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Red Internacional
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Amnistía por arriba, con las calles vacías y sin enfrentar a la derecha y la Judicatura (SALE MAL)

La Judicatura boicotea la Ley de Amnistía y el Supremo condena a cuatro jóvenes por protestar contra Vox. La realidad es que no se puede enfrentar a la derecha sin molestar a la derecha.

Miércoles 7 de febrero de 2024

Empezamos fuerte la semana. Cuatro de los 6 jóvenes de Zaragoza juzgados por protestar contra un acto de Vox en 2019 son condenados a casi 5 años de cárcel por el Tribunal Supremo. El mismo día la Junta de Fiscales del Tribunal Supremo avalaba encausar a Puigdemont por terrorista en la línea Audiencia Nacional.

Vamos por partes. ¿Realmente alguien se puede sorprender que PP y Vox estén a la ofensiva contra la amnistía con los jueces intentando boicotearla mientras Felipe VI anima a escondidas? Poco menos se podía de la derecha españolista, el aparato judicial heredero de la dictadura y la Corona impuesta por Franco.

Aun así, el crecimiento de los sentidos comunes de la derecha es un peligro. Desde el 44% de los hombres que creen estar perjudicados por el feminismo hasta la criminalización de los inmigrantes pasando por los discursos de emprendimiento empresarial fomentados por yotubers, streamers y tiktokers. Intentan mostrarse rebeldes para capitalizar el malestar, pero son los más fieles defensores de la Constitución, el Rey, la patronal y la Iglesia. Si se os ocurre algo más establishment que esto avisad.

Sin embargo, los "progresistas" que hablan de amnistía constitucional son los mismos que, o bien estaban con PP y Cs pidiendo el 155 en 2017, o bien pedían que nos dejáramos de defender la autodeterminación para no “contribuir a despertar el fantasma del fascismo” como decía Iglesias entonces.

Por su parte, los procesistas que pintan viable una amnistía sin movilización ni ampliación a todas las personas perseguidas por luchar, son los mismos que han abanderado una independencia vacía de contenido social para acabar siendo parte de la represión en 2019 y la desmovilización derivada.
No nos olvidamos. Cuando en 2019 nos movilizamos contra una sentencia que castiga un referéndum el PSOE respondió con represión, con la colaboración de la Generalitat de Junt y ERC, e Iglesias llamó a acatar la sentencia.

En 2021 salimos a raíz del encarcelamiento de Hasél por cantar contra la monarquía y la Generalitat y el gobierno “progresista” nos mandaron palos. En Cádiz los trabajadores del metal salieron para hacer frente a la precariedad y el gobierno del PSOE-Unidas Podemos les mandó tanquetas.

Ahora se condena a prisión a cuatro jóvenes por protestar contra Vox y PP mientras la derecha crece ¿Cómo se puede parar la a derecha de la mano de quienes reprimen a los y las que luchamos? No se puede.

Sumar, Podemos, ERC – y ni hablemos el PSOE –hablan de frenar a la derecha (desde las instituciones), lo cual han demostrado ser negarse a hacer cualquier cosa que moleste efectivamente a la derecha. La vía para ellos es siempre rebajar las demandas hasta tal punto que ni se parecen a las reales: ni Netflix en catalán es el derecho a decidir, ni una menor pérdida de poder adquisitivo es acabar con la precariedad.

Sí, la derecha tiene jueces, patronales, policía, Iglesia y Rey. Pero la clase trabajadora tenemos la fuerza capaz de hacer funcionar las fábricas, las comunicaciones, los transporte... Entonces, ¿Por qué no utilizar nuestras fuerzas para enfrentar los reaccionarios y luchar por conquistas sociales y democráticas como la vivienda, el salario, la autodeterminación o la amnistía para todos los y las luchadoras? Le tendríamos que preguntar a “progresistas” y procesistas.

Sumar es consciente de esta fuerza, pero prefiere intercambiarla (o sea traicionarla) para gestionar el Régimen del 78. La diferencia con Podemos es que estos se han quedado sin ministerio y se separan esperando la próxima oleada que los lleve al Consejo de Ministros.

¿Qué nos queda? ¿Renunciar a la política? ¿Aceptar la rebaja de demandas de entrada? No. Toca poner en juego nuestra fuerza desarrollando la autoorganización desde bajo contra el auge de la derecha y los "progresistas" que nos contienen con la ayuda de la burocracia sindical. Construimos una izquierda socialista con independencia de clase para dar la batalla.