Una vez más en el estado de Veracruz, gobernado por el priista Javier Duarte de Ochoa, se ataca al periodismo. En esta ocasión, la periodista Anabel Flores Salazar fue sustraída de su domicilio por un comando armado y asesinada, hallando su cuerpo en el estado de Puebla.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 10 de febrero de 2016
Anabel Flores, periodista veracruzana, fue secuestrada la noche del 8 de febrero por hombres armados que irrumpieron en su casa, un día después la Fiscalía General del Estado de Puebla informó el hallazgo de un cuerpo en el kilómetro 1580 de la carretera Cuacnopalan-Oaxaca, que se presumió era de la periodista secuestrada.
Horas después, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) comunico que un funcionario del Gobierno de Puebla confirmó que el cuerpo hallado en una carretera corresponde al de la reportera y los familiares ya habían hecho el reconocimiento.
Anabel Flores Salazar, cubría información policíaca para el diario El Sol de Orizaba y colabora con otros periódicos. A pocas horas de su desaparición se expidieron comunicados del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), Artículo 19 y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exigieron al gobierno mexicano localizarla y en especial al Gobierno de Veracruz emitir los protocolos correspondientes.
Sin embargo, acorde a la línea represiva de Javier Duarte, gobernador de Veracruz, La Fiscalía General de Veracruz, como política de criminalización de las víctimas, declaró que como línea de investigación se retomaba que la periodista podía tener vínculos con el narcotráfico, haciendo referencia a la cercanía que mantenía con uno de sus compañeros periodistas detenido por el Ejército hace casi 4 años. Misma estrategia de criminalización intento meses atrás para el periodista Rubén Espinoza y la activista Nadia Vera, asesinados en la Ciudad de México, a quienes también trato de ligar con el narcotráfico.
Pero la periodista asesinada es una víctima más de la represión y violencia en Veracruz, según comentó el titular de la Comisión Estatal de Atención y Protección para los Periodistas (CEAPP) de Veracruz, Jorge Morales, se dedicaba a dar información sobre el crimen organizado caracterizándose por ser incisiva en el tema, no por tener vínculos con él como asegura la Fiscalía que trata de lavarse las manos del asesinato.
Veracruz un Estado represor y asesino
Según los datos de Articulo 19, desde que el gobernador Javier Duarte tomó el poder en el estado, en 2010, han sido asesinados 19 periodistas -incluyendo a Rubén Espinoza quien denunció que era el propio gobernador quien lo había amenazado de muerte- y cinco más permanecen en calidad de desaparecidos.
El estado de Veracruz se ha convertido en una de las entidades más peligrosas para ejercer el periodismo, a la par se continúan encontrando cadáveres y cuerpos torturados en distintos municipios, escondidos en fosas clandestinas.
El ataque a la libertad de expresión y la represión existente en el estado -y encabezado por el gobierno de Javier Duarte-, ejercida contra la juventud, los luchadores sociales y los trabajadores de la comunicación marcan un asesinato claramente ligado al ejercicio periodístico.
En un estado donde la policía secuestra jóvenes, repleto de desapariciones forzadas y violaciones a derechos humanos que ligan a miembros del régimen y sus instituciones, que son socios de los propios negocios del narcotráfico, es necesario levantar un movimiento independiente y en las calles que luche contra la represión y por la defensa del elemental derecho democrático a la libre expresión encabezado en primer lugar por los trabajadores de la comunicación. Desde la Izquierda Diario y el Movimiento de los Trabajadores Socialistas nos sumamos a la exigencia por el esclarecimiento del asesinato de Anabel Flores, exigimos castigo a los responsables intelectuales y materiales del crimen y demandamos respeto a la libre expresión y alto al ataque de periodistas.