Hoy un grupo de miembros de la Pu Lof de Cushamen darán a conocer datos muy importantes que pueden arrojar mucha luz sobre la desaparición de Santiago a manos de la Gendarmería Nacional.
Martes 5 de septiembre de 2017 12:50
“Tenemos nuestros fundamentos para explicar por qué declaramos ahora y no antes. Desde un primer momento el juez Otranto y la fiscal Ávila escucharon nuestras declaraciones”, dijo a este diario una de las integrantes de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen que ya declaró ante la fiscal Silvina Ávila y el juez federal Guido Otranto.
Esta tarde se conocerán todos los detalles de esa y otras declaraciones testimoniales de quienes sufrieron la violenta represión el martes 1° de agosto por parte de un operativo orquestado y dirigido por el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti.
A modo de anticipo, una de las testigos clave de los hechos afirmó a este diario que tanto el juez como la fiscal del caso sabían desde el primer momento que ella y varios de sus lamien (hermanas y hermanos) habían estado esa mañana y vieron muchas cosas. “Pero en ningún momento se les ocurrió llamarnos para preguntarnos a quién vimos y mucho menos, concretamente, si vimos a Santiago allí o no. Por eso decidimos hacer una presentación espontánea, porque si no eso nunca iba a suceder, ellos nunca van a priorizar o tener siquiera en cuenta nuestro testimonio”.
La respuesta, no por lógica, pierde fuerza.
Hay datos que se están difundiendo desde algunas empresas periodísticas que son falsos. Por caso, un periodista de Mendozapost.com afirmó por televisión, y luego lo repitieron como loros otros periodistas, que las testigos vieron a Santiago “todo vestido de negro, con capucha y con las medias arriba del pantalón”. Pero quienes atestiguaron hasta el ahora dijeron que vieron al joven con la cara descubierta, de frente, y lo reconocieron porque no era la primera vez que lo venían.
Son varios los testigos de la comunidad mapuche que están declarando por estas horas, relatando lo que ya dijeron ante instancias judiciales (como la defensoría pública y la misma fiscal que no les dio crédito) y cuyos testimonios fueron ninguneados de plano durante más de un mes tanto por Otranto como por Ávila. Quizás hoy, cuando los detalles de esas declaraciones salgan a la luz, la historia comience a cambiar.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario