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Red Internacional
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Jujuy. Carlos Ferraro: el escriba del poder en Jujuy desde hace más de veinte años

El editorialista de El Tribuno ridiculizó las denuncias de organismos de derechos humanos y legisladores contra la represión y la impunidad que reinan en la provincia. Aquí su prontuario.

Jueves 15 de septiembre de 2016 12:20

El escriba de todos los gobiernos de turno en Jujuy desde los 90 a esta parte, Carlos Alfonso Ferraro, considera "desmedidas, exageradas y ridículas" las denuncias de organismos de derechos humanos y legisladores, sin siquiera referirse ni a un solo caso de los que receptaron el día viernes pasado por la tarde el CeProDH, CELS, APDH, LADH, CORREPI, CAPOMA, Asociación de Ex presos políticos de Ledesma y Familiares de detenidos desaparecidos de Jujuy. Lo que no hace más que dejar en claro que Ferraro es un incondicional a la casta política y judicial de la oligarquía jujeña, sencillamente porque la integra.

Pero veamos, ¿quién es Carlos Ferraro?

En principio podemos decir que es un comunicador que adquirió fama y auditorio hablando de mitos, leyendas y paisajes de Jujuy en el programa televisivo "Nuestro Jueves".

La historia de Ferraro no arranca aquí, por supuesto. No son pocos los que aún recuerdan su paso como Director Provincial de Prensa de la gobernación durante la dictadura. Algo que se relatará en otro artículo de este diario.

Luego de su protagonismo y popularidad en el medio televisivo este hombre -mimetizado con los duendes, los diablos, el familiar, coquenas, pujllay y aparecidos sobre los que hablaba todos los jueves por la noche- saltó a la palestra política y fue compañero de fórmula electoral del abogado Guillermo Eugenio Snopek (miembro de una familia que desde la década del 60 hasta la actualidad es parte del personal político y del PJ en la provincia), con quien ganó las elecciones provinciales de Octubre del 1995.

El deceso de Snopek, producto de un accidente automovilístico, a sólo 7 meses de iniciar su mandato, ubicó a Carlos Ferraro, "el chato" o "el duende" como lo llaman popularmente en la provincia, como gobernador. Cargo al que en última instancia llegó por su subordinación al empresario pejotista dueño de Canal 7, Guillermo Jenefes, por donde se emitía el programa que hizo popular a Ferraro.

Pero el paso de Ferraro por la gobernación fue breve. Tuvo que abandonar el cargo antes de tiempo porque en 1997 irrumpieron los piquetes de los desocupados que exigían trabajo genuino, acciones de masas enfrentaron la represión de la Gendarmería de Carlos Saúl Menem, y pusieron en cuestión nuevamente la gobernabilidad en Jujuy.

Ferraro jaqueado por la movilización de trabajadores estatales (Frente de Gremios Estatales) y desocupados renunció en 1998, para abrirle paso a la intervención del abogado Eduardo Fellner, miembro del estudio Noceti-Frías, que representó al directorio de la empresa Ledesma al mando del genocida Carlos Pedro Blaquier. Este último timoneó el PJ en tiempos tempestuosos, impulsó el desvió de la lucha de calles con la entrega de planes sociales de $150 y $200, con el pago en "tiempo y forma" a los estatales y con la cooptación de las direcciones sindicales y la institucionalización del movimiento piquetero, y con este logro "estabilizador", favorable a los intereses de la burguesía local y la casta política, hegemonizó a todas las fracciones del PJ y estableció un pacto bipartidista con la Unión Cívica Radical de Gerardo Morales desde 1998 hasta fines 2015.

Bajo el Fellnerismo, luego de años de perfil bajo y rumores de negocios jugosos que "emprendió" junto a su esposa con dinero del erario público, el periodista Ferraro volvió al ruedo para apoyar abiertamente a los gobiernos del PJ desde sus editoriales, siempre complacientes con el poder político y económico provincial, que se emiten por Canal 7 y se publican en el diario El Tribuno, propiedad del empresario pejotista Rubén Rivarola, líder de una fracción del PJ llamada "los colombianos".

Ahora, finalmente este escriba, que intenta ridiculizar a los organismos de derechos humanos y diputados que denuncian la impunidad y la represión en Jujuy, se manifiesta como un adulador de todos los gobiernos de turno cuando dedica su "pulso de la semana" a reivindicar al gobierno de Gerardo Morales, pese a que en los últimos 9 meses del gobierno de la UCR en el poder se hayan profundizado los ataques a las libertades democráticas y los derechos humanos.

Para muestra sobra un botón, la criminalización de la protesta social está a la orden del día. Presos políticos, causas judiciales a dirigentes, delegados y activistas sindicales, razias policiales direccionadas contra la juventud plebeya de las barriadas obreras y populares, continuidad de la impunidad para los casos de gatillo fácil, son el saldo de una restricción a las libertades democráticas.

La represión y multas millonarias a sindicatos, como el sindicato azucarero de Ledesma (SOEAIL), y descuentos de los días de paro a docentes y estatales, son expresión de un ataque directo al derecho a huelga.

Lo que Ferraro y los medios afines a la casta política-judicial y la clase empresaria esconden o estigmatizan desde las usinas ideológicas de la derecha como el diario El Tribuno, Canal 7, Canal 4, Canal 2, diario El Pregón, los organismos de DDHH y los diputados que se dieron cita en el reciente Encuentro Nacional del CeProDH lo visibilizan.

Que se denuncie a Jujuy como “la capital de la represión y la impunidad”, es lo que le molesta a Ferraro, tanto como editorialista del diario El Tribuno como por ser parte de esa “junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa”. Pero por más que le moleste seguiremos denunciando el ajuste y la represión, y es más, tengo una mala noticia para este escriba de la clase dominante, no sólo vamos a seguir denunciando sino que vamos a profundizar la lucha callejera y la organización obrera y popular para resistir los ataques del gobierno de los empresarios de Macri, y el régimen policíaco de persecución a jóvenes, represión a la lucha obrera e impunidad para los genocidas, que quiere profundizar e imponer Gerardo Morales.