La gobernadora de Santa Cruz justificó la represión de anoche a la manifestación frente a su casa mientras estaba con Cristina. Definiciones calcadas del decálogo de Cambiemos.
Sábado 22 de abril de 2017 10:39
Horas después de que la Policía provincial cumpliera su orden de disparar balas de goma y gases lacrimógenos a docentes, jubilados, periodistas y estatales, la gobernadora de Santa Cruz Alicia Kirchner intentó justificar su actitud antiobrera.
Lo hizo a través de una charla por Radio Diez de Buenos Aires, propiedad del empresario kirchnerista Cristóbal López.
Kirchner buscó deslegitimar la espontaneidad y masividad de la manifestación de anoche diciendo que quienes reclamaban por sus sueldos y contra el ajuste en la provincia fueron parte de “un ataque planificado”. “Me llama la atención” la protesta, dijo curiosamente la gobernadora, quien recibió durante la tarde de ayer en su casa a su cuñada y expresidente Cristina Fernández a la vista de varios manifestantes que acampan desde hace semanas frente a la Gobernación. Ambos edificios están en la misma cuadra.
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Enseguida, Kirchner lanzó una serie de definiciones que nada tiene que envidiarle a los argumentos de Mauricio Macri, Gabriela Michetti y el gabinete nacional.
“Estoy comprometida con Santa Cruz”, dijo Kirchner. Y si bien admitió que la provincia está “en un momento crítico” le pidió a la la población santacruceña “que tenga confianza” en que se logrará “salir adelante”.
En otro rapto macrista Alicia Kirchner intentó descargar culpas en la “oposición obstructiva y destructiva” y en la “falta de apoyo” del gobierno nacional para poder superar la crisis provincial. Y aunque aseguró que jamás va “a defender la represión” dijo que esa medida ejecutada por la Policía con balas de goma y gases fue en respuesta a “un ataque porque querían entrar a la vivienda”.
Sobre los manifestantes que se congregaron masivamente frente a su casa en poco tiempo tras explosivas e indignadas cadenas de mensajes de Whatsapp convocando a las puertas de la casa donde estaban Alicia y Cristina, la gobernadora dijo que fue todo planificado ya que “quieren” (no dijo quién) su “cabeza para la campaña electoral nacional”.
Eso sí, la hermana del fallecido expresidente Néstor Kirchner no desaprovechó la oportunidad para reafirmar su voluntad de ajustar las finanzas públicas por el eslabón más débil: las trabajadoras y los trabajadores estatales, docentes y jubilados. “Hay una sobredimensión de la planta de personal”, afirmó Alicia y creyó con eso estar justificando todo. ¿Algo que envidiarle al gobierno de los CEO?
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario
