Medios Y Política. Amenaza de despidos masivos en radio Nacional Rock

El titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, anunció ayer que durante el mes de enero la señal de FM Nacional Rock, que integra el sistema público, “va a pasar música con separadores cada media hora con locutores”. Según Lombardi las razones de la medida son que se encuentran “en una transición donde todavía, lamentablemente, no pudimos entrar”, ya que el director de Radio y Televisión Argentina “todavía no renunció”.

Según el funcionario no pueden hacerse cargo de la emisora “hasta que el director (Alberto) Cantero renuncie, para poder designar los dos miembros del ejecutivo que corresponden ahí”. Y agregó que “las nuevas autoridades tienen que incidir sobre la programación del 2016”. En ese sentido, la decisión de suspender la programación de enero puede significar la forma de “marcar terreno”.

Pero también puede tener que ver con la idea, ya anticipada, de reorganizar las plantas laborales con el consiguiente riesgo de perdida masiva de puestos de trabajo.

La decisión de Lombardi pocas veces se vio en las últimas décadas. La intervención arbitraria y radical de un gobierno sobre la programación completa de una radio tiene pocos o nulos antecedentes, al menos desde 1983. En ese sentido, la medida es totalmente coherente con estos veinte días de macrismo por decreto, negando cualquier discusión parlamentaria en temas que resultan trascendentales para la vida del país.

La sospecha de que esta medida es anticipatoria de despidos masivos no es descabellada.

Por un lado el mismo Lombardi consideró que la renovación de contratos realizadas por la gestión kirchnerista en este último tiempo es “ilegal” e “ilegítima”. “Estamos convencidos de que haber renovado contratos en diciembre no sólo es ilegal e ilegítimo, sino que también es escandaloso”, afirmó. El macrismo ya anticipó que al menos 24 mil puestos en la función pública “están demás”. De allí que sería ingenuo no pensar que hará uso de lo que le dejó servido en bandeja la gestión anterior, miles de contratos que pueden rescindirse a la primera de cambio. El “modelo” kirchnerista no tuvo nunca entre sus prioridades garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores del Estado, al punto de que los pases a planta permanente fueron excepcionales y siempre ajustados a las necesidades políticas del momento.

Por otro lado, los mismos trabajadores de Nacional Rock vienen denunciando que la amenaza de despidos es constante desde que asumió la presidencia Mauricio Macri.

La Izquierda Diario, fiel a sus principios, se solidariza con todo el personal de radio Nacional Rock y se pone a disposición de difundir este conflicto, así como el resto de los conflictos que atañen a las trabajadoras y los trabajores de prensa.

Se sabe que cuando un gobierno abraza discursos como los de Lombardi, que ayer dijo que “hay gente que aún no ha aceptado las nuevas condiciones producidas por el sistema electoral”, el hilo se va a cortar por lo más delgado. Posiblemente algunos onerosos contratos sean renovados y alguna “estrella” que hizo buenas migas con el kirchnerismo no tenga problemas en vestirse de amarillo. Pero lo seguro es que el grueso de periodistas, locutores y técnicos son, para el macrismo, tan prescindibles como cualquier otro trabajador.

La exigencia de que no se produzca ni un solo despido en radio Nacional Rock, sea por los motivos que sea, pero sobre todo por decisiones políticas de programación, desde ayer pasó a ser una cuestión de primer orden.