Trayectoria en el poder del flamante ministro de Seguridad de la Nación. Historial de cargos. Responsabilidad represiva. Acusaciones de corrupción. Fuego amigo dentro del peronismo.
Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Viernes 24 de septiembre de 2021 10:20
¿Quién es ANIBAL FERNANDEZ? 🤔 || ¿Quién es Quién? - YouTube
En el marco de la crisis política que se abrió en el Frente de Todos a causa de la derrota en las PASO, Aníbal Fernández fue designado ministro de Seguridad de la Nación, en reemplazo de Sabina Frederic.
Detenta los títulos de abogado y contador. Funcionario con más de 20 años en el poder y clave para el peronismo en la provincia de Buenos Aires y a nivel nacional.
Las crisis políticas, “los cambios” y los cargos
Según consta en su sitio oficial, al dejar la Jefatura de Gabinete, "el 10 de diciembre de 2011 para ejercer su cargo de Senador Nacional, Aníbal Fernández se convirtió en el ministro que más tiempo permaneció en cargos de ese rango en la historia contemporánea de la Argentina”.
Su carrera comenzó en la Legislatura bonaerense en 1983. Entre 1991 y 1995 fue intendente de Quilmes. En 1997 fue designado Secretario de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires durante la gobernación del menemista, Eduardo Duhalde. Aníbal se define a sí mismo como “un duhaldista de paladar negro”. Su padrino político fue uno de los beneficiarios del vacunatorio VIP junto a toda su familia.
Luego, en la gobernación de Carlos “meta bala” Ruckauf, ocupó la cartera de Trabajo provincial.
En la crisis del 2001, enormes movilizaciones exigían "que se vayan todos". Las jornadas del 19 y 20 de diciembre acabaron con el gobierno de Fernando de la Rúa. Con la llegada de Duhalde a la Presidencia de la Nación, Aníbal ocupó la Secretaría General de la Presidencia.
Después de esta crisis, el kirchnerismo se encargó de restaurar el poder del Estado para desviar el proceso de movilización callejera. Aníbal se incorporó al gobierno K cuando en 2003 fue elegido diputado nacional, banca a la que renunció al ser convocado para el puesto de ministro del Interior del presidente Néstor Kirchner.
En 2007 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo designa como ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.
Sergio Massa, actual presidente de la cámara de Diputados, fue nombrado jefe de Gabinete en julio de 2008. Tomó el cargo después de que renunciara el actual presidente, Alberto Fernández.
La renuncia de Alberto fue consecuencia de la crisis política que se desató en 2008 por el enfrentamiento del Gobierno con las patronales del campo. El kirchnerismo intentó subir las retenciones móviles con la famosa “Resolución 125”, medida que pretendía avanzar limitadamente sobre las ganancias de los sojeros y agroexportadores. Fue cuando tuvo lugar la “traición” del vicepresidente radical, Julio Cobos, a la que hizo alusión la vicepresidenta en su reciente carta pública pidiendo cambios en el gobierno.
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Según relataba en aquel tiempo Manolo Romano, editorialista del periódico del Partido de los Trabajadores Socialistas, la renuncia de Alberto en 2008 no fue acordada con el matrimonio presidencial. “Cuando los Kirchner trataban de no dar muestras de más debilidad después de la decisión del vicepresidente Cobos de voltear el proyecto oficialista en el Senado (...) Fernández renuncia pidiendo ‘un nuevo elenco’ en el gabinete de Cristina”.
En 2011 Cristina acusó a Alberto de haber sido “el vocero de Clarín dentro del Gobierno” durante el conflicto con el campo.
Massa toma el lugar de Alberto en 2008, entonces, y poco tiempo después, en julio de 2009, como consecuencia de otros “cambios” que hubo tras otras elecciones que el kirchnerismo perdió, (con un frente que hicieron Macri, Francisco De Narváez y Felipe Solá) la presidenta lo reemplaza en la jefatura de Gabinete por Aníbal Fernández.
En junio de 2011, Aníbal fue elegido para encabezar la lista de senadores por la provincia de Buenos Aires del Frente para la Victoria. En diciembre, deja la Jefatura de Gabinete para ejercer su cargo de senador nacional. Estuvo en la Cámara Alta hasta 2014. Entre ese año y el siguiente estuvo al frente de la Secretaría General de Presidencia, otra vez.
A comienzos de 2015, “Renunciá Capitanich”, jefe de Gabinete de Cristina, fue trending topic varias veces en redes sociales. Aníbal fue convocado por la presidenta para volver a ocupar la jefatura de Gabinete en su reemplazo. El cambiazo fue compensado por la entrada a la Secretaría de Presidencia del actual ministro del Interior y dirigente de “La Cámpora”, Eduardo “Wado” De Pedro. Otro cambio en la plana mayor del Gobierno de aquel momento, fue la salida del tucumano Juan Manzur del Ministerio de Salud de la Nación, para ser sustituido por Daniel Gollán.
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En las elecciones del 2015, Aníbal encabeza nuevamente la lista del peronismo para las elecciones a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Compite en las PASO con su actual compañero de gabinete, el recién designado ministro de Agricultura, Julián Domínguez.
Por entonces, un spot de Daniel Arroyo (actual candidato del FdT, ex ministro de Desarrollo Social del Alberto) junto a Felipe Solá (ex canciller de Alberto, reemplazado por Santiago Cafiero), invitaba a la población bonaerense a pensar si sería capaz de dejar a sus familias en manos de Aníbal. Desde el Frente Renovador de Sergio Massa, invitaban a rechazarlo con el slogan “drogas sí o drogas no”.
En medio de semejantes acusaciones, Aníbal le gana la interna a Domínguez pero en las elecciones generales pierde contra la candidata de Cambiemos, María Eugenia Vidal. Aníbal responsabilizó de la derrota a Domínguez y lo acusó de haberle montado una campaña para ensuciarlo junto al Grupo Clarín, ligándolo al triple crimen de General Rodríguez y el tráfico de efedrina. Según habría declarado un detenido por los asesinatos para el programa de Jorge Lanata, Aníbal sería “La Morsa”, la figura política que garantizaba toda la operatoria del negocio.
Tiempo después de las elecciones Domínguez acusó a Aníbal de fraude electoral.
Tras esta experiencia, Aníbal “se retiró” de la actividad política pública y según la crónica periodística se dedicó a la actividad privada en el estudio de abogados que montó en la intersección de las calles Paraná y Tucumán, cerca de Tribunales, en la Capital Federal.
El 6 de enero de enero de 2020, Aníbal vuelve a pisar después de cuatro años la Casa Rosada. Según El Cronista, “llegó notablemente bronceado”. "Vine a visitar a mi amigo que le toca la enorme responsabilidad de conducir el país. Yo lo voy a ayudar en lo que necesite, pero no me pidió ni le pedí nada", dijo.
A fines del mismo mes, Alberto lo designó interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT). Según ha declarado Aníbal, Alberto lo nombró a pedido de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. En ese cargo fue el responsable de despedir a 417 trabajadores, dando continuidad a la política de su predecesor macrista, Omar Zeidán, que a partir de 2018 dejó en la calle a alrededor de 1100 familias del yacimiento.
Especialista en pescado podrido y persecución a luchadores
El 26 de junio de 2002, cuando se desempeñaba como secretario general de la Presidencia de Duhalde, tuvo lugar la Masacre de Avellaneda, en la que fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el Puente Pueyrredón, a manos de la Policía Bonaerense. Aníbal sostuvo que los piqueteros se “habían matado entre ellos”. Además, en declaraciones a los medios dejó entrever que el Gobierno de Duhalde había espiado a las organizaciones cuando preparaban la protesta.
Aún hay una causa penal federal abierta en Comodoro Py sobre las responsabilidades políticas por estos hechos, en la que varios testigos ya nombraron a Aníbal como parte de ese grupo de responsables, pero nunca se lo imputó ni llamó a indagatoria.
El 18 de septiembre de 2006, cuando era ministro del Interior de Néstor, desaparece por segunda vez Jorge Julio López, cuando se dirigía a escuchar la sentencia del genocida Miguel Etchecolatz, acusado de crímenes de lesa humanidad en los 70. El 27 de septiembre Aníbal sostuvo que Julio podía estar “en la casa de una tía”, para entorpecer la investigación.
Antonio Stiuso (de la Secretaría de Inteligencia, actual Agencia Federal de Inteligencia) le dio teléfonos celulares a la familia de López desde los cuales monitoreaba sus comunicaciones y movimientos.
En marzo de 2007, cuando López ya llevaba seis meses secuestrado, Aníbal se mostró “optimista” sobre el caso. “Si Dios y la Virgen me ayudan, lo encontramos y se va a la casa”, dijo y agregó que estaba “convencido de que lo vamos a encontrar en algún momento”.
En 2008 envió a La Plata a un grupo de policías federales a proponerle al juez Arnaldo Corazza realizar un “perfil psicológico” de López. Así, decían, se podía saber si el viejo albañil había tenido un “ausentamiento voluntario o involuntario”, si podía tener conductas suicidas e incluso si podían ser falsas sus declaraciones en el juicio. Presionado por los organismos de derechos humanos, el juez se vio obligado a rechazar el “ofrecimiento” de la Federal. 15 años después no se sabe dónde está López.
En 2008 responsabiliza a Pino Solanas y al Partido Obrero por incidentes ocurridos en el ex ferrocarril Sarmiento ante la bronca por el mal servicio.
El 20 de octubre de 2010, la burocracia sindical y las fuerzas represivas orquestaron un plan criminal para terminar con la lucha de los tercerizados del ferrocarril Roca, que se venían organizando para exigir el pase a planta permanente desde principios de año. Aníbal tenía a su cargo la Policía Federal el día que una patota asesinó al militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, cuando se retiraba de un corte de vías. Aníbal defendió el accionar de la fuerza, diciendo que “la Policía hizo lo que tenía que hacer”.
En diciembre de ese mismo año, 1600 familias ocuparon el Parque Indoamericano, en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. Aníbal coordinó el segundo “operativo conjunto” con el gobierno de la Ciudad- Mauricio Macri y su ministro Guillermo Montenegro-, después de que las policías Metropolitana y Federal iniciaran la persecución contra los sin techo, disparando sobre la Villa 20 y asesinando a tres personas.
Mientras criminalizaban a las familias que peleaban por tierra para vivir, en conferencia de prensa con su par porteño, Horacio Rodríguez Larreta, Aníbal aseguró que quien ocupara un terreno público o privado, perdía el derecho a acceder a cualquier plan de vivienda, así como a cualquier tipo de asistencia social. También, tras lograr que las familias se retiraran del predio a fuerza de represión, hostigamiento, patoteadas y la intervención del entonces funcionario de Desarrollo Social, Sergio Berni, Aníbal prometió que por cada peso que pusiera la ciudad en la construcción de viviendas, el gobierno nacional pondría otro peso. Ningún gobierno puso nada para las familias del Indoamericano, hasta hoy.
En 2011, casi un año después del asesinato de Mariano Ferreyra, fue detenido junto a otras cuatro personas el dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero, uno de los referentes de la oposición a la burocracia sindical en la Unión Ferroviaria. Se lo acusó de asociación ilícita por el incendio de tres formaciones del Sarmiento. Aníbal defendió el accionar del juez que ordenó la detención: “Debe tener elementos contundentes. Existió algo preparado. Nadie viaja con bidones de nafta para quemar vagones”. Dos años después Sobrero fue sobreseído en la causa por falta de pruebas en su contra.
Marca de origen
En 2011, Aníbal dijo que "Alberto se cagó en la amistad con Néstor Kirchner", por haber objetado la candidatura del entonces ministro de Economía, Amado Boudou, como jefe de Gobierno porteño.
Alberto respondió que "Aníbal se había convertido en un energúmeno verbal" y fustigó: “Prefiero entrar por la puerta grande e irme por la misma puerta, y no irme por el fondo o escondido en un baúl".
Cuando Aníbal era intendente de Quilmes, el juez González Eliccabe lo imputó con los cargos de “falsificación de documento público” y ordenó su captura en el marco de una causa en la que se investigaba la contratación de un estudio jurídico para negociar la deuda de ese municipio con la empresa Aguas Argentinas. Según la cobertura mediática de la época, Aníbal Fernández estuvo prófugo durante 48 horas, del 26 al 28 de octubre de 1994.
Según el “mito” que se sostiene como sospecha hasta hoy, cuando la orden del juez se hizo efectiva y la policía lo fue a buscar al municipio, Aníbal habría huido escondido en el baúl de su por entonces amigo y abogado, Martín Ordoqui, un Peugeot 504. Ordoqui, que tuvo una prolífica carrera llegando al cargo de juez de Casación, en 2018 fue acusado de los presuntos delitos de tráfico de influencias y asociación ilícita.
En 1995 Aníbal fue sobreseído por falta de mérito.
En 1993, el empresario proveedor del Estado Fernando José Torretta fue nombrado director de Aguas Argentinas, la empresa con la que el municipio de Quilmes negociaba su deuda. Según una investigación que publicó Perfil en 2014, en el año 2004 Torretta crea el laboratorio Biotransgen SRL. En julio de 2011, Facundo, el hijo de Aníbal Fernández y quien fuera su funcionario de confianza, Lucas Gaincerain, ingresaron a Biotransgen como accionistas. Menos de un mes después, la empresa firmó un convenio con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Transferencia de Tecnología con vigencia hasta 2033.