El primer fin de semana del año el ministro de la Casa Civil, Jaques Wagner, defendió a la presidenta frente a Eduardo Cunha, quien el domingo 3 de enero declaró que Dilma habría estado con el diputado André Moura (PSC-CE), relator de la reforma tributaria en la Cámara de Diputados y que supuestamente la presidenta le ofreció apoyo a Cunha en el Consejo de Ética a cambio de la aprobación del impuesto al cheque (CPMF) en el Congreso.
Miércoles 6 de enero de 2016
A respecto de estas declaraciones, el ministro Jaques Wagner sostuvo que: “Sobre la afirmación del presidente de la Cámara, el que mintió es él, en la medida que dijo que el diputado André Moura habría estado con la presidenta Dilma, llevado por mi. El diputado no estuvo con la presidenta Dilma sino conmigo, siempre discutí con él como emisario del presidente de la Cámara de Diputados. Discutí con él la agenda económica”, explicó en entrevista colectiva en la Casa de Gobierno (Planalto).
Wagner afirmó que la conversación con Moura se resumió a proyectos del área económica que están en la agenda de la Cámara de Diputados y nunca habló sobre la aceptación del pedido de apertura del impeachment. “Nunca conversé con el diputado André Moura – y él seguramente lo confirmará - sobre el archivamiento o no del pedido de impeachment, hasta porque incluso soy de la tesis de que no podemos sustentar un gobierno, todo el tiempo amenazado, chantajeado con el ingreso o no del pedido de impeachment”, evaluó.
El ministro acusó a Cunha de amenazar y chantajear al gobierno con la posibilidad de acatar la apertura de impeachment y afirmó que el presidente de la Cámara actúa presionado porque no pudo garantizar el apoyo que necesitaba para deshacerse del proceso en el Consejo Ética, en el que está involucrado.
“No estoy obligado a ser honesto con alguien que usa su propio poder para paralizar un país y paralizar la vida del Congreso Nacional. Siempre está la herramienta de la amenaza, que es la práctica habitual del presidente de la Cámara, siempre amenazando para conquistar lo que quiere”, afirmó.
El 2016 comienza en forma similar a como terminó el 2015, con disputas en las alturas, aunque menos intensas por la victoria del gobierno de Dilma en el Tribunal Superior. Al mismo tiempo siguen juntos en el ataque a las conquistas mínimas de los trabajadores, como estamos viendo con el aumento del precio del transporte público, el avance en la privatización de Petrobras. A los trabajadores les cabe organizarse de forma independiente del gobierno y las direcciones sindicales, sociales y estudiantiles que lo apoyan. Está planteado construir un bloque alternativo, que imponga por la lucha una Constituyente Libre y Soberana.
