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Red Internacional
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ESCUELA Y PANDEMIA. Anuncios del ministro Trotta: una "continuidad” de la desigualdad educativa

Esta semana el ministro de educación dio a conocer los principales lineamientos educativos a nivel nacional para el próximo período, con el fin de garantizar la “continuidad pedagógica”. La pelea por la educación pública en momentos donde se profundiza la pobreza y la indigencia.

Sábado 29 de agosto de 2020 19:25

El anuncio

En el comunicado que se dio a conocer luego de la reunión del Consejo Federal de Educación, el ministro Nicolás Trotta expuso algunos lineamientos acerca de la llamada “continuidad pedagógica” a nivel nacional. “Hemos logrado generar los consensos federales en torno a las respuestas que requieren los desafíos pedagógicos que tendremos que afrontar en el corto y mediano plazo. Buscamos llevar tranquilidad y certeza a la comunidad educativa de cómo abordaremos el fin del ciclo lectivo 2020 y su articulación con el año próximo”, destacó el ministro.

Los años 2020 y el 2021 formarán un solo bloque pedagógico que contempla la promoción en el 2020, incluyendo un acompañamiento especial para quienes estén terminando la primaria y secundaria.

También orienta la adaptación de los contenidos curriculares en el marco de la pandemia, y configura un plan para acompañar y contener a quienes hayan quedado desescolarizados llamado “Programa Acompañar: Puentes de Igualdad”.

¿Qué pasa con los cientos de miles de chicos y adolescentes que quedaron fuera de la educación virtual sin asistencia del Estado? ¿Qué pasa con los miles de docentes sin trabajo, ni ingresos?

Trotta dice que hay que tener tranquilidad. Por si al ministro le hicieran falta estadísticas acerca de lo que ya todos sabemos, repasemos algunos datos. No podemos estar tranquilos y tranquilas. En la Argentina el 54,2% de los chicos es pobre, y el 13,1% indigente. El 33% tiene necesidades básicas insatisfechas, es decir, problemas en el acceso a la vivienda y la alimentación. Por eso, en la provincia de Buenos Aires se estima que más de 200 mil chicos quedaron fuera de las clases virtuales. En Mendoza son 30 hogares cada 100 los que si tienen conexión, apenas por encima de Formosa o San Juan que tienen los peores indicadores del país. En Santa Fe el 31% de los hogares no tienen conectividad y en Jujuy fue el propio gobierno el que reconoció que son 41 mil estudiantes sin acceso a la virtualidad. Una realidad que se repite a lo largo y ancho del país.

Según datos de la Evaluación Nacional de Continuidad Pedagógica el 53% de los chicos no tiene una computadora que pueda utilizar para estudiar.

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Más de 8 millones de chicos estarán bajo la línea de pobreza al finalizar el año. Sumemos a este panorama la precariedad de la docencia, los sueldos que no alcanzan en un gremio con mayoría de mujeres sostén de hogar. No es un panorama que nos dé tranquilidad.

Muchos docentes tampoco tenemos internet o computadora, o tenemos que endeudarnos y pagarlo de nuestros bolsillos para poder dar clases, con sueldos que no nos alcanzan para llegar a fin de mes.

Muchos tratamos de sobrevivir buscando trabajos alternativos o vendiendo algo, porque los llamados a suplencias o actos públicos no se hacen o son muy restrictivos , dejando a miles y miles de estudiantes sin docentes y a docentes sin trabajo.

En este marco proponer como solución readecuar los contenidos para distribuirlos en dos años distintos, o definir nuevos criterios de evaluación y promoción, sin dar respuesta a estos problemas estructurales, que además se agravan día a día, tanto para los pibes y sus familias, como para las docentes es, con certeza, una burla del ministro.

Los que se la siguen llevando en pala

La situación de pobreza creciente tiene su contracara en las empresas con ganancias millonarias. Por ejemplo, las de comunicación, que son aquellas a las cuales se les podría exigir un servicio de internet y telefonía gratuito para todas las necesidades educativas. Telefónica-Movistar, gran fugadora de capitales de Argentina, ganó en los primeros tres meses de 2020, 468 millones de Euros. Clarín-Telecom 2641 millones de pesos. Sin embargo, a pesar de estos números, no quieren ceder ni un centavo de sus ganancias. Y nadie se los exige.

El presidente Fernández decretó la suspensión del aumento hasta el 31 de diciembre en las tarifas de telefonía móvil, las prestaciones de internet y TV por cable por considerarlos un servicio público. Suspende aumentos, pero no retrotrae los enormes incrementos del último año. Ni hablar de que sea gratis para estudiar. Como si no fuera ya un chasco, el vicepresidente del ENACOM, Gustavo López, dijo que este congelamiento de tarifas era sólo una medida excepcional “y que lo que no se pueda aumentar durante la pandemia se recuperará después”.

Axel Kicillof dijo en estos días que no puede ser que haya argentinos que por nacer en determinado lugar no tengan conexión. El gobernador no dice que para millones, nacer en el Conurbano, significó sencillamente no acceder a la educación en la pandemia. Entre esas familias del conurbano y esas empresas parece no haber ningún “puente de igualdad” de los que habla Trotta.

Esta pirueta pedagógica es un reconocimiento del gobierno a que la tan mentada continuidad no existió como tal, a pesar del enorme esfuerzo de trabajadores de la educación, estudiantes y familias. Y no existió porque el Estado no asignó los recursos económicos que la hicieran posible. Porque eligió subsidiar las ganancias de las grandes empresas, no tocar un centavo a los bancos, no afectar la renta agraria. Eligió ordenar la economía argentina para honrar el pago de una deuda externa que no es más que una estafa al pueblo argentino. Es decir, no buscó los recursos allí donde estaban, en los grandes millonarios. Allí está el dinero para alimentos, salarios, conexión, computadoras y cargos.

Es necesario organizarnos para defender la educación pública

Para que esta crisis no concluya como otras que hemos vivido en el país, con millones de niños y adolescentes pobres sin escolaridad hay que tomar medidas de fondo. Ahora el gobierno presenta un proyecto de Impuesto a las grandes fortunas, pero es por única vez, no toca bancos, grandes corporaciones ni grandes empresas agropecuarias cómo si plantea el proyecto presentado por Nicolás del Caño y Romina del Plá del FITU.

En base a un impuesto a las grandes fortunas como el presentado por el Frente de Izquierda y sobre el desconocimiento de la estafa de la deuda externa, como plantean varias seccionales y sindicatos recuperados del país, como los Suteba Multicolor o el SUTE de Mendoza podría empezar a encararse una respuesta a la crisis educativa

La derecha se opone a largar un centavo, por eso tenemos que organizarnos y desarrollar una gran pelea por un salario de emergencia para todos los que se hayan quedado sin ingresos y un programa de becas para todos aquellos que las necesiten. Además, es indispensable garantizar las computadoras y la conexión de internet para estudiantes y docentes.

Se deben crear ya todos los cargos docentes necesarios para acabar con la contradicción de los miles y miles que no tienen trabajo y otros que se encuentran sobrecargados con más estudiantes de los que pueden atender. Reabrir las paritarias dando un aumento de emergencia.

Desde la Corriente 9 de abril (La Marrón, Negra de Neuquén, Bordó de Mendoza) sostenemos que los sindicatos docentes, en especial la conducción Celeste del Suteba provincia de Baradel y la Ctera nacional deben romper su acuerdo de ajuste con el gobierno y ponerse al servicio de las necesidades de los trabajadores de la educación, de los pibes y sus familias, tomando todas estas demandas.

Al contrario de lo que pretende imponer la conducción del sindicato Amsafe de Rosario, que impone un reglamento que elimina las minorías, excluye a los reemplazantes y jubilados y el voto de los departamentos grandes vale cinco veces menos que los más pequeños, el objetivo es democratizar los sindicatos para que sean mejores herramientas para la lucha y la organización de todos los trabajadores.

En esta perspectiva venimos organizándonos en plenarios abiertos, virtuales por ahora, y proponiendo al conjunto de los sectores que quieran dar la lucha por este programa, que nos unamos en espacios democráticos para sumar fuerza y poder organizarnos para golpear juntos en los sindicatos, recuperándolos para la lucha de los trabajadores.

La izquierda y sectores combativos tienen fuerzas y tradición en los distintos sindicatos provinciales docentes. Si unimos la fuerza de los miles que somos, junto a todos y todas los trabajadores de las escuelas, a las familias, a estudiantes de institutos terciarios que son futuros docentes y defienden la educación pública, podemos fortalecer la pelea por imponer un verdadero plan de lucha por todas nuestras demandas.


Virginia Pescarmona

Docente, Corriente 9 de abril/Lista Bordó, Mendoza

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