En 2020, más de la mitad de las democracias latinoamericanas han retrocedido en materia de estándares democráticos y de derechos humanos, exacerbados por medidas tomadas en respuesta a la pandemia de Covid-19. El uso de los militares para hacer cumplir los estados de emergencia, el uso excesivo de la fuerza policial, la disrupción de las elecciones, la restricción de la información y la aplicación de medidas drásticas contra la libertad de expresión

Gabriel Muñoz Licenciado en Historia
Sábado 19 de diciembre de 2020
Los principales hallazgos del informe regional para América Latina del Global State of Democracy in Focus, publicado por IDEA Internacional, organización intergubernamental con sede en Estocolmo, cuyo mandato es promover la democracia en el mundo, fueron los siguientes:
1) Uso de los militares para hacer cumplir los estados de emergencia.
2) Uso excesivo de la fuerza policial contra la población civil.
3) Disrupción de procesos electorales.
4) Restricción de la información.
5) Medidas drásticas contra la libertad de expresión.
Según el informe muchas de estas medidas son utilizadas por los gobiernos para combatir a la oposición política y contener procesos sociales como ha hecho el gobierno de Piñera con la revuelta chilena.
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Para fines de octubre más de la mitad de las democracias en la región (12 de 19) habían implementado restricciones que fueron “ilegales, desproporcionadas, indefinidas, o innecesarias”. Esta cifra aumenta a dos tercios, si se consideran todos los países de América Latina.
Las democracias con más medidas preocupantes (dos cada una) incluyen las democracias de rango medio de Argentina, Chile, Colombia, El Salvador y Ecuador. En El Salvador y Nicaragua los poderes ejecutivos están recurriendo a las Fuerzas Armadas para intimidar a sus rivales políticos bajo el pretexto de la pandemia. En México, en las fronteras con Guatemala y Estados Unidos, las organizaciones de derechos humanos han denunciado la situación de los migrantes detenidos, citando el hacinamiento de los centros de detención y las deplorables condiciones para adultos y niños.
El estudio también detalla que los 23 países de América Latina han experimentado protestas durante la pandemia a pesar de las restricciones. Es la única región, además de Europa, donde todos los países han registrado manifestaciones durante este período
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El atentado contra libertades democráticas que hacen los gobiernos de América Latina demuestran que los sistemas democráticos se sustentan en el Estado y sus Fuerzas Armadas y cuyo fin es principalmente controlar por medio de la violencia y las armas a la población civil. Esto evidencia la real orientación de estos gobiernos que no es más que la defensa del sistema capitalista y el funcionamiento de una sociedad de clases. Esto une tanto a gobiernos progresistas como gobiernos de derecha en una larga estela de violaciones a derechos humanos y atentados a las libertades públicas.
Chile y el gobierno asesino de Piñera son una muestra fiel de esta realidad. El toque de queda y el Estado de Emergencia aún siguen vigentes como principales medidas para combatir supuestamente a la pandemia pero que en los hechos mantiene a la población bajo el yugo de las armas. De esta manera durante todo octubre y noviembre el gobierno reprimió duramente toda expresión de protesta contra el proceso constitucional controlado por los partidos tradicionales tras el plebiscito del 25 de octubre, destacando el hecho de la prisión prolongada contra presos de la revuelta.

Gabriel Muñoz
Licenciado en Historia