Por tercera vez en este 2021, y en menos de dos meses, las lluvias provocan que las ciudades del Valle Inferior del Río Chubut se queden sin suministro de agua. El gobierno provincial privilegia pagar la deuda, a desarrollar un plan de obras públicas que resuelva este problema que afecta a mas de 300 mil habitantes de la provincia.
Viernes 21 de mayo de 2021 13:41
Las lluvias que se están desarrollando en la zona del Valle Inferior del Río Chubut han provocado, una vez más, que se suspenda el suministro de agua en Dolavon, Gaiman, Rawson, Trelew y Pto. Madryn. El motivo es el aumento de la turbiedad del agua. La causa es la falta de una obra que permita potabilizar el agua, aún si el río tiene turbiedad.
Para solucionar este problema es necesario la construcción de presedimentadores de alta tasa compuesta por tres módulos de hormigón armado, que tiene por objeto disminuir los niveles de sedimentos en el ingreso a la planta potabilizadora Nº 1 cuando el Río Chubut presente turbiedades extraordinarias. Con esto se evita que deba detenerse la potabilización. Según se anunció en septiembre de 2020 la obra tiene un costo de más de $ 140 millones de pesos.
El anunció se hizo, pero la obra no está. Es que el gobierno nacional y provincial priorizan el pago de la deuda externa a desarrollar un plan de obras públicas que resuelva los problemas estructurales, como la falta de agua cada vez que llueve para casi el 50% de la población de la provincia.
Recordemos que en el presupuesto 2021 todos los bloques legislativos votaron un presupuesto provincial 2021 que aumentó en un 46% las partidas para el pago de la deuda externa, mientras recortó las partidas para salud, en medio de la pandemia del COVID 21, salud e infraestructura.
Un problema que no es nuevo
Trelew se abastece de agua potable a través de dos plantas potabilizadoras que usan de fuente el cauce del río Chubut. El dique Florentino Ameghino regula el caudal. La calidad del agua es aceptable y su turbiedad durante el año es de aproximadamente 20 a 40 UNT. Cuando llueve en la Meseta, el río acarrea sedimentos, limos y arcillas, y aumenta la turbiedad a valores superiores a 3000 UNT. Las plantas potabilizadoras instaladas tienen una capacidad de procesar agua con turbiedad menor a las 1000 UNT, por lo cual, ante estos fenómenos de elevada concentración de limos y arcillas se saturan de barros y salen de servicio por su bajo rendimiento. Estos fenómenos de alta turbiedad suelen presentarse por lapsos inferiores a 24/36 horas y el servicio se resiente consumiéndose las reservas.
En abril de 2017 hubo fuertes precipitaciones al sur de Chubut que activaron el cauce seco del río Chubut, que aportó un volumen significativo de agua, limos y arcillas al Dique Ameghino. Aumentó la turbiedad a 7000 UNT primero y a valores superiores a 3000 UNT por 15 días. Salieron de servicio las plantas potabilizadoras por saturación de barros. La emergencia generó el corte del suministro y racionalización del recurso.En 2019 volvió a suceder lo mismo.
La responsabilidad sobre la calidad del agua que corre por el cauce del Río Chubut es del Instituto Provincial del Agua -IPA-, y las cooperativas de servicios públicos de las comunidades que se abastecen de allí, dependen de las medidas que adopten desde el organismo provincial. Es decir que es el gobierno provincial de Mariano Arcioni y de Alberto Fernández por la falta de obras que permitan contar con mayores reservas de agua para evitar el caos que se vive cada vez que llueve en el Valle Inferior del Río Chubut.
Es necesario un plan de obras públicas en toda la provincia
Martín Saez, docente de Trelew y refente del PTS en el FITU señaló “es necesario dar respuesta al problema del agua, al déficit de viviendas que hay en la provincia, a la construcción de escuelas y hospitales generando puestos de trabajo”.
El calentamiento global genera lluvias extraordinarias cada vez más seguidas en esta región de la Patagonia, por lo cual, junto a medidas que apunten a revertir este problema, es necesario un plan de obras públicas que resuelvan el corte de suministro del agua cada vez que llueve.
Y agregó: “Hay que acabar con esta situación donde el Estado subsidia a las empresas capitalistas que ganan fortunas, paga la deuda externa ilegal y fraudulenta, pero año a año recorta los recursos para la salud, la educación y la obra pública”.
Las salidas que beneficien a las amplias mayorías no pueden pensarse por fuera del saqueo de la deuda. Es necesario un impuesto que afecte verdaderamente a las grandes fortunas, los bancos y las empresas. El no pago soberano de la deuda es imprescindible para reordenar las prioridades.