Esta semana se vivieron protestas en la comuna de Placilla, región de Valparaíso, provocando cortes en la Ruta 68. Los manifestantes piden que se desaloje la toma ilegal que se ha instalado en el sector. Es urgente que la clase trabajadora pelee por un plan de vivienda financiado con el impuesto progresivo a las grandes fortunas de la región y gestionado por trabajadores y la población.
Miércoles 23 de febrero de 2022
Vecinos del sector de Norte Placilla, en Valparaíso, interrumpieron el tránsito en la Ruta 68 (KM 99), esto en protesta en contra de las tomas del lugar, las cuales amenazan un proyecto habitacional de viviendas sociales, a las que, los manifestantes esperan para poder acceder a su vivienda definitiva.
Debido a estas manifestaciones, se ha formado una gran congestión en la zona, esto en dirección, precisamente a Placilla y Curauma.
El reclamo de los habitantes del lugar se debe a la crisis habitacional que vive la región, donde en terreno destinado para viviendas sociales han sido ocupados por familias sin casa. Bajo la consigna de «No más tomas, sí al Comité» esperan ejercer presión para poder dar una solución a su problema.
Los manifestantes son parte del comité “Ñi Ruka Peuma”, que agrupa a cerca de 160 familias del sector, quienes llevan ocho años esperando por la construcción de las viviendas.
Frente a esta problemática Antonio Páez, dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios de Valparaíso menciono “La crisis habitacional de Valparaíso ha sido una constante en la historia, en una región que abre sus puertas al saqueo empresarial de distinta índole, que roban el agua, que ponen empresas contaminantes y donde el negocio de los dueños de las navieras portuarias es intocable. Las ganancias de los Von Appen dueños de TPS o los Lucksic dueños de los recintos extra portuarios de Placilla contrasta con la precariedad que vive el pueblo trabajador de la región de Valparaíso”.
“Frente al hacinamiento y crisis de la vivienda no podemos caer en una lucha de pobres contra pobres, en Valparaíso espacio y plata hay, pero se lo llevan las inmobiliarias y las grandes empresas. Es por esto que las organizaciones de la clase trabajadora debemos luchar por un plan habitacional de emergencia para Valparaíso, gestionado por trabajadores y la población y financiado por el impuesto progresivo a las grandes fortunas”.
“Esto debe partir por una ordenanza municipal que expropie toda las viviendas vacías u ociosas que existen en el centro de Valparaíso y que sean utilizadas para viviendas sociales”