas desocupadas en su entorno sino que también son datos oficiales que señalan distintos organismos multinacionales. Va a haber un aumento impresionante del desempleo.
A eso va a estar sumado que los índices de pobreza que fueron creciendo durante estos últimos años, tanto en Argentina como en el resto del mundo, van a aumentar generando mayor polarización. Eso es bien claro.
Las consecuencias de la pandemia la van a sentir, fundamentalmente, los trabajadores. Y a la vez, va a haber un proceso de concentración de las riquezas. Ya hay sectores que están ganando: las empresas farmacéuticas, los grandes supermercados, las cadenas alimenticias. Son sectores que serán enriquecidos, y el pulpo a nivel internacional de las compañías farmacéuticas claramente es el primer ganador. Lo mismo los sistemas de salud privados.
¿Cómo repercute en América Latina?
La crisis se observa también en las calles de Nueva York donde los sectores más vulnerados son los latinos, la población afrodescendiente. En el caso de América Latina, la crisis, la falta de posibilidades de enterrar a una persona muestra a las claras las consecuencias de la re estructuración capitalista que ha vivido nuestro continente en la década del 90, lo que vulgarmente se llama “neoliberalismo”.
Pero no solamente eso, sino también muestra los límites que tuvieron los propios denominados “gobiernos progresistas” de la región que no cambiaron de fondo la situación económica generada por el neoliberalismo.
Esto se observa en el caso de Ecuador: las políticas del gobierno de Correa no solucionaron las situaciones de re-estructuración capitalista. El gobierno actual de Lenin Moreno profundizó esa situación, sin duda, y hoy se ve en la cantidad de cuerpos sin poder enterrar. Lo mismo podemos decir de Brasil, sumado el contenido autoritario del gobierno de Bolsonaro.
¿Qué opinas de las medidas que está tomando el gobierno? ¿Te parecen suficientes? ¿Que deja en argentina a mediano plazo? ¿Y sobre las fuerzas de seguridad?
Desde los testeos masivos que se han dado en diversos lugares, en Islandia por ejemplo, hasta la obligación de que ese testeo sea tomado y que se aplique fundamentalmente por las organizaciones ligadas a la salud, los trabajadores de la salud: médicos, enfermeras, personal de limpieza, etc. Me parece que ahí tendría que ser obligatorio.
Por otro lado, tendría el gobierno que garantizar barbijos, productos de desinfección, alcohol en gel y demás en forma gratuita para el conjunto de la población. Para eso claramente se tiene que imponer sobre los grandes capitalistas, lo cual parte de una gran contradicción que a la vez muestra lo cínico del gobierno porque por un lado dice “no vamos a permitir que cierren las empresas” y por otro lado permite que empresarios, como se observó en el frigorífico Penta, repriman a los trabajadores.
Osea, por un lado amenaza a los empresarios y queda en la mera amenaza, y por el otro, uno observa la represión sobre trabajadores. Esto tiene que ver con el contenido cada vez más autoritario que para mí está teniendo el gobierno de Fernández, un gobierno que cada vez tiene que recurrir más a plantear en sacar el ejército a la calle cuando claramente no hace falta sacar el ejército a la calle.
En estos días se conmemoró nuevamente un aniversario de la última dictadura militar donde el ejercito cumplió un papel central reprimiendo a los trabajadores y en estos días tenemos un gobierno que está apelando a la represión como se pudo observar ayer.
¿Cual es una salida progresiva a esta crisis para las grandes mayorías?
