Al servicio del lobby inmobiliario: Javier Milei estableció en su DNU la derogación de la actual Ley de Alquileres. Se podrán negociar contratos en cualquier plazo y moneda, bajo cualquier precio y actualización, desamparando completamente a los inquilinos. La organización Inquilinos Agrupados convoca este jueves 21/12 a las 20 hs a movilizar en todo el país bajo el lema "Con la vivienda no".
Jueves 21 de diciembre de 2023 19:43
La derogación de la actual Ley de Alquileres por el DNU de Javier Milei desampara completamente a los inquilinos.
En el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presentado por Javier Milei incluyó la derogación de la Ley de Alquileres, otro flanco de ataque a las familias trabajadoras que no cuentan con vivienda propia y se ven obligadas a alquilar. Se beneficia el lobby inmobiliario, que desde hace meses viene presionando por una virtual "dolarización" de los contratos que no pudo establecer en las ultimas modificaciones a la ley. Unos 10 millones de inquilinos en todo el país se verán perjudicados.
Bajo el falso lema de que "desregular" el mercado será "a la larga" bueno para todos, inclusive para los propios inquilinos, que se incrementará la oferta de inmuebles en alquiler y que eso regulará el precio, se buscan imponer condiciones leoninas para quienes deben alquilar. Asimismo, en lugar de contener los precios, en un contexto de elevada inflación e incertidumbre, la derogación de la ley permitirá aumentos permanentes, posibilidad de desalojos y desamparo para los inquilinos y un impacto en la aceleración de precios general de la economía.
La norma vigente previo al DNU es la Ley de Alquileres N° 27.551 del año 2020. Asimismo, se derogan las modificaciones hechas en octubre por la ley N° 27.737 de 2023. Sin ley de Alquileres, todavía no se sabe si se elaborará un nuevo texto. Por el momento, los contratos son de "libre acuerdo" y se regirán por el Código Civil y Comercial.
Derogación de la ley: 10 claves
- Plazo: No hay plazo mínimo pero si no se define en el contrato, se considera de 2 años.
- Dolarización y "libre elección" de moneda: se puede acordar el precio y el pago en cualquier moneda.
- Ajustes: se podrá actualizar bajo cualquier índice (inflación, dólar, nafta, etc). Se puede indexar, se puede pre acordar aumentos.
- Garantía: se puede pedir cualquiera y se universaliza el seguro de caución. No hay tope a depósitos o garantías
- Depósito: serán dos meses de depósito. Podrá ser en dólares. Podrán devolverlo a los 60 días de haber finalizado el contrato.
- Arreglos de la casa: obligación de los inquilinos.
- Expensas: inquilinos deberán pagar ordinarias y extraordinarias.
- Domicilio electrónico: ya no habrá posibilidad de establecer un mail de contacto entre inquilinos y propietarios.
- Rescisión: Se permite al inquilino rescindir con multa del 10% del valor restante de contrato.
- Inscripción en AFIP: Ya no se deben inscribir los contratos en la AFIP.
Aquellas personas que tengan un contrato vigente, las condiciones pautadas se tienen que respetar hasta que finalice el mismo. Es decir, los cambios que introdujo Milei por DNU no afectarán a los contratos en curso. Pero los propietarios pueden optar por rescindirlos para firmar nuevos sin el amparo de la ley.
La organización Inquilinos Agrupados convocó este jueves 21/12 a las 20 hs a movilizar en todo el país bajo el lema "Con la vivienda no". En CABA se concentraron en Congreso, confluyendo con un nuevo cacerolazo.
Es una reforma criminal que nos lleva a suspensiones de pago, desalojos y una guerra de todos contra todos.
No hay sociedad que se desarrolle en paz cuando nos lanzan a la boca de los leones.
Hoy salimos a las calles como ayer. pic.twitter.com/B4jqHw3XtZ— Inquilinos Agrupados (@InquilinosAgrup) December 21, 2023
Lejos de pensar en "la gente" que trabaja, el DNU de Milei significa un ataque histórico a los derechos y conquistas de la clase trabajadora. La Ley de Alquileres tiene limitaciones y en la práctica muchos aspectos no se estaban cumpliendo, pero su derogación no busca beneficiar a los inquilinos sino terminar de castigar a quienes hoy ya no están llegando a fin de mes, mientras las grandes inmobiliarias se benefician.
A pesar de que la inflación golpea las condiciones de vida de quienes menos tienen y aumenta la pobreza alcanzando a casi el 50 % de la población, ninguna de las medidas anunciadas son a favor del pueblo trabajador, sino para incrementar las ganancias de un pequeño grupo de empresarios. Por eso festejaron las patronales reunidas en AEA. Es necesario tirar abajo el DNU inconstitucional y antipopular y exigir a las centrales sindicales un paro nacional activo para derrotar el plan de guerra de Milei y el FMI.
Hay otra salida posible al drama de los alquileres, derogar la ley actual no es la única vía como han instalado el poder mediático, político y económico. Los legisladores del Frente de Izquierda vienen denunciando desde hace tiempo el lobby del negocio inmobiliario y reclaman que se tomen medidas urgentes a favor de quienes mes a mes deben afrontar el pago de un alquiler.
Entre las medidas que propone la izquierda están, la de gravar las viviendas vacías con impuestos progresivos, desalentando la especulación de las corporaciones constructoras e inmobiliarias. A su vez, que esas casas y departamentos deban ser ofertadas por sus propietarios, poniéndoles un tope a los precios iniciales de los contratos y a las actualizaciones, de acuerdo a la evolución de salarios formales e informales.
Otra propuesta del FITU es limitar los llamados “alquileres temporarios” promovidos por quienes tengan más de 100 metros cuadrados de inmueble o más de dos unidades funcionales (sin contar la vivienda propia). También prohibir que los precios se fijen en dólares.
Son medidas que pueden y deberían tomarse cuanto antes, con el objetivo de dar una respuesta estructural a la crisis habitacional, que inexorablemente debe ir en el camino de dar créditos baratos con tasa subsidiada y un plan de obras públicas para construir las viviendas necesarias y urbanizar los barrios populares que así lo requieran. Una planificación habitacional y urbana que sólo podrán llevar adelante seriamente las y los trabajadores, haciéndose cargo del control de esa planificación.