Los casos siguen en aumento en Antofagasta llegando a 895 este jueves 7 de mayo, acercándose a la cifra de la Araucanía (que se encuentra varias semanas más adelante en el inicio del brote).

Natalia Sánchez Concejala Antofagasta por el Partido de trabajadores Revolucionarios, Médico del Hospital Regional de Antofagasta y parte de la Agrupación de Trabajadores de Salud "Abran Paso"
Viernes 8 de mayo de 2020
Con 40 nuevos casos despertó la región de Antofagasta, 34 de los cuales están en la ciudad capital, seguidos de Calama y Mejillones. Hasta ahora el ascenso de la curva ha sido marcado y terminó con la decisión del inicio de la cuarentena por parte de las autoridades. Una medida desesperada al ver el descontrol de la situación regional.
COVID19, Región de Antofagasta
Y es que hasta ahora de los casi 900 casos, 126 se encuentran hospitalizados con un quinto de ellos en unidades críticas. Si bien, se han hecho cambios y tomado medidas desde un inicio de la pandemia, la mayoría de ellas no fue a la altura de las circunstancias y sobretodo por sostener la productividad de sectores económicos - como la minería - y de abastecimiento, como afirmaron desde un principio Piñera y Mañalich. Hoy, se evidencian las consecuencias de esas decisiones.
Si bien, el Gobierno ha salido a aclarar en reiteradas ocasiones que la estrategia utilizada para combatir el coronavirus en Chile es la de test masivos para reconocer los sectores que requieren aislamiento con el propósito de aplanar la curva, las cifras no dicen lo mismo. Para el ránking de la OCDE - al igual que en otras mediciones - Chile es el penúltimo en cantidad de test implementados por 1.000 personas, mostrando que del dicho al hecho, el accionar de la autoridad sanitaria deja bastante que desear.
Pero, las consecuencias de esas decisiones y la falta de un plan real y serio para enfrentar la pandemia han implicado situaciones como la exposición del personal sanitario, los despidos y suspensiones por parte de grandes empresas, es decir, la incertidumbre y la desprotección de aspectos esenciales de la vida de gran parte de la población.
La situación regional y nacional avanza a paso más rápido que las acciones de Gobierno, y la oposición política (Catalina Pérez RD, Marcela Hernando ex DC, etc.), como sindical, no hace mucho más allá de discursos testimoniales y los “llamados de atención” que no tienen mucho que ver con la acción. Y si bien desde el estallido de octubre Chile cambió, no es necesario llenar las calles - cuestión que podría empeorar el contagio - para decir que hay que parar las faenas de servicios no esenciales y exigir desde todas las tribunas las condiciones necesarias de seguridad laboral y social, al igual que la implementación de test masivos en la población.