En Córdoba, La Izquierda Diario dialogó con Eduardo Antón, ex detenido desaparecido. A partir del martes será uno de los testigos que brindará su testimonio contra Menéndez y otros 21 represores por delitos de lesa humanidad.
Lunes 5 de febrero de 2018 17:29
Fotos: Gustavo Barrera
Eduardo nos espera puntual en el bar que hemos acordado, menudo, de voz pausada y tranquila. Él hace la primera pregunta. Bueno, ¿qué quieren saber?. Queremos recordar, repasar experiencias de quienes militaron en los 70 y la continuidad de esas experiencias, para no olvidar, ni perdonar, ni reconciliarnos. Por eso nuestra primera inquietud es saber:
¿Cómo empezaste a militar?
Después tuve un momento negro, que fue cuando me acerqué al PC (Partido Comunista), pero un poco tiempo, a través de un hermano mayor que yo, comienzo a escuchar del trotskismo, comienzo a leer los libros que el amigo de mi hermano me pasaba y por supuesto hay una ruptura mía con el PC. Me pongo en contacto con un grupo de la organización política trotskista de la Cuarta Internacional por la mayoría [NdR refiere al IX Congreso del Secretariado Unificado (SU) 1969]. Si bien yo en ese momento adherí a esa posición, hoy tengo muchas diferencias.
Quedamos con un pequeño grupito que se llamaba LEARM (Liga de Estudio y Acción revolucionaria marxista), esa es la organización en que yo entré a militar. La idea no era conformar un partido, ni nada. Sino tomar contacto con sectores referentes del troskismo que hubiese, ahí comienza mi militancia política con este grupo a nivel estudiantil y a nivel obrero. Eso era 1969: el Cordobazo fue un eje fundamental es el ascenso del movimiento obrero que quiebra todo, cambia la realidad política de las mayoría de las organizaciones y de la sociedad. Ese levantamiento obrero que después se va a revivir en diferentes provincias y que a mi juicio alcanza su punto más álgido en las interfabriles en Buenos Aires, en el 75.
Nos tocó una época, en los 70, que creíamos que era una generación especial. Hay un proverbio árabe que dice "los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres". Éramos fruto del tiempo, éramos fruto de la lucha de clases internacional de ese momento.
¿En qué momento lo detienen?
En esa época vivía en un barrio camino a Renault, antes de llegar a Villa Libertador, ahí cayó la policía a la noche, tres de la mañana, entraron por las ventanas, rompieron puertas y me llevan detenido Estamos un tiempo, no sabemos cuánto tiempo exactamente, encapuchados y un compañero me dice escuchá y oigo las campanadas de la Catedral, estábamos en la D2. Ahí adentro se vivía un clima paralizante, gritos, llantos, música fuerte, golpes permanentemente en situaciones en que uno estaba desprevenido y luego la sala de tortura.
Creo que estuvimos dos semanas ahí y nos pasan a Encauzados en barrio Güemes, fue la primera cárcel común a la que me pasan y paso a estar blanqueado y a tener una situación diferente.
Una de nuestras primeras reivindicaciones fue exigir pabellones políticos. Después largamos una huelga de hambre que duró 11 días, fue triunfal logramos todas las cosas que pedíamos y reivindicábamos en relación a la comida.
Hubo un intento de fuga y nos trasladaron a la cárcel de San Martín, ahi ya fue el golpe. Ahí empezó una situación de total dificultad: nos aíslan, quedamos totalmente incomunicados con el mundo exterior, sin visitas, sin contactos. Los que se hacen cargo de las cárceles, entraban nos hacían poner contra la pared, con la orden de mirar abajo, no mirarlos a la cara, golpes permanentes y comenzaron un proceso de asesinatos. 32 compañeros son asesinados, algunos dentro de la cárcel, otros se les aplica la ley de fuga. Conformamos una pequeña organización con compañeros del PST, del PO, algunos que no eran trotskistas pero estaban con nosotros. Un grupo interesante en el sentido de organización, la cuestión era lograr romper el aislamiento y tener contacto con el mundo exterior, sacar la información afuera sobre la represión que se daba.
¿Cómo se organizaron?
No sé cómo se lo contactó, pero este preso nos dice que acepta y que tenía la posibilidad de hacer entrar dinero y de sacar mensajes. Necesitábamos dinero porque pasábamos mucha hambre, todos habíamos bajado unos 15, 20 kilos y los fumadores queríamos tabaco.
Las cartitas, se hacían en papel de cigarrillo, tres papelitos cada cartita. Había dos formas de comunicarse, la “paloma” y el “caramelo”. Las “palomas” se tiraban con un hilo desde las ventanas más cercanas (así nos acercaban el dinero), y el “caramelo” que eran los mensajes que se tragaban. Esto era porque a las visitas les revisaban hasta la vagina. Las cartas se envolvían en plástico que se sellaba con fuego, la esposa de este preso común recogía la plata, la llevaba a la cárcel y se tragaba las cartas. Nos turnábamos con los compañeros. Les tocaba a tres compañeros por semana sacar información con la responsabilidad de que, además de lo familiar, saliera algo de denuncia política: a quien estaban sacando, a quién torturando, a quien habían asesinado, etc. Era la forma en que podíamos denunciar, sobre todo las torturas. Sacaban a cuatro, mataban a tres y traían vivo a uno para que cuente, cuando llegaba la noche nos preguntábamos ¿y ahora quién? Estábamos tan indefensos que no había nunca una resistencia, un no voy, algo por el estilo, uno quería pensar tal vez a mí no me pase, tal vez me trasladen.
Cuando nos trasladan a Sierra Chica ya no podíamos usar plata en efectivo, sino que se depositaba y tenías un crédito para comprar en la cantina. Pero acá eso no existía, estabas completamente aislado, incomunicado, no tenías recreo cada vez que nos sacaban al recreo era para hacernos mierda, ahí fue cuando mataron a un compañero, cuando salía al recreo.
¿Cuándo los trasladan a Sierra Chica?
Una de las veces que estuve castigado me entrevista en los calabozos la Organización Interamericana de Derechos Humanos. Yo pensé, bueno blanqueado y con la entrevista de la organización tengo un 90 % de posibilidades de salir, me quedaba un 10 % que dependía de las circunstancias, de la lucha política. De ahí paso a Caseros y luego a La Plata. A mi compañero le permiten la salida vigilada, en mi caso no, le comunican a mi vieja que yo no podía salir en Argentina que tenía que buscar algún país que me diese una visa y que no fuera en Latinoamérica. Yo le digo a mi mamá, empezá a recorrer embajadas, ¿cuál preferís? - me pregunta - Todas, la primera que te de la visa. Me la dio el reino de Suecia en 1980.
¿Te exiliaste en Suecia?
Después fue el exilio y eso depende de la actitud, seguir en la militancia, en la organización, suerte que uno venia de la Cuarta. A la semana tenía a los compañeros golpeando la puerta, diciéndome somos los compañeros trotskos de Suecia, y vos respiras nuevamente, estas de nuevo viviendo. Estuve 5 años y medio en Suecia.
Mi primer regreso a Argentina es en el 84 pero me tengo que volver a ir. Primero por una situación de inseguridad, hubo una marcha y estaban los tipos que me habían estado torturando. Decido irme a Buenos Aires, dos veces me metieron en cana, tuvo que estar el CELS (NdR Centro de Estudios Legales y Sociales) dos veces sacándome, un cana me dijo “vos te deschavas solo”. Parece que me ponía nervioso de sólo ver un uniforme, fuera cana o portero. Además, no conseguía trabajo. Tuve que volverme y aguante un año más o menos y entré en un trabajo de voluntario en Suecia y empecé un periplo de recorrer países. Me quede en Nicaragua y después en Ecuador sin visa, sin trabajo. De nuevo compañeros trotskistas me dieron una mano, trabajo nuevamente en una organización internacional. Volví a Argentina en el 2001, a Buenos Aires primero, después Córdoba en el 2005 me vine y me quedé.
Este es el quinto juicio que se realiza en la provincia contra Menéndez, quien hasta el momento lleva 14 juicios a los que fue sometido en distintos puntos del país. ¿Qué opinión te merece ese desmembramiento en causas y la no unificación bajo juicios por genocidio?
Nosotros en Córdoba fuimos un pequeño grupo que salimos por la condena a Milani, independientemente de los otros que decían ´vamos a esperar´. La Carloto diciendo ´No sé, vamos a ver qué dicen, no he leído el expediente...´. No hablemos de (...) fue una traición total, no teniendo en cuenta la posición de Madres de Plaza de Mayo de La Rioja donde claramente exponían la complicidad que había tenido Milani tanto en el secuestro de este conscripto y en el periodista que estuvo preso y fue torturado.
Todos buscamos esto, esto debería ser unificado: bajo una misma carátula deberían estar todos incluidos. Todos los que son crímenes de lesa-humanidad deberían tener una causa. Pero la justicia, en la medida que el congreso no les vote, que haya una decisión política, no lo va a hacer.
Con esa actitud que ha tenido Macri de juntarse con este gatillo fácil en Buenos Aires (Luis Chocobar). Vos decís: ´Vamos a tener que volver la discusión 20 años atrás. Pero esto ya lo teníamos superado´. No lo tenes superado, te hacen retroceder las cosas. Entonces vos tenes que empezar a volver a discutir cuestiones que ellos quieren discutir.
La cuestión es poder volver a lograr organizaciones de derechos humanos independientes de los gobiernos. No independiente del gobierno de turno, independientes de los gobiernos. Estas organizaciones son herramientas que deben servir a toda la gente interesada, sensible, con conciencia en la lucha por los derechos humanos y no a algunos que se van acá porque son peronistas o se van allá porque son de tal otro partido. Tiene que estar cruzada la sociedad.
Que Macri no apoye o no esté dando los subsidios que corresponden a los sitios de la memoria y demás, no me extraña. Lo que sí, no me imagino, son los compañeros que no se dan cuenta de cómo ellos siguen traicionando a estas organizaciones que se ha dado la sociedad.
No hemos hecho ese paso generacional. Con la dictadura, los desaparecidos y las muertes de tanta gente, no logró esa trancisión para que comience la lucha desde las interfabriles en Buenos Aires en adelante. Por suerte, organizaciones como el Frente de Izquierda muestra el camino. Lo está mostrando en fábricas, lo está mostrando en cada una de las manifestaciones: vamos juntos, pero golpeamos distinto. A eso lo está mirando la clase obrera.
Hace pocos días se cumplieron 6 meses de la desaparición de Santiago Maldonado ¿Cómo viviste el momento en que se conoció su desaparición?
En el caso de Santiago Maldonado es en el mismo sentido sobre las fuerzas represivas y en un contexto quizá distinto, más en el sentido del capitalismo. Porque en el contexto de Jorge Julio López, más bien, casi que fue una venganza de Etchecolaz. En el caso del sur, lo que está en discusión es bien capitalista, porque están en discusión las tierras donde están las riquezas, en petróleo, en minerales y demás. Gracias a que Maldonado no era mapuche, fue posible que los ciudadanos de este país se enterasen de que hay pueblos originarios en Argentina.
Toda desaparición me conmueve, toda desaparición me mueve. Pero esta me mueve porque es estrictamente capitalista. En el sentido de que lo que fueron a hacer es sembrar terror con esta gente porque era una desproporción lo que hicieron. Ahí nos quieren vender la muerte de Santiago Maldonado diciendo: ´Vieron que no fue desaparición´. Pero, ¿Qué hacía? ¿Estaba pescando Santiago Maldonado? ¿Qué estaba haciendo? ¿Cómo no se entiende que fue asesinado producto que corría frente a una banda de represores que estaban tirando a matar y se escuchan los audios con las órdenes ´Tiren. Tiren. Maten. Maten al negro´?
Las causas se retrasan y las van diluyendo. En ese diluir la gente va perdiendo interés y este gobierno está blindado mediáticamente, no llega a nada. Nunca he escuchado tantas horas que gastan los canales de televisión en hablar del tiempo. Yo digo, ¿no tendrán otras cosas de que hablar? Claro que tienen.
Ojalá que no tengamos más casos como el de Santiago, pero con esta mentalidad, con este tipo de gobierno, con este tipo de medidas económicas se necesita ese tipo de policías, ese tipo de gendarmería, ese tipo de fuerzas represivas porque no se puede llevar adelante este proyecto económico sin ese tipo de fuerzas represivas. Hay una relación directa, dialéctica.
Ver: Córdoba: el martes retomarán las audiencias en el juicio a Menéndez