El gobernador jalisciense planteó que impondría ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una controversia constitucional contra el acuerdo de la SENER.

Óscar Fernández @OscarFdz94
Jueves 18 de junio de 2020
Con el anuncio del Diario Oficial de la Federación el pasado viernes del llamado "Acuerdo de política de confiabilidad, seguridad, continuidad y calidad", se dio a conocer que, entre otras cosas, el freno a invertir en energías renovables, lo cual fue respondido desde el poder estatal de Jalisco, cuyo titular, Enrique Alfaro, gobernador expriísta devenido a Movimiento Ciudadano, declaró interponer una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El acuerdo del DOF plantea que la Comisión Reguladora de Energía, la CFE y la SENER tendrían nuevas reglamentaciones para nuevas centrales de distribución de energía, lo cual pone un freno a la instalación de centrales de energía solar y eólica. Alfaro declaró que la medida es un retroceso en materia ambiental, causando una “afectación de 6 mil 440 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa, y la pérdida de 30 mil empleos en Jalisco, ya que aquí se verían afectados 16 proyectos que representarían para el estado una inversión que rondan los 2 mil millones de dólares”.
De igual forma tuiteó que el gobierno de Jalisco tiene un "compromiso para enfrentar el cambio climático".
Mediante un acuerdo de la Secretaría de Energía, el Gobierno federal le cerró la puerta a las energías limpias y con ello comprometió el futuro ambiental de México y el mundo. En Jalisco, el compromiso para enfrentar el cambio climático va en serio. Escucha y comparte: pic.twitter.com/UWwirfaBQg
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) June 16, 2020
Continúa la reforma energética
Con el regreso del PRI a la presidencia en 2012 se decretó una reforma energética que fue duramente criticada por el actual presidente López Obrador, esto por eliminar la figura de empresa paraestatal y relegar a PEMEX como una "empresa productiva del Estado" bajo el argumento de que ésta sería "una empresa más" dentro del "mercado" de los hidrocarburos que abastecerían a la población.
Una vez llegado a la presidencia, empero, la situación poco ha cambiado. Las gasolineras de las empresas imperialistas como la Shell, Total, Texaco, etc., cada vez pululan más en la capital del país y otras zonas, poco a poco sustituyendo las gasolineras de PEMEX. El pasado mes de febrero, Octavio Romero Oropeza, director de la paraestatal, declaró que se firmaron contratos dese 2019 con diversas empresas de servicios petroleros (es decir, concesionando funciones de PEMEX a empresas privadas).
“Se invita a las empresas a participar. Las empresas se coaligan en consorcios para poder sacar adelante estos proyectos que son integrales y tienen que ver desde la construcción de las instalaciones, la perforación de los pozos y el tendido de las tuberías tanto marinas como terrestres”, declaró en su momento.
Pero así como la administración de López Obrador poco ha hecho para dar marcha atrás en las concesiones a los capitalistas en torpedear la paraestatal, la controversia de Alfaro, pintándose de ambientalista, hiede a oportunismo político. Cuando el país veía la aprobación de las reformas estructurales priístas de la mano del "Pacto por México", se propuso desde el PRD la conformación de una "consulta" hacia la reforma energética junto con MORENA, pero dicha medida no trascendió ante la negativa de la formación obradorista de ir en coalición "ni con el PRD, ni con Movimiento Ciudadano ni mucho menos con el PAN y el PRI".
Mientras todo esto ocurría, Alfaro y su formación poco dijeron de las medidas privatizadoras del PRI. Ahora que López Obrador está en la presidencia es que su oportunismo político sale a relucir y se indignan ante una medida que pone trabas en la reconversión energética del país en tiempos en los que el cambio climático ha sido no sólo un tema de discusión en la agenda política, sino que ha puesto en marcha movilizaciones juveniles exigiendo que los gobiernos tomen medidas efectivas en ese sentido.
Pero lejos de plantear medidas que beneficien empresas de energías renovables, lo que tendría que poner en marcha un gobierno al que verdaderamente le interese frenar el cambio climático sería poner en marcha un plan que ponga los recursos obtenidos por la extracción de hidrocarburos en darle mayor presupuesto al área de ciencia y tecnología para que con esas investigaciones se generen plantas y maquinaria de energías renovables.
Un plan que no vaya a beneficiar los bolsillos de empresas privadas como defiende Alfaro, sino que éstas y PEMEX estén bajo control de sus trabajadores decidiendo democráticamente cómo producir y extraer petróleo (lo cual pasa por enfrentar a la burocracia charra de Romero Deschapms y sus seguidores).

Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana