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Red Internacional
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Brasil. Amazonia en llamas: Eduardo Bolsonaro viaja a buscar el apoyo de Trump

El hijo del ultraderechista Jair Bolsonaro llegó este viernes a la Casa Blanca. Subordinación brasileña a Estados Unidos en medio de las disputas internacionales con el imperialismo europeo.

Viernes 30 de agosto de 2019 17:36

Eduardo Bolsonaro, hijo del ultraderechista presidente brasileño, llegó este viernes a la Casa Blanca para una reunión no prevista en la agenda oficial de Trump. El diputado federal llegó junto a su equipo a la residencia oficial del presidente de los Estados Unidos poco después del mediodía.

En medio del escándalo por los incendios en la Amazonia, y las disputas con el imperialismo europeo, Bolsonaro redobla la subordinación de Brasil a Estados Unidos. En esta maraña de intereses, están muy presentes las compañías mineras estadounidenses y su intento de avanzar sobre tierras indígenas.

Bolsonaro ha venido buscando el apoyo de Trump y Netanyahu, el presidente israelí. De este último ya aceptó una oferta de "ayuda" el domingo pasado, que incluiría un avión con equipo contra incendios.

Sobre la reunión en Estados Unidos Bolsonaro declaró que "tal vez haya novedades pronto. Ernesto y Eduardo están en los Estados Unidos, y tal vez avancen en la conversación con Trump, porque yo le pedí a Trump que nos ayudara".

Pero esta reunión entre el presidente estadounidense y el hijo de Bolsonaro tiene un trasfondo que va más lejos que el escándalo por los incendios en la Amazonia e incluye las "perspectivas comerciales" en el marco de la guerra comercial con China.

En este contexto Estados Unidos busca presionar, y tiene un lugar privilegiado por su relación con el Gobierno de Bolsonaro, para frenar los intentos del sector del agro brasileño de abrir nuevas exportaciones a China.

El interés de los empresarios del agronegocio brasileño de aumentar su comercio con China, ha chocado con los intereses capitalistas de Estados Unidos, Francia y Alemania. Este último país es el mayor beneficiario del acuerdo Mercosur-UE, y busca que este pueda contener el ritmo de la recesión económica que lo afecta.

Las disputas entre estos países imperialistas no tienen nada que ver con la lucha contra el calentamiento global (cosa que además Trump y Bolsonaro niegan que exista), como así tampoco con los cambios en el uso de la tierra generados por el capitalismo, que son responsables de la crisis ecológica. El objetivo de cada uno de estos imperialismos es morigerar los riesgos de una recesión mundial, que ya muchos analistas señalan, y para lo que harán todo lo posible para aumentar sus ganancias, incluso si eso significa la devastación de un ecosistema tan importante como la selva amazónica.