Sábado 17 de febrero de 2024 19:10
El evento fue impulsado entre diversos artistas, trabajadores y estudiantes de la región, algunes nucleades en Unidxs x la Cultura, otres en la RED de jóvenes Precarizadxs, así también la agrupación Awkache de la corriente Marabunta, entre otros. La iniciativa es parte de una serie de “postas” que se votaron en la última asamblea de Unidxs por la Cultura (La Plata, Berisso, Ensenada) a modo de recorrer los distintos corsos de la ciudad. Esta política continuará desarrollándose a lo largo del mes de febrero, con la idea de amplificar la llegada de Unidxs. El evento contó con intervenciones como performances, un show de antorchas con fuego a cargo del grupo cirquense Tapabaches, un show de murga por parte de Sikuris, rap de la mano de Gotan D. Thot y Siberian Crew, una exposición de fotos de AnRed y de Enfoque Rojo y un recorrido de ferias.
«No queda opción de salir a la calle y decir algo sobre lo que está pasando» cuenta Tomás de Gotan D. Thot, uno de los artistas de la jornada. El evento es una muestra más de lo que es la organización desde abajo, luego de semanas movidas al calor de la votación de la Ley Ómnibus, que tuvo como gran factor las enormes movilizaciones contra los paquetazos de Milei. La fuerza de las calles, la resistencia de las asambleas autoconvocadas y de los sectores culturales nucleados en Unidxs, fueron los protagonistas en la resistencia a los gases y palos de Bullrich, mostrando un horizonte distinto, poniendo sobre la mesa la necesidad de recuperar las calles para defender y pelear por nuestros derechos.
En ese sentido, fue de suma importancia la unidad entre sectores de trabajadores, estudiantes y artistas que se expresó, una continuidad de lo que vienen siendo los espacios asamblearios alrededor del país, pero también de la solidaridad y la disposición de los trabajadores de salud frente a la represión, quienes se pusieron al hombro la atención de decenas de compañerxs heridxs, haciendo uso de sus conocimientos al servicio de las luchas de lxs trabajadores.
Es que si bien la Ley Ómnibus cayó, lo cierto es que los planes de Milei no se terminan ahí: rápidamente salieron a atacar el derecho a decidir que conquistaron millones de mujeres y disidencias con la marea verde; se aplicaron fuertes tarifazos y congelamiento de partidas presupuestarias para entes estatales, como la educación; hasta Milei llegó al absurdo de atacar a los artistas que salieron a enfrentar sus políticas, como lo fue durante toda la semana su campaña contra Lali.
Lo que se esconde de fondo es un ataque polìtico ideológico hacia la cultura, vaciando los institutos del Estado –y privatizandolos de ser posible– profundizando su visión individualista y mercantil de la cultura, beneficiando a las grandes productoras como Netflix y recortando aún más el escaso acceso de miles de trabajadores que apenas llegan a fin de mes. El juego que propone es sencillo: luego de años devastadores, de altos niveles de inflación, desocupación y aumentos de pobreza, quiere arrasar aún más sobre las conquistas de los trabajadores, en beneficio de los grandes empresarios, quienes son los artífices reales detrás de todo el plan económico del gobierno.
Por eso, como señala Alejo, integrante de la asamblea autoconvocada de 7 y 50, si los de arriba actúan en unidad y en beneficio propio, es importante seguir reforzando la unidad entre los trabajadores. Continuar con el camino que tuvimos desde el 20 de diciembre, cuando pudimos quebrar el protocolo de Bullrich, seguir construyendo asambleas y espacios democráticos en donde podamos definir cómo seguir un plan de lucha.
Ante una situación cada vez más acuciante para el pueblo trabajador, la postura del peronismo de “esperar a que pegue aún màs la crisis y volver mejores” se vuelve criminal cuando no se sabe si van a arrancar las clases, qué va a pasar con miles de puestos de laburo o si ni siquiera se puede pagar un pasaje de colectivo. No basta con pronunciamientos ni papers económicos –que por cierto, omiten el aspecto represivo del gobierno–, sino que se trata de que todas las centrales sindicales y estudiantiles convoquen a los miles de trabajadores y estudiantes a organizarse frente al ajuste de Milei.
Las experiencias de las asambleas de autoconvocadxs, de Unidxs x la Cultura y de los espacios de organización que vienen surgiendo al calor de la lucha, como les becaries del Conicet, son la contracara de la polìtica pasiva del peronismo y muestra de que la fuerza está. La primera derrota de Milei a su vez es la contracara de la visión fantasiosa que vende el gobierno, que es consciente de sus límites y debilidades frente a “las fuerzas de las calles”. Actividades como estas buscan repensar el arte y la cultura junto a los trabajadores, donde las producciones tiene que ser la memoria, la prensa, para enfrentar los planes de este gobierno. Sigamos apostando a amplificar estos espacios, masificar las asambleas y la coordinación. Este lunes 19 nos encontraremos nuevamente reunidos en asamblea para continuar con el plan de lucha.