Tras ser invitado al programa Estado Nacional, el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, se refirió al caso del ex frentista Norambuena, quien está siendo condenado por el asesinato de Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards. Sus palabras aluden a un acuerdo entre todo el partido, expresando a que costó llegar a un consenso en esta materia
Domingo 25 de agosto de 2019
“El comandante Ramiro” como le decían, fue trasladado el martes a Chile tras el fallo de tribunales de Brasil, bajo el gobierno de Bolsonaro y en conversaciones con Sebastián Piñera. El gobierno chileno, rebajó las penas a 30 años por el acuerdo suscrito entre Chile y Brasil. Norambuena se escapó el año 1996 de Chile tras ser sentenciado por dos cadenas perpetuas por ser el responsable de los asesinatos de Jaime Guzmán y Cristián Edwards.
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Durante la semana, Chile Vamos mostró su alegría por esta medida, que se confirmó en el programa de Estado Nacional, donde hubo bastantes acuerdos con Elizalde, representante de un partido histórico (PS), que antes de dictadura, se caracterizaba por tener una gran base de militancia obrera. Hoy registra una larga lista de detenidos desaparecidos y asesinados bajo la dictadura de Pinochet y la intelectualidad neoliberal liderada por Jaime Guzmán y Carlos Edwards.
Bajo las propias palabras de Elizalde “A mí me parece que el principio básico de la justicia, la verdad, es un principio básico para preservar una convivencia de lo que vivió Chile, en la dictadura no vuelva a repetirse. Me parece inaceptable, y por supuesto el asesinato de Jaime Guzmán también es inaceptable. En vez de establecer un empate, hay que erradicar toda forma de violencia política. Ahora sobre este punto, las dirigencias de la UDI va a ver a los seres humanos de Punta Peuco, yo no conozco ni un dirigente del socialistas que se hayan reunido con los criminales.”
Elizalde se pone la camiseta de que dentro de su bancada PS “no se han reunido con criminales”, pero para ellos no impidió la relación con los herederos empresariales de la dictadura, sino que todo lo contrario, se fortaleció.
Rápidamente aparece en la mente la noticia de mayo del año 2017, cuando se destapó la relación del PS sobre los activos millonarios en acciones y bonos en compañías mineras como Soquimich y Pampa Calichera, ligadas al empresario Julio Ponce Lereu, exyerno del dictador Augusto Pinochet, o rápidamente aparece en la mente lo más reciente, la relación del partido con el narcotráfico, negocio que se impulsó en la dictadura de Pinochet.
Además, la descarada frase “hay que erradicar toda forma de violencia política”, pareciese que implicara una amnesia sobre los asesinatos ocurridos en el gobierno de Michelle Bachelet (PS); el trabajador Nelson Quichillao tras una huelga minera, mapuches como Johnny Cariqueo Yañez, o Jaime Facundo Mendoza Collío, tras golpizas de GoPe y cabos, siendo parte de los 15 mapuches asesinados entre el gobierno de la concertación y la derecha postdictadura.
¿Es consecuente la frase “Hay que erradicar toda forma de violencia política”?, basta con ir al presente para detenerse solo en los casos de violencia ocasionadas por las leyes como Aula Segura, votadas por ellos, o la profundización de Fuerzas Especiales en su gobierno, que ataca a trabajadores, mujeres y juventud.
Es que la posición del PS frente al Exfrentista Norambuena " de criminal" no operó para " el senador vitalicio" Pinochet, quien asesinó, pudo mantenerse en el parlamento bajo " gobierno democrático". Es más, no lucharon para que Pinochet pudiera tener esa cadena perpetua por los miles de crímenes y vejámenes en su gobierno “cívico- militar”. De ahí la contradictora frase de Elizalde “Esto lo aprendimos de la dolorosa dictadura. Y esto es un elemento central del Partido Socialista. Por eso, estamos por la verdad y la justicia de todos los casos. Por eso, merecen, mayor verdad, mayor justicia. Uno no puede funcionar por los crímenes buenos y los crímenes malos”
