Los reclamos de los gremios del transporte que paralizan la actividad por medio día, son comunes a millones de usuarios que no podrán concurrir a sus trabajos e igualmente sufren el golpe de la inflación. La bronca es extendida: el impuesto al salario recae sobre los que cobran a partir de 12.450 pesos. En las CGTs se habla de “unidad” para el 2015, pero no proponen una lucha unificada para eliminarlo y aumentar los salarios.
Jueves 27 de noviembre de 2014
El ministro Randazzo, como corresponde, salió a atacar la medida de los gremios del transporte automotor, ferroviario, fluvial y aéreo que realizan un paro de tres horas, desde las 4 a las 7 de la mañana." No me parece que el camino sea un paro, que termina siendo un paro contra los trabajadores", dijo el ministro de Transporte. El mismo funcionario, sin embargo, acaba de disponer, través de la Resolución 1482/2014, publicada en el Boletín Oficial, el incremento del subsidio que reciben las empresas del transporte público de pasajeros.
El gobierno intenta presentar, cada vez con menos suerte, al impuesto al salario como un aporte de “los que más cobran” al conjunto de los gastos estatales. La propia Cristina Kirchner se vanaglorió ante los empresarios de la Cámara de la Construcción sobre que buena parte de los fondos para la obra pública provienen de este impuesto cada vez más rechazado por más amplios sectores. El reclamo es extendido porque el recorte al bolsillo recae a partir de cobrar 12.450 pesos, es decir de un salario que apenas puede cubrir la canasta familiar, y sufre un impuesto como si tuviera “ganancias”.
Preguntas sin respuesta
Los dirigentes de la CGT salieron a cruzar al gobierno. El secretario de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid declaró que: "La pregunta que surge inmediatamente después de esta afirmación de la Presidente es: ¿el gasto social lo tenemos que sostener los trabajadores nada más?".
Pero la pregunta le queda grande a la respuesta que da la CGT. La UTA reclama, hoy por hoy, que el aguinaldo sea exceptuado del impuesto, lo que sería ciertamente una ayuda para los bolsillos, pero no su eliminación para los trabajadores. Mientras se han entablado negociaciones por la unidad de la CGT” hacia el 2015, entre los opositores de Moyano y oficialistas como Gerardo Martínez, los gremios se cuidan de convocar a acciones nacionales contundentes para que se exprese la bronca y el reclamo de millones. Tampoco responden de dónde saldrán los fondos, como lo sería un programa que incluya fuertes impuestos a las fortunas, los empresarios, banqueros, terratenientes, mineras, petroleras y terminar con los pagos a los buitres acreedores de la deuda externa.
Sergio Massa, al que se acercan algunos dirigentes de la CGT, aprovecha la masividad del reclamo para proponer lanzar un movimiento para “inundar los juzgados de recursos de amparo” contra el impuesto. ¿Será esta la estrategia de las CGTs?
¿Y el paro desde abajo?
Según la CGT no hay una decisión de extender el paro mañanero, como había amenazado Hugo Moyano. De todas formas advirtieron que "va a depender de cada sector".
En la UTA, los choferes de la Línea 60 manifiestan que “La medida tiene su trasfondo político, los reclamos concretos bono de fin de año y la elevación del mínimo del impuesto “a las ganancias”. Sabemos qué interesa a las conducciones, pero los trabajadores no podemos salir a carnerear y vamos a aprovechar la medida”. Sus delegados de base son opositores a la conducción de Roberto Fernández: “si se convocara un paro con movilización sería otra cosa”, dicen.
En el caso de los ferroviarios, el dirigente de los conductores de La Fraternidad, Omar Maturano, anunció que empezarán con “asambleas” desde las 4.15 en Retiro, a las 5:15 en Constitución y la tercera “asamblea relámpago” sería en Castelar a las 6:15 en los talleres de la Línea Sarmiento. Consultado por La Izquierda Diario, Rubén “Pollo” Sobrero, dirigente de la línea declaró que “nosotros vamos a hacer una asamblea general de los tres gremios, Unión Ferroviaria, La Fraternidad y Señaleros. En el Sarmiento es en el único ferrocarril que se da algo así. Va a ser un paro masivo en el transporte”.
En el transporte aéreo, los vuelos en Aeroparque estarán complicados. La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que conduce Juan Pablo Brey (que responde a Moyano, y, de menor fuerza, la Unión del Personal Superior Aerocomercial (UPSA), anunciaron asambleas de 5 a 8 de la mañana en Aeroparque. La más importante se realizará a las 5:15. La empresa LAN, que preparaba un servicio de remises para transportar a sus empleados, se encuentra con que, al cierre de esta edición, ya había anticipado la cancelación de cuatro de sus vuelos de la mañana. El Cuerpo de Delegados de Lan Argentina (en el gremio APA/AEP) distribuyó un comunicado en el que “adhiere a la medida convocada por los principales Sindicatos del Transporte” y convoca “a todos los compañeros de Aeroparque a una Asamblea General y reclamamos el fin del impuesto al salario. Al tiempo que adelantamos nuestro reclamo a la paritaria en curso, exigiendo un bono compensatorio de fin de año y un aumento salarial del 40 % acorde a la inflación que destruye el bolsillo de los trabajadores”, entre otras demandas.
Otro gremio cruzado por el debate sobre la medida del transporte es el sindicato de los metrodelegados de Subterráneos. Su dirigente Roberto Pianelli declaró que “los trabajadores del subte no paramos porque es un paro de los colectiveros y de los ferroviarios”, a contramano de la tradición de un sindicato que nació, contra la UTA, realizando huelgas en solidaridad con otros gremios, como los aeronáuticos y ferroviarios. No obstante, este alineamiento a favor del gobierno tuvo sus contradictores al interior de las bases del subterráneo. Claudio Dellecarbonara, reconocido referente de la Línea B y del PTS, reclama la “realización de asambleas para discutir parar este jueves, como parte de un plan de lucha hasta conquistar nuestros reclamos”. Según el sondeo realizado por La Izquierda Diario: hay bronca de los trabajadores por la decisión inconsulta de no parar, “tomada sin asambleas”, hay una mayoría que comparte el reclamo y, se agregan, las complicaciones del transporte para los propios trabajadores del subte. Es probable que el “medio paro” se haga sentir porque “muchos compañeros que viven en el Gran Buenos Aires ni van a venir a manejar las formaciones”, dicen.
La Izquierda Diario invita a sus lectores y amigos a enviar impresiones e informes, tanto de la repercusión del paro del transporte en sus lugares de trabajo como de las vivencias de la jornada como usuarios del servicio de transporte público.