Hablamos con dos trabajadoras de los hospitales provinciales Lucio Meléndez y Oñativia, ubicados en el municipio a cargo de Mariano Cascallares desde el año 2015. ¿Cómo se trabaja con una pandemia en nosocomios que no cuentan con las medidas necesarias?
Martes 17 de marzo de 2020 00:00
Hace años que se viene denunciando la desidia estatal en la salud y los dos hospitales del municipio de Almirante Brown no son excepción, en ellos se trabaja día a día con estructuras que se caen a pedazos y falta de insumos y hoy, en estas condiciones deben enfrentarse al Coronavirus. Para saber como se vive la pandemia desde la salud pública charlamos con dos trabajadoras del Lucio Meléndez de Adrogué y el Oñativia de Rafael Calzada, ambos ubicados en el distrito de Almirante Brown a cargo del justicialista Mariano Cascallares.
“En el Oñativia todavía no se hicieron las obras tras el incendio de diciembre de 2018 y por esto no contamos con internación, en estas condiciones edilicias tenemos que trabajar”, cuenta la trabajadora del nosocomio de Calzada y agrega: “Este virus hace que los pacientes requieran asistencia mecánica respiratoria y como mucho tenemos ocho respiradores, se está hablando de que el requerimiento de respiradores va a ser muy alto y vamos a tener que ‘elegir’ que pacientes conectar y cuales no, con lo cual la enfermedad tiene otro índice de mortalidad propio de la falta de recursos”.
Por su parte, la trabajadora del Lucio Meléndez nos decía que cuentan con pocos respiradores "y no hay aislamiento, se le pidió a la dirección y la respuesta en un principio fue vaciar el jardín maternal con el que contamos para usarlo como sala de espera para los pacientes sospechosos de coronavirus o dengue, finalmente ante los reclamos del personal dijeron que esto no será así, pero aún no hay otra respuesta. La sala de espera está pegada a la guardia de pediatría, están pegando a los sospechosos de coronavirus con niños, madres, embarazadas, etc., y para atenderlos nos prometen que van a traer un trailer, pero todavía lo estamos esperando”.
Con lo que respecta a las condiciones edilicias ambos hospitales se encuentran en condiciones similares, como se sostiene en varias partes del mundo: El paciente cero es el ajuste a la salud.
¿Qué pasa con los trabajadores de la salud? ¿Quién cuida a lxs que nos cuidan?
“Otra preocupación es el hecho de las licencias para preservar a los grupos de riesgo, sólo se les dio licencia a los empleados que tuvieron un trasplante o lxs inmunodeprimidos, pero gran parte de lxs trabajadores son adultos mayores y siguen trabajando” cuentan desde el Oñativia "tampoco nos dicen que va a pasar cuando den licencia y el personal se reduzca, no vamos a dar a basto". También desde el Meléndez afirman “Todavía siguen todxs trabajando porque nos dicen que el ministerio nunca dijo que hay que dar licencias” continúa "nos están sobrecargando cada vez más, laburamos en peores condiciones y sin ayuda ni órdenes de nadie, seguimos los protocolos que nos enseñan lxs bioquimicxs o los que aprendemos en otros lados".
Nuestras vidas valen más que sus ganancias
Ayer el presidente Alberto Fernández anunció la suspensión de clases y otras medidas que buscan reducir la circulación de personas, pero como vimos a lo largo del día de hoy la realidad es otra: Muchxs trabajadores deben salir igual de sus casas, enfrentarse al hacinamiento en el transporte público y a largas jornadas en pésimas condiciones como nos cuentan las trabajadoras de los nosocomios de Almirante Brown, donde ni siquiera se garantizan las licencias a los grupos de riesgo.
Porque nuestras vidas valen más, desde el PTS en el Frente de Izquierda venimos planteando medidas para evitar la propagación del COVID-20 así como para asistir a las personas que lo han contraído-
El Estado debe garantizar la distribución gratuita de todo lo necesario para la detección temprana: alcohol en gel, jabón, así como los kits de test para que se realicen en forma gratuita y masiva a todo el que tenga síntomas. Para esto es necesario la confiscación de las empresas que producen este material y la puesta a producir bajo control de sus trabajadores y técnicos. Asimismo, la producción a cargo el estado de todos los medicamentos que tengan efectividad (probada por los organismos de control) para enfrentar la pandemia.
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Otra cuestión muy importante es la centralización de todo el sistema de salud para crear todas las instalaciones necesarias para recibir a los eventuales infectados que necesiten internación, confiscando o fabricando los respiradores y salas que hagan falta (hoteles, etc.), tomando el control de todos los recursos necesarios de la sanidad privada.
Las licencias con goce de sueldo (a cargo de las empresas) de toda persona enferma y mayor de 65 años, así como de padres y madres que no pueden enviar sus hijxs a las escuelas que cierren deberían estar a la orden del día. Por otra parte, otras medidas esenciales serían la duplicación inmediata de emergencia de todos los planes de asistencia social, para que los beneficiarios que tienen empleo no se vean obligados a ir a trabajar enfermos, y la prohibición de despidos y si hay licencias o suspensiones por cierre de establecimientos, que estas sean al 100 % del salario incluyendo presentismo. Junto con esto, la reincorporación de todo el personal médico y de enfermería despedido en los últimos años o desocupado.
A su vez, levantar comisiones independientes integradas por profesionales idóneos, especialistas de las universidades públicas y miembros de las organizaciones de trabajadores y populares, que controlen toda la información que maneje el estado sin ningún tipo de censura: datos de la evolución de la epidemia, comparación con otras epidemias, medidas preventivas que se aconsejan a la población, etc. No puede quedar en manos del estado, que siempre responde a los lobbys de las grandes empresas, la información sobre la salud pública.
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Como dijimos al principio, el deterioro y abandono de la salud pública viene de años, pero ante esta situación se agrava aún más, para que esto no suceda es urgente desconocer la deuda externa y tocar las ganancias de los laboratorios y empresarios que se quieren llenar de plata a costa de nuestra salud, para así garantizar una salud pública universal y gratuita para toda la población.