Trump insiste con el muro ante cifras de homicidios en México, que se incrementaron en 27% en 2017, cuando desde EEUU se trafican las armas con las que se pertrechan el Ejército mexicano, la Marina y el crimen organizado. La respuesta del virtual presidente de México es que no quiere pleitos.

La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 1ro de agosto de 2018
“Una de las razones por las que necesitamos una gran seguridad fronteriza es que la tasa de asesinatos de México en 2017 aumentó 27% a 31,174 personas asesinadas, ¡un récord!..”, tuiteó Trump, este martes 31 de julio.
El lunes había amenazado con el cierre del gobierno estadounidense si el congreso no le da el financiamiento para el muro y para otro paquete de medidas antimigrantes, y el martes redobló la apuesta.
López Obrador, ganador de las elecciones presidenciales del 1 de julio, respondió “Vamos a actuar con prudencia. No vamos a responder a cualquier opinión. Vamos a tratar de buscar una relación amistosa. Queremos el diálogo y si se dificulta, la otra vía va a ser dialogo y más diálogo, siempre diálogo. No queremos pleitos; queremos convencer que nos conviene una relación de amistad y de cooperación para el desarrollo con Trump Tienen su libertad para manifestarse pero nosotros no tenemos en la agenda esa palabra. Yo lo que quiero es que haya una relación de paz. Amor y paz”.
¿Amor y paz con el magnate que está al frente de la administración estadounidense e implementó la política de tolerancia cero que separó a miles de niños de sus familias?
Congruente con sus declaraciones emitidas a lo largo de su campaña electoral, López Obrador mantiene una línea conciliadora con Trump, en el marco de la escalada de ataques contra los migrantes.
Y mientras guarda silencio de la política reaccionaria que mantiene a México como el gendarme de EEUU para perseguir a los migrantes centroamericanos al sur del río Bravo, insiste con el impulso de programas de desarrollo para frenar la migración.
Lo cierto es que sus promesas de bienestar para concretar su promesa de “primero los pobres” se chocan con un muro: el de la subordinación a las órdenes de Trump y a los intereses de las trasnacionales.