El Intendente Jose Corral, aliado de Mauricio Macri, en la mira. Pega un salto el escándalo por desvío de fondos del presupuesto público para repartir a punteros y ONG’s amigas.
Miércoles 11 de octubre de 2017
Foto Rosario3
Esta mañana, por orden del Ministerio de Acusación provincial, fueron allanadas las oficinas del intendente y la Secretaría de Hacienda y Desarrollo Social de la ciudad de Santa Fe. La denuncia que originó el allanamiento fue realizada por el edil del kirchnerismo, Juan Carlos Cesori, y se basa en las filtraciones que un grupo de periodistas publicó el pasado 2 de octubre, que comprometen seriamente al intendente radical de Santa Fe y aliado de Macri en la provincia, José Corral. La documentación dada a conocer demostraría un desvío de millones de pesos del erario público a favor de distintas ONG’s encabezadas por punteros de Cambiemos.
La causa llevada adelante por el fiscal Roberto Apullán investiga concretamente el llamado “Programa de Iniciativa Comunitaria y Cooperativas de Trabajo”, que autoriza a la Municipalidad de Santa Fe a “celebrar convenios con Instituciones y Organizaciones no Gubernamentales” con el fin de encomendarles “pequeñas obras y servicios que ocupen mano de obra de modo intensivo”. Un programa de por sí muy cuestionable, que formaliza y esconde la contratación de trabajadores bajo diferentes modalidades de precariedad laboral, legitimada desde el mismo Estado. El nexo para efectuar estos convenios se realizó entre diferentes ONG’s y la Secretaría de Hacienda y Desarrollo Social, cuyo principal funcionario, Carlos Medrano, se encuentra en el centro de las investigaciones.
Sin embargo, la denuncia va más allá de la cuestión de la precarización laboral. Como se publicó en este sitio, el desvío de fondos públicos servía para alimentar a toda una red de punteros políticos y funcionarios, que otrora pertenecían al Frente Progresista (no hay que olvidar que Corral asume como parte del frente liderado por el Partido Socialista de Binner y Lifschitz) y actualmente se encolumnaron detrás de la coalición republicana y anticorrupción (¿?) de Cambiemos.
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La reacción de los funcionarios de Corral fue la de una pretendida normalidad y respeto por el funcionario de las instituciones, tal como salió a declarar la vocera Andrea Valsagna, ya que el intendente casualmente se encontraba en la ciudad de La Plata. Pero lo cierto es que la imagen de una veintena de policías ingresando a la Municipalidad de Santa Fe no es una escena habitual y menos en un edificio gubernamental.
Corrupción “de la alegría”
El modus operandi de Corral y cía no se diferencia demasiado de una arraigada tradición política de los grandes partidos que gobiernan la Argentina hace década, que hace de las necesidades de las grandes mayorías un nicho de corrupción y enriquecimiento ilícito y personal. En el sitio corralpapers.com se puede ver detalladamente como aparecen asociaciones civiles conformadas por un matrimonio que recibieron en sólo seis años la suma de $ 5.850.375 en concepto de iniciativas comunitarias. También figuran personajes como “Dani” Cantero, ex jefe de la barra brava de Unión, imputado por varios delitos, cuya Asociación Civil “Por un Futuro Para Todos, barrio Roma” recibió casi un millón de pesos desde 2016 a la fecha. También aparecen dos asociaciones que recibieron entre el 1° de abril de 2014 y el 1° de agosto de 2017 la suma de 3.914.700 pesos para desmalezar los terrenos adyacentes del proyecto de Tren Urbano, adquiridos por la gestión radical de Barletta y que se calcula, por falta de datos oficiales, que le costaron a la municipalidad 30.921.598 pesos. Tragicómicamente el tren dejó de funcionar a la brevedad por diversos accidentes opacando la foto de funcionarios sonrientes por la de un vagón abandonado.
Es importante recalcar que el presupuesto destinado para este programa fue en aumento año tras año y, en los años electorales, se disparó. Lo que se dice un “incentivo” para alimentar a la tropa militante de la “revolución de la alegría” que realiza los timbreos, actúan como punteros y le hacen el aguante al intendente y presidente de la UCR.
Resta ver cómo se desarrolla la crisis política abierta a días de las elecciones. Una crisis política que ataca en el corazón del núcleo discursivo del macrismo: el de la bandera contra la corrupción. El duranbarbismo de Cambiemos sigue apelando a los métodos más rancios de la política tradicional argentina, la de lucrar con las necesidades postergadas de los más pobres de la ciudad para alimentar la corruptela de funcionarios y amigos. Lo cierto que entre la corrupción y el punterismo político se esconde algo que solo la izquierda denuncia: las condiciones paupérrimas de vida en una de las provincias más ricas del país que no cambian gobiernen peronistas, socialistas o radicales PRO.
Rodrigo López
Nació en Rosario en 1989. Es licenciado en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.