Lo anunció Francisco Cabrera, ministro de Producción de la Nación. Cientos de puestos de trabajo en peligro.
Miércoles 22 de febrero de 2017 11:14
Según las declaraciones del ministro Cabrera, en el Gobierno estarían analizando la posibilidad de una reducción en los aranceles de la importación para teléfonos celulares. "No sería la eliminación al 0% de arancel, como en el caso de las computadoras y las tablets. Vamos a cuidar la industria de celulares", aseguró cínicamente el jefe de la cartera de Producción.
El arancel de importación, hoy en día en un 35%, bajaría a alrededor de un 12% o 14%, lo que intentan justificar especulando con la baja en los costos de los celulares. Sin embargo, lo que callan los funcionarios del macrismo es que estas reducciones implican la pérdida de miles de puestos de trabajo que pasarían a engrosar las cifras de despidos y suspensiones producto del ajuste.
Este anuncio se encuentra en sintonía con la medida oficializada en el día de ayer de la quita de aranceles para la importación de computadoras y tablets, lo que significa más despidos en las fábricas radicadas en el país, como lo es el caso de las plantas de la empresa Banghó que, ante la nueva medida, ya anunció 400 despidos que se suman a los 2.000 puestos de trabajo en el sector durante el año pasado, en el marco de una perspectiva de agravamiento para este año, según señaló la Cámara Argentina de Máquinas de Oficinas Comerciarles y Afines (CAMOCA).
La reducción de salarios, vaciamiento y falta de tareas en las plantas fabriles, caídas de la producción y despidos son datos objetivos. No obstante ello, Miguel Braun, secretario de Comercio, declaró cínicamente que el impacto en el mercado laboral que tendría esta nueva medida “es muy acotado”.
No deben coincidir con él las miles de familias que, por las políticas económicas del gobierno, se quedan en la calle. Esta modificación en la importación de teléfonos celulares afectaría principalmente a las fabricantes y ensambladoras radicadas en la provincia de Tierra del Fuego.