Entrevistamos a Ángel y Víctor, activistas y militantes de la agrupación ACR (Acción contra la represión). Ambos fueron imputados por la “justicia”, en distintas circunstancias, por el sólo hecho de ejercer su derecho a la manifestación. Víctor fue condenado a 6 meses de cárcel.

Alejandro Bravo Madrid

Lucía Nistal @Lucia_Nistal
Miércoles 2 de diciembre de 2015
La represión, utilizada tradicionalmente por las clases dominantes para mantener sus privilegios, trata de limitar las formas de lucha y organización social de la clase trabajadora. Expresión de ello son las actuaciones policiales, las detenciones continuadas y las leyes recientemente aprobadas que pretenden criminalizar y penalizar a aquellos que se oponen a la injusticia capitalista.
Ángel y Víctor, dos jóvenes madrileños de clase trabajadora, son una buena muestra de esta realidad.
Ángel fue detenido el 31 de mayo del año 2012 mientras participaba de la manifestación que recibió a la marcha de los mineros que llegaron a Madrid. Tras una brutal represión de la policía, fue encarcelado junto a un minero de Asturies. Ambos están imputados de los delitos de atentado a la autoridad, desórdenes públicos y un delito de lesiones, por los que la Fiscalía solicita las penas máximas, lo que en total suman 8 años y medio de prisión para cada uno. Su juicio aún no se ha realizado.
Hace pocos días se ha hecho pública la sentencia del caso-montaje contra Sergio y Víctor, ambos detenidos en una de las manifestaciones del 2013 contra la corrupción en el gobierno de Rajoy. Ignoradas las pruebas y testimonios de los testigos, han sido condenados a 6 meses de cárcel y al pago de 1500 euros de multa, por haber participado el 18 de julio de 2013 en las manifestación espontánea que salió a las calles a repudiar la corrupción del gobierno del PP y pedir su dimisión tras conocerse los mensajes de apoyo de Rajoy a Bárcenas.
En esta entrevista, Ángel y Víctor nos cuentan sus casos y sus reflexiones sobre la represión en el Estado español contra los luchadores y la juventud. Ambos, como tantos otros, se han visto envueltos en largos y costosos procesos judiciales que buscan acallar la protesta en las calles a través de una condena ejemplarizante.
En el año 2015 se ha incrementado enormemente la represión en el Estado español: se ha aprobado la ley mordaza, se suceden operaciones policiales y Alfon fue encarcelado tras un montaje policial.
Ahora, tras los brutales atentados de París, una oleada de guerrerismo imperialista, xenofobia y ataques a las libertades democráticas recorre Europa. Una giro reaccionario que en el Estado español se expresa en la preparación de una nueva ofensiva del Estado contra los derechos y libertadas a través del llamado "pacto antiyihadista".
Pero a pesar de todo, la lucha contra la represión del Estado y el Régimen político continúa en las calles.