Este es el primero de una serie de artículos que analizan la importancia de la Revolución Rusa en el desarrollo de la Psicología a nivel internacional. Aborda la importancia de los marxistas revolucionarios en el estudio de la subjetividad de las masas, el combate con el idealismo alemán, y los primeros pasos en una base científica materialista, para el análisis de los procesos psíquicos y una realidad ojetiva.
Sábado 21 de octubre de 2017
Sin duda la revolución de Octubre en la Rusia de 1917, marcó un hito sin precedentes en la historia de la humanidad, erigiendo el primer Estado Obrero y Socialista en una alianza de clase bajo la dirección del proletariado, en conjunto de la gran mayoría de la población campesina. Esto significó la destrucción del sistema absolutista del zarismo, y el triunfo sobre la clase burguesa, en un tipo de sociedad atrasada en una diversidad de aspectos económicos, políticos y sociales, pero que no significó un impedimento para la constitución definitiva de la URSS, a la cabeza de la dirección revolucionaria de los bolcheviques, con dirigentes de la talla de Lenin o Trotsky.
Por su parte la psicología como disciplina referida al estudio –en términos generales- de la mente, comienza a cuajar paulatinamente con los nuevos fenómenos y desafíos que comienzan a desarrollarse al calor de importantes transformaciones a nivel mundial. Esto sin duda llevará inexorablemente a que la psicología como una ciencia que recién empieza a instalarse en el campo de “lo social”, tenga que cruzarse con los postulados teóricos del marxismo, en los que las leyes del socialismo científico y el comunismo, se escabullen de una noción “inmanentista” a una noción concreta, explicada a través de la lucha de clases.
El objetivo de este artículo, a diferencia del recurrente estudio de la aplicación del marxismo al estudio de la Psicología, tiene como propósito explicar la relación entre marxismo y ciencia de la mente, desde la óptica del desarrollo de la revolución rusa y por tanto, del ascenso del comunismo a escala internacional. Es decir explicar como la psicología y los intelectuales de vanguardia en dicha disciplina, van elaborando sus obras troncales en concordancia con un proyecto político común, la destrucción de la sociedad de clases.
Es así como emergerán importantes referentes de la Psicología, como Lev Vigotsky y Alexander Luria, cuyos trabajos se dedicarán de gran manera al estudio del desarrollo cognitivo en la infancia en corcondancia a las necesidades del pueblo soviético, o los trabajos de Wilhelm Reich, Otto Fenichel o Vera Schmidt en Alemania, a la luz de la fuerza que comienza a tomar la corriente psicoanalítica a escala global por medio de la escuela Freudiana.
Sin embargo, como veremos tal proyecto entre psicología y marxismo, verá su ocaso producto de la deriva burocrática y contrarrevolucionaria a la cual le lleva el estalinismo, donde la totalidad de las ciencias sociales y el conocimiento científico pagarán costos importantes en su desarrollo posterior.
Antes de los marxistas de la psicología existieron los marxistas de la revolución
Si bien los intentos más profundos de conectar la disciplina de la psicología con las teorías del marxismo se producen a comienzos de los años 20, eso no significó que una serie de intelectuales y militantes revolucionarios, no elaboraran una serie de trabajos referidos a la cuestión de la subjetividad. De hecho la gran audacia de muchos de ellos fue sobre todo poder estudiar y comprender la sensibilidad y el razonamiento de importantes sectores de masas, a través de profundas crisis económicas producto de la explotación y las guerras.
El Psicólogo y académico mexicano, David Pavón-Cuellar en su artículo “El elemento subjetivo en el debate socialista”(1), realiza un interesante esfuerzo por evidenciar la relevancia de los teóricos de la primera y segunda internacional socialista, y el debate sobre la importancia de comprender el materialismo histórico, la subjetividad de las masas y la discusión sobre el sujeto, en aquellos periodos tan convulsivos.
Cabe señalar los trabajos moleculares sobre la existencia del hombre, la plusvalía y el concepto de alienación en Marx, o el esfuerzo por la aplicación de la dialéctica materialista en los trabajos de Engels, hasta los debates con el idealismo alemán y los subjetivistas en una de las obras poco nombradas de Lenin “Materialismo y Empiriocriticismo” y su teoría del reflejo.
Tan interesantes discusiones serán tomadas posteriormente por los psicólogos marxistas, posterior a la revolución de octubre, donde en casos como los de Vigotsky “El Capital” de Marx, “La dialéctica de la naturaleza” de Engels o los debates sobre el Arte en Trotsky, comenzarán a formar su camino en el enorme desafío de pensar Psicología como una ciencia general, la relevancia del lenguaje, o “piedra angular”(2) a la cual se refirió alguna vez.
La psicología experimental y el combate con el idealismo
Sin embargo, a pesar de contar con una serie de teóricos e intelectuales marxistas brillantes, previo al cruce entre psicología y marxismo, una serie de eventos producto del desarrollo productivo occidental, y la fuerza del idealismo alemán como corriente hegemónica del pensamiento, conllevará a importantes debates que los revolucionarios rusos tendrán que sortear, antes de que el materialismo dialéctico cobre luz propia en la ciencia dominante.
Wilhelm Wundt, psiquiatra alemán, y a quien se señala como uno de los pioneros en desarrollar el aspecto fundacional de la Psicología Social, a través de una de sus obras más célebres “Völkerpsychologie”(3) o “Psicología de los pueblos”, será el precursor de la denominada Psicología Experimental. Esta disciplina de la psicología, será el germen de lo que en Rusia se conocerá como la Reflexología, aunque de corte materialista, ya que en el caso de Wundt si bien avanzó hacia una concepción materialista para explicar las reacciones humanas a través de la fisiología, nunca pudo abandonar su base metafísica, enmarcada en las denominadas “ciencias del espíritu” o “geisteswissenschaft”. Cabe destacar la importante influencia en el pensamiento de Wundt, por filósofos idealistas como Immanuel Kant, Georg F. Hegel, y el racionalista holandés Baruch Spinoza. Lenin años más tarde debatirá con las ideas de Wundt en “Materialismo y Empiriocriticismo” (4).
Psicología y materialismo en el régimen zarista
En el caso de Rusia, es importante señalar que el zarismo, significó un gran impedimento para el desarrollo científico del país, producto de su régimen monárquico y religioso. Sin embargo las precarias condiciones en las que se encontraba Rusia luego de la guerra Ruso-Japonesa y la Revolución de 1905, llevaron al zarismo a intensificar una política desarrollista influenciada por otros países de “Occidente” como Alemania y Francia. Es al calor de estas transformaciones que la ciencia y en este caso la psiquiatría en particular, se influenciaron por nuevas corrientes teóricas que permitieron nutrir a la comunidad.
Es en este sentido que fue fundamental –décadas antes- la participación de Iván Mihailovic Séchenov(5), el primero en delimitar la psicología como una disciplina autónoma, y precursor de los primeros trabajos rusos de reflexología, combatiendo la preponderancia del “espíritu” por sobre “el cuerpo”, y cuyos avances significaron la base de uno de sus principales discípulos, y cabeza del movimiento psicológico de principios de siglo, Ivan Pavlov, cuya corriente conductista perdurará incluso ante el paso del estalinismo, años más tarde(6).
En el próximo artículo, me referiré al rol que toma la Psicología en Rusia como disciplina propia, sobre todo desde el peso que comienzan a tomar las ideas del psicoanálisis, entrelazándose con la reflexología Pavloviana. Un híbrido con el cual discutirán diversos teóricos marxistas de la revolución rusa, particularmente Trotsky quien profundizará en la posibilidad de combinar el conductismo de Pavlov con un psicoanálisis distinto al de la escuela Freudiana, y su base teórica marcada por la pulsión sexual (7). La revolución insurrección de 1917 transformará al conjunto de la sociedad rusa, donde la ciencia y la psicología en particular no serán la excepción.
(1) Si bien hay una serie de diferencias en relación a las diversas caracterizaciones que hace el autor de los referentes revolucionarios de la primera y segunda internacional, resulta interesante la profundización sobre las definiciones teóricas y sus concepciones estratégicas. Ver artículo: https://marxismocritico.com/2016/09/06/el-elemento-subjetivo-en-el-debate-socialista-ideas-psicologicas-del-marxismo-en-los-tiempos-de-las-primeras-dos-internacionales-1864-1918/
(2) Lev S. Vigotsky en su obra “El significado histórico de las crisis en Psicología”(1926) manifiesta “La `piedra que rechazaron los constructores, esa vino a ser la piedra angular” y se relaciona a la teoría socio-cultural del autor, en la que la acción de socialización del niño con otras mentes potencia su desarrollo cognoscitivo, y donde a través del lenguaje es la primera aproximación que tenemos con la realidad.
(3) “Völkerpsychologie” o “La psicología de los pueblos” es una de las obras de mayor estudio en la obra de Wilhelm Wundt, por ser uno de los primeros –aunque no el único- de los intentos, por el estudio colectivo de las relaciones sociales entre los individuos, desde su representación psíquica.
(4) Lenin polemiza con las ideas de Wundt en su obra “Materialismo y empiriocriticismo” por su errónea concepción del materialismo y el idealismo, a través de las críticas que hace a uno de sus colaboradores empiriocriticistas, el discípulo del filósofo Ernst Mach, Richard Avenarius. Por aquel periodo los materialistas eran tratados de metafísicos por defender que hay una realidad por fuera de la conciencia del sujeto.
(5) Iván Séchenov marca un precedente sustancial en el desarrollo de la reflexología, donde su teoría de los reflejos adquiridos, presenta una realidad objetiva que afectará en el sistema nervioso central, teniendo su respectiva respuesta. Sus trabajos serán la base, para la teoría conductista de Pavlov, y la fuerza que toma la reactología posteriormente. Se pueden revisar dos materiales sobre Schenov. Uno en “Psicología Sociética: su historia y situación actual de Boris Lomov, y “Revisión de la psicología ruso-soviética (1920-1983)” de César Cabral. Cabral, C, Revista AdVersus, VI, 14-15, abril-agosto 2009: p.32-40.
(6) El conductismo pavloviano se instalará como como la corriente hegemónica dentro de las disciplina de la psicología rusa, el estalinismo por su parte ante su línea conservadora y contrarrevolucionaria, perpetuará la fuerza del conductismo, arraigado en su versión de la dialéctica materialista (DIAMAT), que asume una concepción mecanicista del desarrollo de la revolución. Trotsky en uno de sus trabajos “Las tendencias filosóficas del burocratismo”(1928) refutará las concepciones del estalinismo, analizando su papel, en relación al desarrollo de las clases sociales, y su enquistamento parasitario en el Estado obrero soviético.
(7) Si bien Freud es el precursor del psicoanálisis como una corriente con bastante peso en el occidente, de sus estudios se formaran distintas tendencias en la Sociedad Psicoanalítica Internacional. Una corriente que tomará bastante fuerza será la de los oposicionistas marxistas encabezados por Wilhel Reich 1924, junto a la participación de otras mentes brillantes como Otto Fenichel, quien le traicionará años más tarde. Antes de Reich la psicoanalista Vera Schmidt viajará a la Unión Soviética, y forjará el “Hogar experimental de niños” en Moscú, buscando una nuevo tipo de educación a través de los conocimientos del psicoanálisis y el marxismo. Ver: https://www.topia.com.ar/articulos/vera-schmidt-un-intento-de-educaci%C3%B3n-psicoanal%C3%ADtica-en-la-uni%C3%B3n-sovi%C3%A9tica