Ni Una Menos. Anahí Benítez: perpetua para el único acusado y pedido de investigación a amigos de la joven

El Tribunal Nº 7 de Lomas de Zamora condenó a prisión perpetua a Marcos Bazán en la causa por el femicidio de la joven Anahí Benitez ocurrido en 2017, con una investigación sostenida con pruebas que no convencen y con responsabilidades sin investigar. Además el fallo adelantó la investigación de supuestos delitos por “falso testimonio” contra amigos de Anahí. La comunidad educativa del Enam repudia el fallo y la investigación, denuncian encubrimiento y piden verdad y justicia real.

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Bazán fue condenado por los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada, homicidio triplemente agravado por alevosía, criminis causa y por violencia de género; y abuso sexual agravado por acceso carnal, este último en carácter de partícipe necesario”. Con estas palabras comenzó el fallo dictado por los jueces del TOC Nº 7 de Lomas de Zamora.

A esto el tribunal le sumó “que se investigue la posible comisión del delito de falso testimonio” de amigos de la joven que son parte de la búsqueda de justicia y que testificaron en el juicio.

El otro imputado, Marcelo Sergio Villalba, no fue juzgado “por su condición mental” y su investigación continúa en una unidad funcional de instrucción departamental.

Las repercusiones del polémico fallo no se hicieron esperar, tanto desde el entorno de Bazán que vienen denunciando que se trata de una causa armada, como de la comunidad educativa del Enam, escuela a la que concurría Anahí.

Desde el centro de estudiantes emitieron un comunicado en el que denuncian la falta de pruebas y de investigación a responsables que fueron mencionados por testigos en el juicio. “A solo un día del Ni Una Menos, seguimos confirmando como la justicia continúa encubriendo a la policía, a los violadores, a femicidas, redes de trata, y una larga cantidad de etcéteras” afirman en el mismo.
Fue juzgado sólamente un acusado, cuándo la misma fiscalía reconoció que había muchos más implicados en el caso.

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La complicidad policial aparece como una de las principales líneas de investigación que jamás fue siquiera considerada. La comisaría 9na de Parque Barón que fue la encargada de la investigación y la búsqueda los días en los que Anahí estuvo desaparecida, sólo cuatro meses después fue desacabezada por estar implicada en regentear redes de trata en la zona.

En el comunicado que publicaron los docentes y profesores plantean que “Esa Comisaría, cuyo historial de hostigamiento a la comunidad educativa del ENSAM es notorio, tiene su sede a pocas cuadras del Parque donde desapareció Anahí. No vamos a aceptar cruzados de brazos que se ataque a nuestros ex alumnos, a los amigos de Anahí, y a través de ellos a la comunidad educativa del ENAM en su conjunto, para encubrir vaya a saber que oscuras responsabilidades y tapar vaya a saberse que tenebrosos recovecos del poder.”

A cinco años de la primer gran movilización por Ni Una Menos, donde la rabia de miles de mujeres en todo el país estalló tras una serie de femicidios que fueron la gota que rebalsó el vaso para millones que colmaron las calles contra la violencia machista. Otro caso que tomó fue por ejemplo el de Lucía Pérez en Mar del Plata, cuyo juicio dejó impunes a todos los asesinos.

El caso de Anahí Benitez y todas las denuncias que se vienen planteando, reflejan que cuando las dudas son sobre instituciones del estado como la policía, la justicia encubre y parece volver a mostrar su peor cara, la de garantizar impunidad.