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Red Internacional
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PANDEMIA EN LA FRONTERA. Ante el Covid-19 en el estado de Chihuahua y su frontera, una propuesta necesaria

El estado de Chihuahua, al igual que una gran cantidad de lugares en el mundo registró su primer caso de Coronavirus: un hombre de 39 años de edad con domicilio en la fronteriza Ciudad Juárez, quien se infectó en un viaje reciente al extranjero, según documentó la prensa desde el pasado el 17 de marzo.

Miércoles 1ro de abril de 2020

En lo local nos llegó en año preelectoral, peor aún, dentro de un alza de la violencia en el estado, así como en una agudización de los conflictos sociales y el reacomodo del llamado crimen organizado. Como se dice por ahí no terminamos de salir de una, cuando ya estamos metidos en otra.

La llegada del Covid-19 al país vino de la mano de discursos y teorías conspiranoicas, también conocidas como del complot, es decir, aquellas que más allá de ayudar o dar una explicación clara y sustentada, surgen a manera de ensalzar las emociones y los ánimos; por ahí se llegó a decir que la pandemia del coronavirus era una situación simulada y/o creada por grupos de poder, aun no identificados, derivada de la guerra comercial entre los países de China y Estados Unidos de América.

Del mismo modo, la crisis del coronavirus permite observar con claridad lo que este sistema en crisis tiene para ofrecer a las grandes mayorías:

trabajo, salud y bienestar, solo para sectores mínimos. Que las clases trabajadoras y los grupos más vulnerables paguen los costos de las crisis y errores de las clases dominantes, en otras palabras, que el pueblo sobreviva como pueda.

Si bien es cierto que las causas e impactos son a escala internacional, esto en lugar de dar alivio o tranquilidad, genera mayor preocupación entre la población debido a que, si en países con mayores recursos y/o con mejor capacidad en infraestructura, personal y conocimientos en salud que los que localmente asistimos -resulta increíble leer que países como Italia, España, Alemania, nuestro vecino del norte, EE.UU y la misma China, no hayan podido controlar la pandemia- entonces muy poca o pésima respuesta de nuestras autoridades y sus instituciones, es lo que podemos esperar.

Infraestructura colapsada

En Chihuahua el número de hospitales públicos y privados resultan escasos y los que existen se han visto en constantes críticas y quejas, lo cual deja entrever que, ante la pandemia del coronavirus, muy probablemente se vean rebasados; incluso sumando ambas esferas (pública y privada), las camillas, personal e insumos son insuficientes, cuando no incapaces. No se hable de otros servicios que están obligado a prestar, como lo es la entrega de medicamentos.

El sistema de salud público en el estado no solo está dañado en su infraestructura y obsolescencia, sino que tiene severas fallas en general, por ejemplo, no es ni capaz de garantizar los mínimos de seguridad e insumos para sus propios trabajadores. Las y los trabajadores de la salud resultan los principales expuestos frente al Covid-19; no siendo ningún secreto saber que tienen que cubrir excesivas cargas de trabajo, jornadas que pueden llegar hasta las 10 horas, en muchas ocasiones sin el pago de horas extras, entre otras series de anomalías.

En días recientes, y gracias a la contingencia del coronavirus, surgieron protestas y paros de labores en ciudades como la capital del estado y Ciudad Delicias, cuando enfermeras, asistentes médicos y de emergencias, denunciaron la falta de insumos y atención médica, llegando incluso, a la denuncia de que algunos de sus compañeros presentaban los síntomas del Covid-19 y no eran atendidos.

Lo anterior, sin mencionar a las y los trabajadores bajo el esquema de la subcontratación, siendo los de intendencia y de seguridad, principalmente, quienes tienen que limpiar o cuidar las áreas infectadas. Estos trabajadores carecen de cualquier tipo de derecho, prestación y/o servicio médico, acrecentando los riesgos para su salud y la de los empleados en general.

Escenario oscuro

Fuera de la paranoia colectiva, el impacto de mayor magnitud, una vez registrado un primer caso de Covid-19, en el estado de Chihuahua, es el ataque a los bolsillos de miles de familias chihuahuenses que viven al día.

Un duro golpe a la economía de Chihuahua significó el cierre y/o paros escalonados que se dieron en la industria maquiladora, en todo el estado, debido a la pronta aparición de casos de Covid-19 confirmados, entre las filas de las y los trabajadores de la industria manufacturera.

Cabe decir que muy pocos trabajadores están siendo descansados con goce de sueldo, unos pocos lo hacen con algún porcentaje de su salario, pero la gran mayoría, sin derecho a él. Como se dice popularmente, les dieron vacaciones sin derecho a sueldo.

Acontecimientos sucesivos fueron: el acceso limitado a bancos y centros comerciales, con compras de pánico, aglutinaciones y filas de personas afuera de sus locales y en los estacionamientos, llegándose a superar la capacidad de los propios comercios y llamándose en algunos casos, a la intervención de la fuerza pública.

Se multiplicaron, por otro lado, los conatos cercanos a la violencia, debido al atemorizante estornudo en público y/o a la posibilidad de mostrar síntomas de gripe o alergia frente a otras personas.

Las autoridades: sólo palabras de aliento

Las autoridades han manejado discursos “positivos” sobre el panorama en el estado de Chihuahua, aunque en realidad, no resulte así, pareciera olvidarse que Chihuahua contiene la frontera más amplia con los Estados Unidos, país que ya alcanzó la cifra más alta de diagnósticos con 198, 693 casos de coronavirus conocidos. De ellos 4,347 han fallecido, con lo que ha superado el número de infecciones y muertes por el virus Covid-19, más que en la propia China, país en donde se originó la propagación.

Para las y los individuos, así como sus familias inmersas en las clases trabajadoras y de los sectores precarizados, el escenario no resulta nada alentador.

De entrada, es necesario aceptar que no se debería escatimar en las medidas de protección y seguridad para toda la población, así como el hecho de que no todas las personas, vivimos y padecemos la crisis de la misma manera y magnitud.

Es urgente un plan de salud pública ante la crisis sanitaria por el Covid 19

Ante las necesidades económicas de la gran mayoría de la población. Es necesario que de forma urgente se otorguen Planes Emergentes de Subsidio, por parte de los tres niveles de gobierno, dirigido en primer lugar a las clases trabajadoras, sectores precarizados y habitantes más vulnerables, al menos en transporte, salud y despensas alimenticias, así como lo comienzan a proponer y realizar en otros países.

Para garantizar un plan de salud responsable que no se base en el cálculo egoísta de las ganancias de los capitalistas, resulta indispensable un plan emergente de todos los servicios de salud no solo en el estado, sino en todo el país, esto se lograría centralizando, y en su caso expropiando, los hospitales privados y públicos para que los administren las y los trabajadores del estado. Donde sean las y los trabajadores de la salud, los que tomen bajo su gestión y fiscalización, los recursos, insumos y dicten la información y las necesidades del sistema de salud.

Todos los sectores esenciales de la economía deben avanzar en que sus trabajadores constituyan comisiones de higiene y seguridad para planificar su labor y gestión de los recursos.

Se hace necesaria la aplicación de pruebas y test de detección temprana para la población en general, y con ellos, poder identificar y/o detectar con mayor prontitud los casos positivos y posibles brotes de Coronavirus en el país y sus estados.

¡La detección temprana y masiva es esencial para enfrentar y frenar la dinámica expansiva del virus!

¡Porque nuestras vidas valen más que sus ganancias!