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Red Internacional
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Escuela de verano del NPA. Ante la crisis del NPA en Francia, "¡Necesitamos un gran partido revolucionario!"

Activistas de las luchas y militantes revolucionarios estuvieron presentes este domingo en la reunión de apertura de la universidad de verano del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) en Francia. Reproducimos la intervención de Anasse Kazib, trabajador ferroviario y militante del NPA - Révolution Permanente, que hizo un repaso de las claves del siguiente período y la necesidad de construir un partido revolucionario en un momento en el que el NPA está atravesando profundos debates sobre su futuro.

Martes 25 de agosto de 2020 20:04

Anasse K: Buenas noches a todo el mundo.

Tengo la difícil tarea de resumir una huelga que duró más de cincuenta días en el transporte en 4 minutos, lo haré lo mejor que pueda. Esta lucha contra la reforma de las pensiones ha sido explosiva y para entender por qué ha sido tan explosiva, sobre todo en el sector del transporte, hay una fecha que es central, y es la huelga de 24 horas del 13 de septiembre en la RATP (servicio de transporte de París).

Esa jornada fue un símbolo de la radicalización de esta nueva generación en la RATP, que nos recuerda que algunos calificaban a este verano el verano de la gilet-jaunización (reproducción de las dinámicas de los chalecos amarillos). Y vimos que el método de acción de la huelga combinado con la combatividad y el radicalismo fue capaz de paralizar París el 13 de septiembre. Pero los camaradas de la RATP no sólo hicieron eso, sino que fueron una fuerza motriz para un cierto número de sectores, fueron un impulso para el sector en el que trabajo, el ferroviario. Han enviado una advertencia a todos los líderes sindicales.

Para los que recuerdan las imágenes, fue el lema "en diciembre indefinida" el que impuso avisos de huelga indefinidos sobre la mesa. En SudRail, por ejemplo, el aviso se dio ya en octubre, más de tres meses antes de la huelga. Esto es algo histórico, y es lo primero que debemos entender para comprender este movimiento de huelga. Y en particular sobre la fecha del 5 de diciembre.

Desafortunadamente del otro lado teníamos burocracias sindicales que se han encargado de -parafraseando a Trotsky- apagar el fuego del 5 de diciembre. Debemos tomar el ejemplo de Philippe Martínez que dijo unos días antes del 5 de diciembre, en Sud Radio, "El gobierno puede evitar el 5 de diciembre". Así que, por un lado, el 13 de septiembre había ferroviarios cabreados y decididos a terminar con la reforma de las pensiones y, por otro lado, estaban los dirigentes sindicales tratando de evitarlo en la medida de lo posible.

Desde nuestro punto de vista, en esta lucha contra la reforma de las pensiones hay un elemento central, y es la tregua. Este ha sido un período crucial. Esta tregua fue pedida por el gobierno y fue apoyada por algunos de los líderes sindicales, ya sea directamente o indirectamente. Y nuestra tarea como militantes revolucionarios del transporte en este momento es construir la famosa coordinación RATP-SNCF (transporte urbano y ferroviarios) de la que deben haber oído hablar.

Y después del 13 de septiembre nuestra tarea era sentar las bases de esta futura coordinación RATP-SNCF a través de lo que llamamos reuniones conjuntas. La cristalización de este trabajo tuvo lugar en el momento de la tregua, cuando impedimos y frustramos las estrategias de derrota de la burocracia sindical y la voluntad del gobierno. Especialmente el 23 de diciembre cuando la Gare de Lyon se paralizó y BFM tituló "¿Es el regreso de la base?". Y estábamos orgullosos de que a través de esta coordinación de la RATP SNCF, el 23 de diciembre fue el regreso de la base, ¡y el regreso de la base continuó durante todo este período!

Esta coordinación ha permitido mostrar a una nueva generación, para la que fue su primera huelga, la necesidad de autoorganización y coordinación de la base. Les permitió experimentar el rol perjudicial de las burocracias sindicales. Especialmente en torno a la preparación de los fondos de la huelga, había camaradas que decían: "No sabía lo que era un fondo de huelga, pero ¿por qué no recogimos dinero durante tres meses para estar listos?”

Porque sabíamos que en algún momento nos íbamos a encontrar con el problema de pagar el alquiler y llenar la nevera, que teníamos que preparar cajas de resistencia. Y esos camaradas vieron a los líderes sindicales que pedían una tregua y que no daban un céntimo, aunque a veces tenían millones en las arcas, y eso les permitió hacer sus primeras experiencias de autoorganización.

Para terminar con esta primera cuestión, hay que decir que, lamentablemente, no fue suficiente, y todos estamos de acuerdo en eso. Estábamos convencidos de que incluso un sector tan fuerte como el del transporte, incluso en una huelga tan dura y renovable como podría haber sido, no era suficiente, que era necesario extender la huelga, que era necesario generalizarla.

La coordinación fue una gran experiencia y consideramos que también era nuestra responsabilidad hacer un trabajo como las reuniones de la RATP-SNCF, que teníamos que recurrir a otros sectores fuertes y habíamos empezado a organizar reuniones interprofesionales para discutir y conducir junto a compañeros recolectores de basura y camaradas del sector de la energía, antes de que estos sectores se vean detenidos por el confinamiento.

Se ha mantenido mucho contacto con ellos, y esta experiencia de coordinación ha dado ideas a otros sectores. Al igual que nuestros camaradas del sector privado - a los que saludo - que construyeron la coordinación de OPTIL, poca gente lo sabía pero reunió a todas las plantas de Transdev y Keolis de toda la región de París, que se coordinó y que vino a vernos en una reunión y nos dijo "Camaradas, hicimos esta coordinación porque si en la RATP y la SNCF pudieron hacerlo, entonces en el sector privado también podíamos hacerlo y lo hemos hecho" ¡y tuvieron éxito en hacerlo, y estamos orgullosos de ello!

Manon B: "Como decías, no fue suficiente antes del confinamiento, sabemos que los ataques no se van a detener y ya podemos ver que incluso se está reiniciando e intensificando, esta vez poniendo a todo el mundo del trabajo y especialmente al sector privado en la mira.”

Anasse K: El verdadero problema, camaradas, es el programa y la estrategia. Cuando miramos hacia atrás en los últimos cuatro años, podemos ver que no ha habido escasez de luchas. Hemos visto que todos los sectores de la clase obrera se movilizaron entre 2016 y 2020. Teníamos a la juventud y sobre todo al sector privado, donde decían "el puerto es la capital de la huelga", podemos recordar el puerto y el puente de Le Havre con miles y miles de estibadores y huelguistas.

En 2018/2019 tuvo lugar el movimiento de los chalecos amarillos que nos marcó mucho. En 2019/2020 tuvimos el del sector público y el transporte. Y podemos incluso llevar hasta el final del encierro a la clase obrera y a los barrios más precarios que salieron a la calle, a los trabajadores indocumentados, y quiero saludar a nuestros camaradas de Frichti que lideraron una lucha ejemplar en ese momento.

Nuestro principal problema es proponer un programa más allá de este corporativismo de mierda, me gustaría decir, que divide y saca a la calle a cada sector por separado. Eso será lo primero que tendremos que hacer cuando empiece el año escolar. La segunda es la cuestión de la estrategia. Debemos poner fin a estas estrategias de derrota, estas huelgas intermitentes y a medias, entre otras.

El papel de los revolucionarios en el próximo período será hacer todo lo posible para que los trabajadores de todos los lugares en los que estamos presentes se doten de herramientas de lucha, como la coordinación RATP-SNCF, y para que adquieran la capacidad de poder dirigir los próximos movimientos, y eso es esencial. Esas son las dos tareas.

En la temporada que se viene, con la crisis económica tendremos ataque, y no sólo contrarreformas. Vamos a tener ataques a toda la clase obrera y las masas populares. Lo que está en juego es la supervivencia, la supervivencia de la humanidad, y por lo tanto la necesidad de poner fin a un sistema en descomposición, que cuando no te mata con las guerras imperialistas o las crisis climáticas, termina matándote con las epidemias, como hemos visto con el Covid-19; o con las crisis económicas, el desempleo masivo, los despidos y la precariedad.

Tendremos que luchar contra todo esto, tendremos que luchar para poner fin a este sistema y construir otro proyecto social. Y para nosotros, debemos tener una herramienta capaz de proponer este programa y esta estrategia a todos estos sectores en lucha. No hay otra herramienta que proponer que un partido revolucionario, un partido revolucionario que sea capaz de unificar todas las tendencias revolucionarias, pero también a todos los camaradas con los que pudimos militar en los últimos tiempos, con los chalecos amarillos, la juventud, etc. Y espero que Almamy Kanouté, Youcef Brackni y Assa Traoré sean militantes revolucionarios y que empujen junto a nosotros en un gran partido revolucionario para llevar a cabo este proyecto de transformación social.

Y finalmente para concluir, una palabra sobre lo que dijo Almamy. Hablaba de separatismo, pero en realidad no sólo concierne a los barrios de clase trabajadora y a la gente racializada. Están tratando meternos en el mismo saco. Pero debemos responder una cosa al gobierno, que si el separatismo va a terminar su guerra, es para terminar sus crisis climáticas, sanitarias y económicas, mientras que ellos lo saben, que somos marxistas, ¡somos revolucionarios y estamos decididos a terminarla definitivamente y a separarnos de este puñado de parásitos!

Traducción: Roberto Jara