Recuperar el sistema hidrológico, bajo el discurso del agua como derecho humano mediante el Acuerdo Nacional buscaría, incrementar la productividad, según dijo el jefe de la Sagarpa, en 51% para los empresarios terratenientes, al tiempo que el gobierno apoyaría a industrias criminales como Grupo México, para recuperar los ríos contaminados por ellos.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 21 de noviembre de 2024
A partir del Plan Nacional de Agua de 1993 impulsado por Salinas de Gortari tan sólo en una década se entregaron 360 mil títulos contrastando con los 2,600 entregados en los 75 años precedentes. En cambio, a partir del 2018 con el "cambio de mentalidad" (¡sic!) de la 4T "se dio un cambio de orientación" en favor del derecho humano al agua, "buscando beneficiar a los más desprotegidos y los pueblos originarios". Al parecer, no merece mayor atención por parte del gobierno para los principales afectados por el acaparamiento de dicho recurso vital, quienes no están contemplados en las acciones para instrumentar el reordenamiento de los recursos hídricos, al menos no como a los empresarios a quienes se les consultará y convencerá de que devuelvan 2,500 millones de metros cúbicos.
Así, de acuerdo con lo expresado por los colaboradores de la presidenta, no se buscará instrumentar sus ambiciosas medidas de reordenamiento retirando y castigando a quienes abusan de las concesiones otorgadas por el salinismo et al ─la expropiación en favor de los pequeños productores rurales autoorganizados sería una buena medida─ como las grandes industrias extractivistas y manufactureras cuyos desechos son arrojados a los ríos sin tratamientos previos. En este marco se anunció que se firmará el próximo lunes el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad entre industrias, unidades de riesgo, instituciones académicas y de investigación, comunidades usuarias del agua y los tres niveles de gobierno.
Pero lo que salta la vista es el papel secundario de la gente que vive la escasez del agua en los campos, los pueblos y las ciudades, a quienes no se les toma en cuenta para participar en este plan que pretende recuperar y sanear recursos hídricos, sino que apela a la buena voluntad de los empresarios agroindustriales para que devuelvan, olvidando su carácter depredador la mano de obra y de los recursos naturales, el agua que tienen concesionada y no utilizan. Con ellos sí se sientan a discutir y van de la mano en la "optimización" del uso de los acuíferos.
Peor aún, a pregunta expresa sobre los ríos Sonora y Bacanuchi, severamente contaminados por un derrame de la minera Mineral del Cobre propiedad del magnate Germán Larrea dueño de Grupo México, la señora presidenta declaró que apoyarán a dicho magnate para recuperar dichos cauces, obviando que Larrea lleva diez años evadiendo su responsabilidades. De la mano de los grandes empresarios no se puede mejorar las condiciones de vida y salud de los mexicanos y su entorno natural, salvo de los grandes capitalistas como Germán Larrea, quien de la mano de López Obrador incremento diez veces el volumen de su capital. Difícil será que de la mano de los depredadores ambientales se cumpla con el discurso de que "el agua deja de ser una mercancía y se reconoce como un derecho".